Enrique Cuesta, a la derecha, tapizando un sofá en su negocio de la calle Cean Bermúdez
LNE

El fútbol base gijonés está de luto por el fallecimiento a los 93 años de Enrique Cuesta Rionda, Quique «El Tapiceru». Entrenador que marcó a generaciones de jóvenes jugadores gijoneses, dirigió a distitintos equipos de la ciudad, pasando por el Deportivo Biempica, la Peña Ortiz, el Pathos, el Veriña, el Cimadevilla, el Ceares y, por último, en La Braña, entre otros. La pasión por el fútbol la combinó con una trayectoria profesional como tapicero en la que pronto se labró nombre y prestigio, siendo encargado de labores para lugares tan emblemáticos como el Teatro Jovellanos, el Real Club Astur de Regatas o el Centro Asturiano de La Habana.

Quique «El Tapiceru» labró también intensa amistad con muchos de los protagonistas de la generación del «Matagigantes», un Sporting que fue capaz de derrotar en El Molinón en la campaña 1957-58 al Madrid y al Barcelona. Eran habituales sus encuentros con Biempica, Medina y otros históricos del conjunto rojiblanco como Alonso. Unas veces montaban tertulia en el barrio de El Llano, en el local de la calle Cean Bermúdez donde continúa funcionando el negocio. Otras veces compartían juntos mesa y mantel en El Tasqueru. También fue padrino de rojiblancos como Joaquín Villa o Esteban, entre otros.

Sus restos mortales descansan en la sala 13 del Tanatorio de Cabueñes. El martes, día 2 de enero, a las 17.00 horas, se oficiará en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Begoña el funeral por su eterno descanso. Deja dos hijos, Carmen Rosa y Enrique Cuesta Herrera. Este último, heredero de la profesión y negocio que durante tantos años le llevaron a ser una figura conocida y reconocida en la ciudad.