La evolución del humor y la percepción de lo que es aceptable o inaceptable en términos de bromas y comedia es un tema complejo y multifacético en la sociedad moderna. Es importante tener en cuenta que Arévalo pertenía a una generación de humoristas que hacían chistes que en nuestra época no se podría hacer. Y hay quien, a pesar de la evolución de la sociedad española en esta materia, está a favor de continuar ofendiendo a minorías. Es el caso del periodista Antonio Naranjo, quien así lo ha defendido en el programa En boca de todos.

«No gustándome nada los chistes de Arévalo, echo de menos un país en el que se podía bromear de casi todo sin que nadie se ofendiera por todo. Y creo que eso lo hemos perdido. El sentido del humor se ha venido abajo y está muchas veces demasiado castrado por un puritanismo absurdo», ha relatado Antonio Naranjo.

Ante esta cuestión, el tuitero @juanmafdez ha lanzado al periodista una contundente pregunta: «Dice @AntonioRNaranjo que echa de menos una España en la que se podía bromear de casi todo sin que nadie se ofendiera demasiado, que se puedan hacer chistes de todo. Entonces, ¿se pueden hacer chistes de la muerte de Arévalo?«, ha dejado caer, abriendo así el debate en redes sociales.

El cambio en la concepción del humor en España

Arévalo, en su época de mayor éxito, hacía los típicos chistes de mariquitas, claramente homófobos. Pero también sobre gangosos y otras minorías, haciendo mofa de un problema y ridiculizando a los que tienen determinado problema. Sin embargo, en las últimas décadas, ha habido un aumento en la conciencia y sensibilidad hacia las experiencias y perspectivas de diferentes grupos sociales. Esto ha llevado a una mayor atención y sensibilidad hacia el lenguaje y las representaciones que podrían ser ofensivas o perjudiciales para estos grupos.

Por otra parte, las nuevas generaciones están promoviendo un mayor respeto hacia la diversidad y la inclusión. Las normas sociales evolucionan y lo que se consideraba aceptable en el pasado puede no serlo en la actualidad. Por otra parte, el acceso a las redes sociales ha amplificado las voces y opiniones de diferentes grupos, llevando a una mayor visibilidad de perspectivas diversas y a un escrutinio más intenso sobre lo que se considera aceptable en términos de humor.

Finalmente, incidentes pasados han generado conciencia sobre el impacto negativo que ciertos tipos de humor pueden tener en la percepción y autoestima de grupos marginados o minoritarios. Esto ha llevado a un cambio en las actitudes hacia ciertos tipos de bromas

En cuanto al hecho de que el humor que ofende a diferentes grupos sociales esté mal visto, podría considerarse un reflejo de la evolución de nuestra sociedad hacia una mayor empatía y comprensión de las diversas realidades que enfrentan diferentes comunidades. Sin embargo, también ha generado debates sobre la libertad de expresión y la censura, ya que algunos argumentan que esto puede restringir la creatividad y la libertad artística.

En última instancia, el equilibrio entre el humor y la sensibilidad hacia los demás es un tema delicado. Aunque es importante respetar y considerar las experiencias y sensibilidades de los demás, también es esencial mantener un espacio para la libertad de expresión y el intercambio de ideas, siempre buscando un humor que no cause daño ni perpetúe estereotipos perjudiciales.