La aragonesa Carmen Valero, la primera atleta olímpica española tras participar en los juegos de Montreal 76, falleció este lunes, 1 de enero, a los 68 años de edad, en la localidad barcelonesa de Sabadell, como consecuencia de un derrame cerebral. La doble campeona del mundo de campo a través, mejor atleta femenina del siglo XX según la Asociación Española de Estadísticos del Atletismo, y coleccionista de registros, nació en la localidad turolense de Castelserás en 1955, aunque muy joven se fue a vivir con su familia a Cataluña, donde ha muerto.
La gran precursora del atletismo femenino español pasó a la historia como la primera atleta nacional en participar en unos Juegos Olímpicos (Montreal, 1976), siendo, con 20 años, la participante más joven en los 1.500 metros. Doble campeona mundial de cross y coleccionista de títulos nacionales e internacionales en los setenta y ochenta, Carmen fue elegida la mejor deportista española en 1973, 1975, 1976 y 1977, y designada la mejor atleta española del siglo XX por la Asociación Española de Estadísticos de Atletismo (AEEA).
Ella misma recordaba sus gestas en un reportaje para EL PERIÓDICO DE ARAGÓN hace un par de años. «A los 17 ya corría en campeonatos de Europa», recuerda Carmen, que se vio obligada a retirarse antes de lo previsto por culpa de una de sus rodillas. «Entre eso y la muerte de mi padre se me quitaron las ganas de correr», admite. «Realmente, creo que no he sido consciente hasta hace un par de años de todo lo que he conseguido»,
Aunque la mayor parte de su carrera se desarrollara en Cataluña, no renegaba de sus raíces aragonesas. «Ni hablar de que solo soy catalana. Tengo mucha familia aragonesa y yo tengo casa en el Maestrazgo, parientes y muchas cosas más. Voy al pueblo de vacaciones y por mis venas también corre sangre aragonesa», matiza Carmen.
Pionera en muchos aspectos, también lo fue, en cierta forma, en el feminismo. Así lo recordaba en uno de los episodios difíciles de su carrera, tras el nacimiento de su hija en 1987, cuando se presentó a disputar un campeonato de España al que nadie esperaba que acudiera. «Entrené un mes y fui. La federación me preguntó qué hacía allí y yo respondí que correr, a lo que replicaron que si no ganaba no iba a ir al Mundial. Gané y les dije que las falditas se las pusieran ellos».
La campeona seguía vinculada al deporte como directiva del Club de Natación Sabadell.