Wall Street ha cerrado con signo mixto este martes, con el Nasdaq liderando las ventas, (Dow Jones: +0,07%; S&P 500: -0,57%; Nasdaq: -1,63%) para comenzar un 2024 que no tendrá fácil igualar el rendimiento de los últimos 12 meses. El año pasado, el S&P 500 se revalorizó algo más de un 24%, mientras que el Nasdaq 100 subió un 53,8% y el Dow Jones repuntó un 13,7%.

Como señala Juan Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities, el comienzo de enero suele ser «positivo» para el mercado estadounidense, al igual que para el europeo, y determina «en muchos casos» el comportamiento en el resto del año. En este sentido, los inversores estarán muy pendientes de si el S&P 500 consigue un nuevo máximo histórico en las próximas sesiones, ya que se encuentra cerca de los 4.796,56 puntos conseguidos en enero de 2022, nivel más alto marcado por este selectivo. El récord intradía del S&P 500 es de 4.818,62 enteros, también de enero de 2022.

Desde 1950, ha habido 21 ocasiones en las que el S&P 500 ha registrado una subida anual de al menos el 20%. Lo que tradicionalmente ocurre al año siguiente es que el índice de referencia de la renta variable aumenta sus ganancias: en 4 de cada 5 años, el S&P 500 ha subido una media del 10% en los siguientes 12 meses. Ryan Detrick, estratega jefe de mercados de Carson Group, cree que estos precedentes sugieren «buenas noticias», pero no espera un año mejor que 2023 para la renta variable, ya que solo una vez (en 1997) el S&P 500 mejoró su rendimiento después de subir un 20% el año anterior.

LOS BANCOS CENTRALES MARCARÁN 2024

Qué deparará 2024 es el gran interrogante a despejar para los inversores. Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank, apunta que la «expectativa general» es la de «un enfriamiento en el repunte tecnológico» tras el rally propiciado por la inteligencia artificial (IA) y un «reequilibrio» entre los grandes valores del sector y el resto de los valores del S&P 500. A esto podrían ayudar las bajadas de los tipos de interés previstas por los grandes bancos centrales.

El pasado diciembre, la Reserva Federal (Fed) anunció un giro en su política monetaria al anunciar unas expectativas de tres recortes de los tipos de interés para 2024. La declaración entusiasmó tanto como sorprendió al mercado, que en estos momentos prevé que el primer recorte se produzca el próximo mes de marzo, aunque miembros del banco central estadounidense como Daly o Williams han indicado que los tipos de interés seguirán en terreno restrictivo a pesar de estas reducciones previstas.

«El S&P 500 normalmente sube después del primer recorte de tipos, pero la sostenibilidad de las ganancias dependerá de los fundamentos económicos subyacentes. Los tipos más bajos son buenos para las valoraciones del S&P 500, excepto si la economía entra en recesión en los próximos 12 meses. Los rendimientos más bajos de los bonos respaldarán las valoraciones del S&P 500 siempre que la economía se mantenga fuerte y las expectativas de beneficios empresariales se mantengan», apunta Ozkardeskaya.

Fernández-Figares destaca que, junto a la actuación de los bancos centrales, la macroeconomía y su impacto en las expectativas de resultados de las empresas cotizadas serán los principales factores que determinen el comportamiento de los mercados en el primer semestre del año. No obstante, el panorama es bastante heterogéneo y hay tres escenarios muy distintos a los que se puede enfrentar el mercado de aquí a julio.

Por un lado, si la Fed consigue el tan ansiado «aterrizaje suave» de la economía de EEUU y la recesión en la que entrarán algunas de las principales economías europeas es «leve y poco duradera», las tasas de interés bajarán, lo que será «bien acogido por los mercados de bonos y de acciones». Por otra parte, si se alcanza el escenario de «no aterrizaje», escenario en el que la economía estadounidense evitaría la recesión, mostrando gran resistencia, se mantendrían unos tipos de interés más altos durante más tiempo. No obstante, apunta este experto, sería «bien recibido» por las bolsas de este país, ya que una economía de EEUU más fuerte de lo esperado «impulsaría al alza las expectativas de resultados de las compañías».

Finalmente, si la política monetaria restrictiva de los bancos centrales termina por provocar un «aterrizaje brusco» de las economías europeas, algo no descartable en estos momentos, las tasas de interés podrían bajar, «favoreciendo el comportamiento de los bonos, pero, en esta ocasión, penalizando el de las acciones, ya que las compañías cotizadas verán reducidas sus expectativas de resultados».

UNA SEMANA CARGADA DE REFERENCIAS

Sea como fuere, esta semana nos permitirá conocer un buen número de referencias clave para tener más datos del actual estado de la economía estadounidense, siendo el informe de empleo de diciembre, que se publicará este viernes, la principal cita de la semana al otro lado del Atlántico. La expectativa del consenso es que EEUU cree 163.000 nuevos puestos de trabajo, 36.000 menos que en el mes anterior. El informe ADP que se publica el jueves servirá de previa para esta referencia.

De igual modo, este martes se ha conocido el PMI manufacturero de la primera economía del mundo para el mes de diciembre. El índice se ha situado en 47,9 en el último mes del año, por debajo del 49,4 de noviembre y de la estimación preliminar publicada anteriormente de 48,2. Por su parte, la eurozona ha mostrado una leve mejoría, aunque se mantiene a la baja.

Asimismo, el miércoles se publicará el PMI manufacturero que elabora ISM, así como las actas de la última reunión de la Reserva Federal. Por su parte, el jueves se anuncia el PMI servicios de S&P Global, así como las peticiones semanales de desempleo, mientras que el viernes ISM dará a conocer su lectura del PMI servicios de EEUU.

Por otro lado, el jueves y el viernes se publican en Alemania, Francia, Italia y la eurozona las lecturas preliminares de los IPC de diciembre, lecturas que se esperan que muestren un ligero incremento de la tasa de crecimiento interanual de los índices generales y un retroceso de la del índice subyacente.

EMPRESAS Y OTROS MERCADOS

En el plano empresarial, el Gobierno de Países Bajos ha revocado parcialmente la licencia de exportación a China de dos de los sistemas de litografía ultravioleta profunda de ASML para la elaboración de semiconductores avanzados. La empresa dijo que no espera que la medida tenga un impacto material en sus perspectivas financieras para 2023.

Además, Apple ha bajado un 3,58% después de que Barclays haya recortado su valoración ante la previsión de una débil demanda en 2024.

En otros mercados, el petróleo ha caído más de un 1%. El barril de Brent se ha intercambiado por 75,89 dólares, mientras que el crudo West Texas ha cotizado en 70,38 dólares.

El euro se ha depreciado frente al dólar (-0,95%, 1,0938 dólares) y la onza de oro ha perdido un 0,24% hasta los 2.067 dólares. Por su parte, el bitcoin ha subido con fuerza hasta los 45.643 dólares.

Por último, el rendimiento del bono estadounidense a 10 años ha avanzado hasta el 3,943%.