El Manchester City realizó una espectacular pasada temporada consiguiendo un triplete histórico. Más allá de los títulos, el conjunto ‘cityzen’ demostró estar a un extraordinario nivel futbolístico, muy difícil de igualar por sus oponentes.
Tras las merecidas celebraciones, tocaba volver al trabajo y planificar deportivamente la siguiente temporada. El mercado de fichajes llegaba a su fin, justo cuando City y Chelsea acordaron el traspaso de última hora de Cole Palmer.
El futbolista inglés se marchó al conjunto ‘blue’ dejando atrás al City y a su valedor en el primer equipo, Pep Guardiola. El técnico catalán no fue capaz de convencer a Palmer para qué se quedará y tampoco le quiso asegurar minutos de juego, quizás un error viendo su actual nivel. El adiós de Palmer dejó en las arcas ‘cityzen’ aproximadamente 50 millones de euros, que quizás ahora parecen pocos.
Una estrella emergente
Cole Palmer ha emergido en el Chelsea como uno de los jugadores más prometedores del planeta futbolístico. Y no tan solo del futuro, porque el canterano del City ya es toda una realidad en el presente.
Palmer ha disputado 16 partidos en la Premier League desde su llegada a Stamford Bridge, consiguiendo ocho goles y cuatro asistencias. El polivalente futbolista ha demostrado tener mucha personalidad y ha cogido las riendas del equipo en un mal momento colectivo. El internacional en categorías inferiores con Inglaterra ha demostrado tener desborde, eficacia y último pase sobre el césped.
El Chelsea no está a la altura de lo que se esperaba con la llegada de Mauricio Pochettino y el monumental gasto en fichajes del pasado verano. Seguramente, la trascendencia y el nivel de Cole Palmer sea una de las pocas notas positivas del Chelsea en este momento.
