El primer ministro de Líbano, Nayib Mikati, ha condenado el ataque con dron que se ha producido este martes en el sur de Beirut, la capital, y que ha matado al ‘número dos’ del brazo político de Hamás, Salé al Aruri, calificándolo a su vez de «crimen israelí», a la espera de que ese país se pronuncie al respecto.
«Este ataque es un nuevo crimen israelí que definitivamente busca llevar a Líbano a una nueva fase de enfrentamientos después de los continuos ataques diarios en el sur, que han provocado un gran número de mártires y heridos», denuncia Mikati en una declaración difundida a través de la red social X, antes Twitter.
Mikati ha señalado que dicho ataque implica definitivamente a Líbano en un conflicto a pesar de sus esfuerzos para distanciarse de la campaña israelí sobre la Franja de Gaza. «Hacemos un llamamiento a los países involucrados para que presionen a Israel para que deje de atacar», ha pedido.
Al mismo tiempo, ha denunciado que Israel recurra a «exportar sus fracasos» en la Franja Gaza a la frontera sur de Líbano con el fin de imponer «nuevas realidades» bélicas. «Líbano está comprometido, como siempre lo ha estado, con las resoluciones internacionales» sobre este conflicto, ha enfatizado.
Israel «no se ha cansado de matar y destruir a todos, cerca y lejos (…) la decisión de ir a la guerra está en manos de Israel, y lo que se necesita es disuadirlo y detener su agresión», ha subrayado el primer ministro libanés.
Posteriormente, el Consejo de Ministros libanés ha informado de que Mikati ha dado orden al ministro de Asuntos Exteriores, Abdulá Bou Habib, de que presente de manera urgente una denuncia ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por el «flagrante ataque a la soberanía» que ha supuesto este ataque.
Por su parte, el jefe de la seguridad nacional de Líbano, Abbas Ibrahim, ha denunciado que lo ocurrido en Beirut representa «un ataque a la soberanía libenesa» y ha acusado a Israel de intentar «escapar hacia adelante» después de no conseguir «ningún logro en Gaza más que asesinatos y masacres».
«Quizás esta agresión presente una victoria imaginaria antes de entrar en la tercera fase de la guerra. A la luz del humo de la traición, la pregunta es: ¿Dónde quedó la Resolución 1701?», se ha preguntado Ibrahim en sus redes sociales, aludiendo a la resolución del Consejo de Naciones Unidas aprobada en 2006 para el cese de hostilidades entre Israel y Hezbolá.
Como consecuencia del ataque, se han producido protestas espontáneas en el campo de refugiados palestinos de Borj el Chemali, situado en el sur de Líbano, así como en varias localidades de Cisjordania, como Deir Qaddis y Ramala, donde está convocada una manifestación para este miércoles.
Al menos siete personas han muerto y varias más han resultado heridas después de un ataque con dron sobre unas oficinas de Hamás situadas en Mushrifiyá, en los suburbios al sur de la capital libanesa. Entre las víctimas mortales está Al Aruri, considerado ‘número dos’ del brazo político de la organización islamista y uno de los comandantes de las brigadas Al Qassam.
En Líbano desde 2018, Al Aruri ha estado preso en cárceles israelíes durante doce años antes de que ser liberado en 2010. Se le atribuye la responsabilidad de varios ataques contra Israel desde suelo libanés. Ha sido uno de los principales intermediarios en la liberación de los rehenes tomados por Hamás el 7 de octubre.