Me asalta en directo una voz inconfundible. No se trata de otra que de la de Fernando Fernán-Gómez y no es de ultratumba. Es la que heredó el hijo de María Dolores Pradera que anda por el estudio con tal de divulgar el homenaje que se rendirá a su madre para arrancar el año en el centenario del nacimiento y en el que no faltará una nómina sublime de artistas. Uno de ellos será Víctor Manuel con quien interpretó No sé por qué te quiero que es la canción a la que el conductor del programa se dispone a dar paso provocando que deje de lado cualquier atisbo de prisa para disfrutarla sin agobio alguno: «No sé por qué te quiero/será que tengo alma de bolero/tú siempre buscas lo que no tengo/te busco en todos y no te encuentro/digo tu nombre cuando no debo». Como resultaba difícil resistirse, los Reyes llegan a tiempo de dejar un par de asientos de los últimos con vida.

   El respingo de naturaleza opuesta llega al conocerse que el edil de Cultura de Vox le ha metido las tijeras en Orihuela a la Fundación Miguel Hernández. La razón de fondo queda expuesta por el cronista al relatar qué supone la existencia de la Casa Museo y cuánto irradia: «Un espacio emocional y simbólico para miles de visitantes y una referencia ideológica de poesía combatiente, honesta y honda implícita en el universal nombre del poeta». El socio lo ha corregido por la sencilla razón de que están ahí y lo que les queda. Parece coherente pues que, al contar con mando en plaza, esta caterva busque a su modo agotar con los espectáculos que ofrecen.

   Busco refugio en Emilio Lledó quien, de su biblioteca, el libro que no prestará es el que contiene una dedicatoria de su mujer Montse en mayo del 51, ayer mismo: «¡..tanto impulso que corre a mi destino desemboca en tu mundo..!». Es ese territorio al que recurro demasiado a menudo para succionar reflexiones como la que el maestro acaba de dejar: «Una cultura no degenerada tiene que tender siempre a la igualdad, a la bondad, a la justicia y al sentido común». Quienes lo tengan, claro.