La Policía interroga este miércoles a Antonio Martínez, el convocante del acto el 31 de diciembre en las mediaciones de la calle Ferraz de Madrid donde se apaleó una piñata que representaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La documentación consultada por El Independiente refleja que es esta persona quien pidió los permisos para la concentración del último día del año en la capital.
Martínez prestará declaración en las instalaciones de la Brigada de Información Provincial (BPI) de la Policía Nacional en el barrio de Moratalaz, en Madrid. Desde el comienzo de las manifestaciones a raíz de la ley de amnistía ha sido esta unidad la encargada de investigar a los elementos más ultras que se daban cita para cercar la sede nacional del PSOE, en ocasiones usando las imágenes de los medios de comunicación.
En esta ocasión, los manifestantes ‘ahorcaron’ a un muñeco con nariz de Pinocho que representaba al líder del Ejecutivo. Algunos lo hacían mientras gritaban que esa debía ser cómo Sánchez tenía que acabar, además de otros insultos.
En los permisos firmados por Antonio Martínez se detalla que la concentración discurriría entre las 22 horas del día 31 y la una de la madrugada del primer día de 2024. Se indicaba que los asistentes se ubicaría en el cruce de Marqués de Urquijo con Ferraz «sin invadir en ningún caso» la calle donde está la sede del PSOE.
En el acto, llamado ‘Uvas de fin de año en Ferraz’, se pedía a la Policía Nacional que se habilitasen nuevos espacios en función de la afluencia del número de personas que decidiesen ir. Tanto la Delegación del Gobierno como el Ayuntamiento de Madrid dieron el visto bueno a la manifestación. El Consistorio, además, señaló que harían falta 40 vallas.
La Policía interrogará a Martínez por si los hechos constituyesen un posible delito de odio. Aunque en un principio estaba previsto que declarase este pasado martes, finalmente lo hará en la mañana de este miércoles. La Fiscalía, por su parte, está a la espera de la declaración para decidir en qué sentido se pronuncia. El PSOE ha informado que está estudiando todas las vías legales.
Pelea política
El apaleamiento del muñeco de Sánchez ha levantado el primer polvorín político del año. Los convocantes oficiosos eran Revuelta, una asociación juvenil próxima a Vox. De hecho algunos de sus miembros son responsables del partido ultra.
Las manifestaciones y concentraciones tienen que realizarlas particulares, como es el caso de Antonio Martínez. No pueden ser colectivos o partidos los firmantes de la petición a la Delegación del Gobierno. Estos son también los responsables de lo que ocurra, como por ejemplo actos vandálicos o destrozos del mobiliario. Las penas de prisión pueden llegar a los tres años si los asistentes llevan objetos contundentes o armas.
El jefe de la delegación del PSOE en el Congreso, Patxi López, exigió este martes al primer partido de la oposición que sea “muy claro y contundente” en la condena de estos hechos, y agregado que «lo que vimos el otro día en Ferraz fue un acto de violencia cargado de odio que está llegando a un punto que tienen que acabar ya».
Estas palabras fueron respondidas desde Génova tras los múltiples llamamientos que desde el Gobierno y el PSOE se les viene haciendo para que se desmarquen de unos hechos a los que los propios socialistas vinculan también al PP. «Nuestra postura es la misma en todos los casos. La suya, no», afirman en el cuartel general de los populares atribuyendo a los socialistas una doble vara de medir.
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