Un año cargado de emociones, sobre todo para Ana Obregón. La presentadora ha encontrado la serenidad y la alegría en su rol más preciado: el de abuela. La reconocida actriz y presentadora cierra el año más especial de su vida marcado por la llegada de su nieta, Anita, quien se ha convertido en el tesoro que ilumina su vida.

Después de enfrentar la dolorosa muerte de su hijo, Aless Lequio, y creer que había perdido las ganas de vivir, la bióloga ha recibido con los brazos abiertos a la pequeña Ana – hija biológica de Aless – recuperando así las ganas de seguir adelante y con más motivos que nunca de celebrar la navidad.

La noticia de la llegada de la niña generó mucha controversia en su momento, ya que se realizó por medio de gestación subrogada en Estados Unidos y nadie tenía conocimiento de ello. Con 68 años, Obregón se convertía en madre y abuela mediante los espermatozoides congelados de su hijo antes de fallecer.

Tras muchos meses en el foco mediático, parece que la calma ha vuelto a la vida de la presentadora quien ahora disfruta de las navidades con su pequeña y con una gran sonrisa. Así lo ha compartido en sus redes sociales con sus seguidores, subrayando que tanto la noche de Navidad como cualquier otra, deberíamos recordar a todos aquellos seres queridos que ya no se encuentran con nosotros. La imagen de Ana sosteniendo a Anita, con una sonrisa resplandeciente, refleja la felicidad que la nueva integrante de la familia ha traído consigo.

Este cierre de año se convierte así en un momento de reflexión y celebración para Ana Obregón, quien ha encontrado en la llegada de su nieta la luz que guiará sus días en el próximo año. Una nueva etapa que promete estar llena de amor, complicidad y alegría para la abuela Ana y su querida nieta Anita. Sin duda, el nacimiento de la pequeña ha marcado un antes y un después en su vida.