En los pequeños municipios los niños y niñas suelen disfrutar de las calles y plazas después del horario escolar para jugar y relacionarse entre ellos, con sus familias y sus amigos. Pero en las ciudades esa acción tan esencial de la condición humana resulta más difícil. El tráfico y el temor de muchos padres a dejar solos a sus hijos reduce al mínimo esa imagen de alegría y griterío entre los más pequeños.

Cambiar esa dinámica poco a poco es lo que pretende el Ayuntamiento de Gandia, que se va a convertir en la primera gran ciudad valenciana que abre los patios de los colegios una vez terminado el horario lectivo, para fomentar esas relaciones y, también, evitar que las actividades lúdicas de los menores puedan causar molestias a algunos vecinos, como ocurre, entre otros, cuando se juega con balones.

El plan fue anunciado hace unas semanas y se convertirá en realidad el próximo lunes, primer día lectivo tras el ciclo de Navidad y Año Nuevo. Seis patios de otros tantos colegios abrirán de 17 a 19 horas, para el juego, las actividades de ocio y, de 19 a 21 horas para el uso por parte de los clubes deportivos.

Compromiso con la ciudadanía

«Era un compromiso con la ciudadanía, que quedó reflejado en el acuerdo de Gobierno, y a partir de lunes será una realidad», dijo ayer el alcalde, José Manuel Prieto, quien anunció este plan acompañado por los concejales de Educación y Deportes, Esther Sapena y Jesús Naveiro, respectivamente. Fue en el patio del colegio público Sant Francesc de Borja, uno de los seis espacios escolares que abrirán de forma alterna, en este caso de lunes a jueves. Por su parte, martes y jueves estará disponible a la comunidad del barrio y los clubes deportivos el colegio Mondúver. El miércoles, el colegio Cervantes, y viernes el Joan Martorell, Botànic Cavanilles y Joan XXIII, este último en el distrito del Grau.

«Pensamos que los niños necesitan espacios donde poder jugar y convivir de forma segura y que los clubes y los deportistas tienen que poder disfrutar también de otras instalaciones deportivas complementarias», dijo ayer el alcalde, quien añade que «la idea es llegar a todos los centros, de forma que todos los niños y niñas tengan la referencia de un patio abierto en su barrio».

Para garantizar el ocio seguro y las actividades controladas, el Ayuntamiento de Gandia, dentro de un plan de ocupación, ha contratado tres conserjes, que se encargarán de abrir y cerrar las instalaciones. Por su parte, la concejala de Educación explicó que su departamento ha estado trabajando desde hace meses en la iniciativa, en colaboración con el concejal de Deportes y con las direcciones de los centros, los respectivos consejos escolares y las asociaciones de madres y padres de alumnos. La Conselleria de Educación, que es titular de algunos de los colegios, también está al tanto y ha sido informada de este uso lúdico de los patios.

«Para que sea un éxito era imprescindible que todas y todos nos lo creyéramos y fuéramos de la mano. Hemos atendido todas las demandas de los claustros y de los consejos escolares, como en el caso de la contratación de conserjes, pero también garantizando que las instalaciones se limpiarán antes y después de ser usadas», indicó la concejala Sapena.

Una referencia en Barcelona

El objetivo último de esta iniciativa, que tiene precedentes de éxito en la ciudad de Barcelona, es que los patios se conviertan en lugares de acompañamiento de las familias, de encuentro de la gente que vive en un mismo barrio y así contribuir a la cohesión social.

Esther Sapena insistió en que los patios «actuarán como parques, pero en realidad no dejan de ser centros educativos, por lo cual se tiene que acudir con algún adulto, que será el responsable del bienestar de los niños y de las niñas», porque en este caso es imprescindible que alguien se responsabilice del comportamiento de los usuarios.

Para preservar la salud y la integridad de los usuarios, los patios de los colegios serán espacios sin humo y no podrán acceder animales. Esos son algunos de los consejos que el departamento de Educación ha indicado en una hoja informativa que se repartirá entre los usuarios potenciales. «Además, dentro del patios se realizarán actividades lúdicas, con monitores y monitoras, que convivirán con el juego libre», concluye la concejala de Educación.

Finalmente, el edil de Deportes ha reconocido que, debido a la gran demanda de uso de instalaciones deportivas, la iniciativa «es un oxígeno y permite la práctica de actividades como baloncesto, voley o balonmano, que se pueden hacer en las pistas de las escuelas, o en el caso de la gimnasia rítmica, que ha empezado ya en el gimnasio del Botànic Cavanilles. Es un ejemplo más de la apuesta de Gandia por la vida saludable», concluye Jesús Naveiro.