El trasfondo del chocolate, desde el aborrecimiento por ser asociado con el dulce chocolate con leche azucarado hasta convertirse en una especie de superalimento, ha dado un giro inesperado. Recientes noticias advierten sobre posibles riesgos de contaminación por cadmio y plomo en el cacao y el chocolate, especialmente en variedades oscuras. ¿Significa esto el fin del disfrute del chocolate? Examinemos los datos y el contexto para desmitificar estos riesgos.

Hace poco, se revolucionó el panorama informativo a raíz de informes de Consumer Reports que analizaban los niveles de cadmio y plomo en productos elaborados con cacao, principalmente el chocolate negro. Se alertaba sobre la presencia elevada de estos metales pesados, sugiriendo posibles riesgos para la salud, lo cual generó un impacto considerable.

Sin embargo, este peligro no es algo nuevo; se conoce y estudia desde hace más de cuatro décadas debido a sus implicaciones en la salud. Los metales cadmio y plomo son contaminantes persistentes presentes en el suelo, siendo absorbidos por las plantas y acumulándose en los granos de cacao durante su procesamiento postcosecha.

Los efectos de estos metales son preocupantes: el cadmio está clasificado como cancerígeno y puede causar disfunción renal, mientras que el plomo puede ser carcinógeno y provocar daños neurotóxicos, renales y cardiovasculares, entre otros.

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Evaluaciones de riesgos en cuatro fases

Pero consumir cacao o chocolate no garantiza la manifestación de estos problemas; depende de la cantidad de estos metales en el cacao, la cantidad de cacao ingerida o el peso corporal. Por eso, se realizan evaluaciones de riesgos en cuatro fases.

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En Estados Unidos, no hay una legislación federal estableciendo límites precisos para cadmio y plomo en el cacao. Consumer Reports utilizó los valores de referencia de California, más conservadores, donde se establece una dosis máxima permitida (MADL) para el cadmio. En la Unión Europea, se utilizan otros límites más restrictivos, especialmente para proteger a los niños.

En España, las muestras de chocolates analizadas en 2019 por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria no superaron los límites máximos permitidos, mostrando un nivel de seguridad adecuado.

Las disparidades de criterios entre regiones se deben a diferentes evaluaciones toxicológicas y criterios de riesgo, influenciados por diversos factores, como los hábitos dietéticos y los niveles de exposición de la población.

Chocolate negro. MARC MARTI


El chocolate y el cacao consumidos en Europa se consideran seguros, pero las regulaciones pueden cambiar con el tiempo debido a variaciones en la producción, hábitos dietéticos o conocimientos científicos. Las autoridades sanitarias trabajan para reducir los niveles de estos contaminantes en el cacao, prestando especial atención a su origen y aplicando prácticas de producción más seguras.