2023 ha finalizado con 1.145 fallecidos en las carreteras españolas, según el balance que acaba de presentar la Dirección General de Tráfico (DGT). Las colisiones de tráfico son, precisamente, una de las principales causas de traumatismo en España, detalla a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, la doctora Francisca García-Moreno Nisa, que acaba de ser nombrada jefa de Sección de Cirugía de Urgencias del madrileño Hospital La Paz. Además, subraya, también «han aumentado mucho últimamente las precipitaciones al vacío».

Con una trayectoria como facultativa especialista del Área de Cirugía y Aparato Digestivo ligada hasta hace nada al Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (también en Madrid), la doctora García-Moreno es, también, la coordinadora de los Cursos Definitive Surgery for Trauma Care (DSTC, en sus siglas en inglés) organizados por la Asociación Española de Cirugía (AEC) en colaboración con la compañía Baxter.

En España, como en Europa en general, es más frecuente el traumatismo cerrado que el producido por arma blanca o arma de fuego

La epidemiología y etiología del trauma grave es distinta en las diferentes regiones del mundo, empieza explicando la médico. En España, como en Europa en general, es más frecuente el traumatismo cerrado -un término médico que se refiere a la presencia de lesión en una cavidad corporal sin que exista pérdida de integridad de la piel, es decir, una herida abierta, precisa la doctora García-Moreno- que el producido por arma blanca o arma de fuego, aunque de manera peculiar, en nuestro país, existan traumatismos penetrantes por asta de toro.

Colisiones de tráfico

Pero, por delante de cualquier otro motivo, la médico subraya: las colisiones de tráfico como causa principal. Ante esta realidad, reseña, es fundamental la formación continuada de los profesionales de la cirugía para ofrecer una atención más especializada a los pacientes que sufren algún tipo de politraumatismo.

En mayo, se presentaba el informe ‘El impacto de la enfermedad traumática grave en España’, elaborado por el madrileño Hospital 12 de Octubre y la Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (SEMICYUC) que analizaba un total de 15.817 ingresos de personas mayores de 15 años.

Entre esas conclusiones, que los siniestros viales (41%), las caídas (22%), los accidentes laborales (10%), las agresiones (8%), las actividades deportivas y de ocio (7%) y los intentos de suicidio (7%), son las situaciones más frecuentes por las que una persona ingresa en una UCI por lesión grave traumática.

Unidades de Trauma

La buena noticia, según Francisca García-Moreno, es que en la última década, ha disminuido el número de personas heridas en estos siniestros que precisan hospitalización. Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, han pasado de 10.444 en 2012 a 8.502 en 2022. Además, en estos diez años, se han desarrollado en España las Unidades de Trauma y Cirugía de Urgencias, dentro de los Servicios de Cirugía General, facilitando una atención especializada de mayor calidad.

Unido al desarrollo de estas unidades, la especialista señala que la realización de ‘cirugía de control de daños’ (en la que se trata al paciente en sucesivas etapas de cirugía-reanimación/recuperación-cirugía, dependiendo de su estado fisiológico) o la utilización de técnicas de radiología intervencionista vascular para el control de algunos tipos de hemorragia, han contribuido a que el pronóstico de los ingresados haya mejorado.

Los avances en el conocimiento de las particularidades de los trastornos de la coagulación de los pacientes politraumatizados han contribuido a que el pronóstico haya mejorado

También, cita los avances en el conocimiento de las particularidades de los trastornos de la coagulación de los pacientes politraumatizados (y, por tanto, su mejor tratamiento) que han contribuido a que el pronóstico de los lesionados haya mejorado. No solo en términos de supervivencia, añade, sino también en disminución de las secuelas y mejora de la calidad de vida.

Protocolos que salvan vidas

Asimismo, la médico resalta que la implantación en los hospitales de los Protocolos de Transfusión Masiva, «salvan muchas vidas». La hemorragia masiva es una de las principales causas de muerte en el paciente crítico en general, y en el politraumatizado, especialmente. «La trasfusión de hemoderivados es una estrategia fundamental para la supervivencia. Los protocolos de trasfusión masiva se han creado para asegurar que los pacientes en esta situación reciban el tratamiento de forma más eficiente«, señala la doctora García-Moreno.

«Su eficacia está demostrada, y de forma progresiva los hospitales españoles los han ido desarrollando, ya que no solo son útiles en paciente politraumatizado, sino en multitud de otras situaciones como hemorragias digestivas/torácicas, complicaciones quirúrgicas, rotura de aneurismas, etc.… Todos los hospitales deberían desarrollar el suyo propio y, en la última década, los profesionales involucrados han trabajado para conseguir ese objetivo».

Porque, incide la especialista, en estos últimos años, los médicos ha sido testigos de una notable mejora al respecto a la hora de tratar a pacientes tan graves: «Todas las innovaciones técnicas y farmacológicas que se han desarrollado han mejorado, como ocurre en otros campos de la cirugía, el abordaje de esos pacientes».

Precipitaciones

Cuando vuelve a las causas frecuentes de esos traumas menciona, además, como «en algunos hospitales han aumentado mucho últimamente las precipitaciones al vacío, configurándose como un mecanismo muy frecuente de muerte por trauma». Y especifica: «Cuando hablamos de pacientes politraumatizados por precipitación, no hablamos solo de suicidios».

Los motivos de esas precipitaciones, según Francisca García-Moreno Nisa, son múltiples. Como, por ejemplo, caídas accidentales, accidentes deportivos o laborales. «Los pacientes politraumatizados por precipitación (suicidio) característicamente tienen riesgo de algunas lesiones concretas por el mecanismo de lesión. Pero en nuestro abordaje descartamos todo tipo de lesiones, ya que en los impactos de alta energía cualquier daño es posible«.

Asta de toro

Sobre otros motivos, la especialista especifica que, si se habla de traumatismos por asta de toro, algo peculiar en nuestro país, están con más frecuencia asociados a festejos populares. Cita el ‘Informe Estadístico de Asuntos Taurinos 2017-2021’ del Ministerio de Cultura: solo en 2019 se celebraron casi 17.000 festejos en España. Así que, dependiendo de la región, sí que puede ser un tipo de trauma frecuente.

«Característicamente, las heridas por asta de toro son de altísima energía y pueden producir no solo heridas penetrantes (cornada), sino también es posible que exista un mecanismo combinado con trauma cerrado, ya que el paciente puede ser volteado, aplastado o pisoteado por el animal. El abordaje depende del tipo de lesión que se haya producido, pero manteniéndose siempre como prioritaria la identificación y tratamiento de las lesiones que comprometen la vida de forma inmediata«, explica la médico.

La supervivencia

Lo cierto es que la supervivencia de este tipo de pacientes depende, en buena medida, de la formación de los equipos asistenciales y del funcionamiento de los sistemas de trauma, así como de una buena atención hospitalaria global y coordinada, resalta. La actualización del conocimiento es precisamente uno de los objetivos de los Cursos DSTC, que están diseñados para el entrenamiento en técnicas quirúrgicas.

Según su coordinadora, «esto se realiza combinando clases teóricas, discusiones de casos y sesiones prácticas en el laboratorio de simulación». En general, a todos aquellos cirujanos responsables de la toma de decisiones en trauma y con una implicación no exclusiva ni diaria con estos pacientes«.

Desde sus inicios, el año 2006, se han realizado más de 80 cursos en diferentes sedes y actualmente se imparten en A Coruña, Las Palmas, Madrid, Málaga y Sabadell (Barcelona). Fundamentalmente, los alumnos son cirujanos generales, aunque también han participado traumatólogos, cirujanos torácicos, cirujanos vasculares y pediátricos, entre otros, y está abierto a cualquier especialista quirúrgico implicado en este tipo de intervenciones.