El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sancionó un proyecto de ley que regula y establece una serie de impuestos para las empresas y usuarios de apuestas deportivas y juegos de azar por internet, informó este domingo el Gobierno.
Lula sancionó la noche del sábado el proyecto que había sido aprobado en la madrugada del pasado 22 de diciembre por la Cámara de Diputados del Congrego, tras las modificaciones recibidas por el Senado, según un comunicado de la Presidencia.
El ministro de Hacienda del comunista Lula, Fernando Haddad, impulsó la medida con la que el Gobierno busca aumentar la recaudación y aliviar el creciente déficit fiscal que soporta el país desde hace décadas y que tanto aumentaron en su anterior etapa al frente del Gobierno. Ahora, la creación de nuevos impuestos la tomará tanto con las empresas de apuestas como con los apostantes que logren beneficios.
El proyecto establece que las empresas tendrán que pagar un 12% sobre su facturación, mientras que a los apostantes se les aplicará un 15% sobre el valor neto de los premios que obtenga en un año y siempre que estos superen los 2.112 reales (430 dólares/390 euros).
El Gobierno pretendía, en su propuesta inicial, una tasa del 18% sobre la facturación de la empresa y del 30% para los apostadores premiados, porcentajes que bajaron durante el trámite y las negociaciones parlamentarias para su aprobación.
Lula vetó que los premios por debajo de ese valor de 2.112 reales sean eximidos de tributación, como había aprobado el Congreso, y ahora, de acuerdo con la sanción presidencial, deberán pasar una tasa, aunque menor.
Los otros vetos fueron para la promoción gratuita en algunos comerciales y el que ahora establece de manera obligatoria la investigación de denuncias por valores inferiores a 10.000 reales (unos 2.060 dólares) antes de ser archivadas.
Gran recaudación
Con la medida, el Gobierno de extrema izquierda espera recaudar en su primer año de vigor, ya en 2024, cerca de 5.000 millones de reales (unos 1.030 millones de dólares), de acuerdo con el senador Randolfe Rodrigues, líder de la bancada oficialista en la Cámara alta.
La cifra es menos del a mitad de los 12.000 millones de reales (unos 2.472 millones de dólares) que pretendía el Gobierno con la propuesta inicial.
La recaudación se destinará principalmente a la operación de las loterías nacionales controladas por el Gobierno y a las áreas de educación, seguridad pública y deportes, entre otras.
La normativa también incluye una serie de requisitos para que las empresas de apuestas por internet puedan operar en el país.
Las llamadas ‘bets’ tendrán que recibir la autorización del Ministerio de Hacienda, tener «sede y administración» en territorio brasileño y «comprobar su experiencia» en el ramo, entre otras exigencias técnicas marcadas por el Ejecutivo.
Además, deberán tener entre sus socios a un brasileño que ostente por lo menos un 20% del capital social de la empresa, mientras que el accionista controlador estará impedido de actuar de forma directa o indirecta en una entidad deportiva profesional.
El texto también las obliga a adoptar prácticas para combatir el lavado de dinero, prevenir la manipulación de apuestas e incentivar un uso responsable de su plataforma.
A pesar de la sanción presidencial, a raíz de los vetos del Ejecutivo, el proyecto deberá nuevamente ser votado por el Congreso y requerirá de mayoría absoluta (257 votos en la Cámara de Diputados y 41 en el Senado) para su aprobación definitiva.