Un balón de fútbol, un barco pirata, la nueva Barbie, la PlayStation 5, la nave de Star Wars… A los Reyes Magos les está costando poner límites esta Navidad y los padres de los que escriben las cartas lo confiesan «a veces complementas dándoles más regalos«.
Los expertos aconsejan que, para un menor, una cifra de tres o cuatro regalos para estas Navidades sería lo más acertado. En caso contrario, sería negativo para el niño o niña y aparecería lo que se conoce como «síndrome de hiperregalado«. «Cogen uno y otro y otro y al final no valoran ninguno» asegura una madre.
La regla de los cuatro regalos
Para evitar caer en unos hábitos consumistas elevados que repercutan emocionalmente en los menores, existe la regla de los cuatro regalos:
- Algo que realmente desee: obsequiar al menor con un juguete que haya demandado con el fin de despertar en él un sentimiento de ilusión.
- Algo que necesite: en este punto es recomendable que los padres piensen en aquellas cosas que su hijo necesita para el colegio, para una actividad extraescolar, para su cuarto, para el día a día.
- Algo para ponerse: aquí se recomienda optar por ropa o calzado que pueda resultar del agrado del menor o por un objeto como una mochila que pueda utilizar en el día a día.
- Algo educativo o para leer: libros, juegos de mesa, juguetes estimulantes, material para hacer experimentos… Todos estos regalos conseguirán despertar las ganas de experimentar, motivando que se diviertan a la vez que aprenden y desarrollan distintas habilidades y destrezas.
Otra de las recomendaciones es fomentar los juegos clásicos o «de la vieja escuela» e interactuar más con otros niños en parques evitando así el consumismo.
La psicóloga Ana Isabel Gutiérrez ha hablado en el matinal de Antena 3 Noticias y aconseja a los padres a sentarse con esa carta a los Reyes Magos junto a sus hijos a explorarla. «¿Por qué los niños piden unas cosas y otras? ¿Es el último modelo? ¿El anterior no funciona?». Y lo más importante, «hay que ayudarles a elegir esos regalos que les puedan ayudar a crecer, adquirir habilidades que les beneficien en su futuro». Un tiempo fundamental que Gutiérrez asegura «debemos pasar con nuestros hijos«.