Luego de un arranque para el olvido en las Eliminatorias al Mundial 2026, la Federación Peruana de Fútbol (FPF) decidió llegar a un acuerdo con Juan Reynoso para terminar su vínculo contractual. En su reemplazo fueron por Jorge Fossati, reciente campeón de la Liga 1 con Universitario de Deportes, y con quien esperan hallar el camino en todo lo que resta de competencia.

El exentrenador ‘crema’ conoce un poco mejor el medio local y ha visto de cerca a los jugadores por lo que podría tener lo necesario para revertir la complicada situación en la que se encuentra la Selección Peruana. Esto, sin embargo, nos lleva a preguntarnos: ¿Cómo le fue al último técnico uruguayo que tomó las riendas del ‘equipo de todos’?

Para hablar de esto habría que remontarnos hasta el 2014 cuando fue Pablo Bengoechea el que se hizo cargo del puesto. El exDT de Alianza Lima tuvo un paso muy corto por la Videna y solo pudo dirigir en 9 encuentros aunque sus resultados fueron en su mayoría positivos y es que logró cosechar 5 triunfos y 4 derrotas.

Eso sí, la llegada de Bengoechea fue más ‘un paño de agua fría’ a la situación que vivía por ese entonces Perú y es que, curiosamente, otro uruguayo venía de dirigir a la ‘Bicolor’ y ese era Segio Markarián. El ‘Mago’ firmó en el 2010 para tomar el mando de la escuadra ‘incaica’ y tuvo un arranque regular que vio su ‘mejor momento’ en la Copa América 2011 cuando se adjudicaron el 3ro lugar.

Sin embargo, la gran meta, que era llegar al Mundial 2014 no pudo cumplirse y, de hecho, fue duramente criticado, pues dos fechas antes de culminar las clasificatorias Perú ya había quedado eliminado de pelear por alguna chance. Terminada esa Eliminatoria se despidió del país para dirigir al seleccionado de Grecia. Con Perú alcanzó 45 partidos dirigidos, 17 victorias, 14 empates y 14 derrotas.

El 2024, post Ricardo Gareca (camino exitoso 2015-2022) y Juan Reynoso (2023), se espera que Jorge Fossati pueda devolverle al Perú el protagonismo que había ganado en los últimos años. Las chances para ir al Mundial todavía están intactas, pero el grupo necesita saberlo y para ello urgen de victorias que llenen de confianza. La ‘garra charrúa’ podría ser clave.