Iberdrola renuncia a la gran compra con la que acelerar su crecimiento en Estados Unidos, uno de los mercados clave para la compañía. Avangrid, filial estadounidense de Iberdrola, y PNM Resources han decidido rescindir el acuerdo de fusión anunciado en octubre de 2020 y ponen punto final a una operación valorada en 8.300 millones de dólares (unos 7.500 millones de euros) y con la que iban a crear un gigante eléctrico en EEUU.

Tras más de tres años de negociaciones y tras haber prorrogado el contrato de integración en dos ocasiones, las compañías desisten de aplicar una nueva prórroga (el acuerdo expiraba el 31 de diciembre, pero contemplaba la posibilidad de alargarlo otros tres meses si ambas partes lo pactaban).

La operación fue vetada a finales de 2021 por las autoridades del estado de Nuevo México alegando los problemas de calidad de servicio de Avangrid en otros estados y por el problema reputacional que suponía la presunta implicación de la cúpula de Iberdrola en el denominado ‘caso Villarejo’. La filial de Iberdrola y PNM Resources han mantenido en estos dos últimos años una batalla legal para salvar la operación y tumbar el veto de la Administración.

Hasta ahora ambas compañías habían seguido defendiendo el sentido estratégico de la integración, que permitiría creación de una de las mayores compañías del sector norteamericano, con diez eléctricas reguladas en seis estados (Nueva York, Connecticut, Maine, Massachusetts, Nuevo México y Texas) y levantando el tercer operador de renovables del país, con una presencia total en 24 estados.

“Avangrid, Inc., sociedad participada al 81,5% de su capital social por Iberdrola, S.A., ha anunciado con esta fecha su decisión de resolver el contrato de fusión suscrito con PNM Resources, Inc. el 20 de octubre de 2020, al no haberse cumplido en el plazo contemplado al efecto las condiciones previstas en el mismo para el cierre de la operación”, explica la eléctrica española en la comunicación remitida a la CNMV.