Haciéndome a la idea de no volver al verde. Pero se acepta porque he sido muy afortunado durante 32 años.
Han pasado meses desde esa retirada, pero más allá del tema de la edad, más allá de cómo estaban las cosas en el tema arbitral, ¿siente que le quedaban años, que le han robado muchos más años de arbitraje, que quedaba mucho de Mateu Lahoz?
A mí la vida me ha regalado muchísimo. Obviamente, yo hubiera seguido porque me siento en el mejor momento, con más experiencia, habiendo gestionado cada cagada. Podría decir errores, pero con los árbitros son cagadas porque los errores los cometen aquellos a los que tú sigues, pero a nosotros no nos sigue nadie. Algún día estoy seguro, si mis compañeros me lo permiten, que haremos una recapitulación de todas ellas para que los aficionados entiendan que detrás solo hay una cuestión humana, de no llegar, de no utilizar bien el VAR… El VAR ha demostrado que los asistentes son humanos, pero para bien, porque son capaces de ver un pase en un lateral.
¿Habría seguido?
Claro que hubiera seguido, pero hay que aceptarlo, soy deportista, casi siempre he ganado, y en el arbitraje solo facilitamos, no ayudamos, no ganamos ni perdemos, pero yo siempre digo que he ganado, porque es imposible ¿Te hubiese gustado seguir soñando? Sin duda. ¿Que tenía hambre, ilusión, ganas? ¿Que mi familia hubiese aguantado un pelín más? ¿Que me hubiese gustado que mi hijo pequeño aún tuviera más sentido de lo que su padre hacía? Por supuesto. Pero ya está, se acepta y sobre todo seguir vinculado a los compañeros que aún están y ayudar. Y desde los medios, que respeten. «Es que no te mojas» dependerá de la jugada, porque en el fútbol no hay nada binario. Son diferentes perspectivas. Y hay mucho forofismo, hay mucha forma de ver las cosas. Nosotros estamos en el VAR y una toma te parece penalti, otra toma te parece ‘uff’ e igual la tercera te parece simulación y dices: ¿cómo es posible? Porque los jugadores son muy buenos, porque el fútbol siempre sorprende y porque se juega a una velocidad increíble. Yo aún tenía ganas de retroalimentarme, y de mejorar con mi equipo. Pero voy a intentar ayudar desde fuera, como humildemente pueda, sin nunca intentar crear cátedra, experiencia. Hoy, insisto, el fútbol me lo ha regalado todo.
La última temporada fue muy emotiva, pero también de las más duras. ¿Qué análisis hace en la fase de ese último año tuyo como árbitro profesional?
Yo simplemente, de la temporada pasada, hubiese intentado trabajar mejor la gestión del último partido del año y el primero del inicio del año, que era un partido de Liga y un partido de Copa. Lo gestioné muy bien a nivel familia, amigos, equipo, en los prolegómenos, incluso en los post, en momentos muy difíciles. Viajamos a Barcelona con toda la ilusión, nos levantamos de Barcelona, viajamos a Linares, nos tomamos la competición, porque en este caso lo cuento que es Liga y que es Copa del Rey. Lo hicimos con todo el respeto a los deportistas, a las instituciones. Y el cariño fue tremendo por parte de absolutamente todos, menos de los que me lo deberían haber dado. Y entonces te das cuenta de que hay cosas que, como decíamos antes, no controlas y no dependen de ti. Entonces, si pudiese volver atrás, intentaría rearmarme en ese sentido. Y haber buscado, en este caso, más ayuda en Marc y en Ángela, que son los coaches, que siempre nos han acompañado. Y hubiese buscado más herramientas para haber intentado ser más fuerte. Eso, digamos, de la última temporada, si tengo que cambiar algo, solo cambiaría mi preparación mental para esos partidos, sobre todo cuando ya estás solo, cuando estás en el campo. Porque ya digo, en equipo y familiarmente me sentí súper arropado. Pero cuando empecé, después de los calentamientos, aún recuerdo cualquiera de los dos. Tanto en Barcelona como en Linares. Pero sí que es cierto que desde el primer toque de silbato… Me sentí súper solo. Y tenía a la gente ayudando, estaba Pau, Rubén, de cuarto estaba Paco en Barcelona y estaba Antonio, el tocayo, en Linares.
Pero en los primeros pasos ya me di cuenta de que estaba muy solo. Y fue culpa mía porque ellos estaban, pero yo no lo supe gestionar. Entonces, si volviese atrás, para los jóvenes les contaría eso.
Les decía, ostras, que lo más valiente que vas a hacer en tu vida es pedir ayuda. Y yo ese día… O esos dos días no lo hice. Me pudo el miedo escénico. Después de 32 años hubo dos partidos donde las emociones me sobrepasaron y no fui valiente, no pedí ayuda.
La manera en la que se está abriendo define su personalidad. En la radio dijo que si se había equivocado alguna vez siempre fue de manera honesta. Mucha gente habla de ese Argentina-Países Bajos del Mundial. ¿Cambiaría algo de ese partido?
De la misma forma que me sentía arropado, en el descanso de un partido en Budapest, después de la Eurocopa que tocaba jugar en 2020 y que disputamos en 2021, había 77.000 espectadores y, era un partido que se jugaba en dos campos. El grupo de la muerte. Y Portugal y Francia se pusieron 0-2. Nosotros éramos conscientes en el campo de que ya que estaban 0-2 en Múnich. Y hubo una jugada que no sé cómo fui capaz de ver en la que Lloris golpeó a Danilo, pero la vi. Y luego me sorprendió un pase de Pogba. Tuve spoiler, me giré tarde y vi la última acción de Semedo con Mbappé. Y la única duda que tuve es si era dentro o fuera. Pepe, el defensa, me habló claramente: «Mateu, eso no ha ocurrido» Y yo a los 7 segundos ya le estaba pidiendo al VAR que por favor me dejase ir a verla. Y no pude. Por eso digo que cuando tú lo has vivido sí que se pueden cambiar cosas. Ese penalti lo chutó Benzema. Marcó, era el 1-1, si no recuerdo mal en ese momento. Y recuerdo perfectamente a Danilo que estaba súper enfadado conmigo. Yo ya estaba enfadado, porque yo ya sabía desde que se hizo el penalti que algo no estaba yendo bien.
¿Y si lo pide no le…?
No, no. Antes de irme a dar, en este caso, el toque de reinicio de ese gol, era justo antes al borde del descanso, me fui a Fernando, al seleccionador portugués. Y recuerdo simplemente decirle: «Fernando, yo ya la he cagado. Yo ya sé que me voy para casa. Pero te prometo que voy a intentar rehacerme, salir al segundo tiempo. Y espero que usted pueda levantar el ánimo de los jugadores y decirles que esta cagada la asumo yo». Esas fueron mis palabras textuales, que luego fueron reproducidas por el segundo, que lo escuchó. Y en ese vestuario, en el descanso, miembros y jugadores de la selección tanto francesa como portuguesa vinieron a animarme. Lo habían visto, habían visto lo mismo que había visto yo, que era una cagada enorme. Y posiblemente sea de los momentos más bonitos. Por eso digo que tú el partido no lo cambias. Tú lo que tienes que hacer es prepararlo, trabajarlo, para que nada te sorprenda. Y gracias a ese gesto de los compañeros salimos. Y nada más salir, Robert tuvo una decisión increíble. Anuló un gol. Y luego el VAR decidió cambiarla. Y recuerdo también que, no siendo una decisión mía, puede ser que hayan sido de las decisiones que más me han hecho mella. Fue un pase al espacio en el 47’, Karim marca gol, Robert lo anula, perfectamente colocado. Y el hecho de esa corrección… Para mí fue una losa. Pero ahí sí que tuve fuerzas y agallas para seguir, para decir, lo voy a dar todo. Y eso sí que es verdad. Que con las repeticiones y sobre todo teniendo a gente como Pau, como Robert, como Jon, como Iker, como Xavi. Que ha habido más asistentes que me han ayudado, Rubén en la última época. Pero es que estos han sido algo más… Porque yo lo he dicho siempre, si fuera homosexual me hubiese casado con alguno de ellos. Pero como me gustan mucho las mujeres, he tenido la suerte de conocer a Cris, que es la madre de mis hijos y estoy súper enamorado de ella. Pero ellos me han enseñado de cada jugada a destriparla en el buen sentido. Y al intentar no hacernos daño y al que fuese, aunque sea en el minuto 93 y pueda significar o que podamos anular un gol a Gorka Iraizoz. Que eso es de las cosas que nunca voy a poder… ¿Por qué se lo anulamos? Pues Pau y yo no sabemos por qué se lo anulamos. Pero en ese momento entendíamos que había habido una interferencia en el adversario de Aymeric Laporte con… creo que era Wellington. Que luego es Wellington quien salta con Gorka y Gorka marca.
¿Se lo ha recordado Gorka después? ¿Se ha cruzado con él?
Claro, y todas las veces que lo he visto, no me sale otra cosa que mirarle a los ojos y pedirle disculpas. Y él me ha dicho, «pero tío, qué pesado». Y no es pesado, es lo que habla el corazón. Pero es que… Ojalá pudieras cambiar esa historia, pero no la puedes cambiar, lamentablemente. O afortunadamente. Digamos que nuestra cagada más ilustre es el partido del Barça-Atlético. Y yo fui el que no pude discernir si había pegado el balón en Cesc. Desde mi posición hubiese puesto los 10 dedos de mis manos, incluso los de mis pies, los 20, a que ese balón había golpeado en Cesc antes de anular el gol. Pero aún así, creo que era el minuto 60 y pico, nadie sabe lo que hubiera pasado. Porque también Alexis se había adelantado y luego Godín había marcado el gol. Es que nunca lo sabemos. Y ya digo, yo como árbitro, con el equipo que he tenido, lo que he hecho es disfrutar a muchos en los últimos años. Y por eso quería haber seguido. Con mis cagadas.
Hemos hablado de sus últimos años, su carrera como árbitro profesional, pero cómo son sus inicios como árbitro y sobre todo, en qué momento se ds cuenta de que realmente vale para esto del arbitraje.
Yo creo que nunca te das cuenta de que vales para el arbitraje. Mi primer partido fue en un campo completo de tierra, polvo por la mañana, en Estivella. Y en el minuto sesenta del partido pite un penal a favor. Se marcó y cero a uno acabó. Y el último partido, el de Mallorca, yo pensaba que era el último, donde no fui árbitro, donde en la previa lo dije, donde Kang In me dijo: «Pero me han hecho penal, Mateu». Y yo le dije «que no estoy, Kang. Es que no estoy». Y no estaba. Y Daniel Rodríguez me miró llorando muchas veces por el partido porque tú interactúas con los centrocampistas. Por eso siempre he dicho que yo posicionalmente molestaba a Iniesta, sus croquetas, sus movimientos, porque no era capaz de dibujar en mi mente lo que iba a hacer. Y luego nos regalaron un Francia-Grecia y nosotros no podíamos elegir un tiempo adicional en el Mundial porque era una cuestión matemática y el VAR te decía lo que tenías que dar. Pero en mi último partido sí que podía darlo y me acuerdo perfectamente de que Pau aún está enfadado conmigo y Robert y todo. Me acuerdo que viene Camavinga y me dice. «¿Qué queda?». Y digo, «ostras, solo quedan dos». Pero voy a dar 14, que es una fecha buena para vosotros y así me quedan 16. Y me dice: «Pero ¿cómo vas a dar 14?». Era mi último partido y me responde: «¡Pues lo que sea». Iban ganando 1-0. Se lo está diciendo a un jugador. Y me hizo gracia porque Edu me dijo que añadiera lo que quisiera. Y ya me vine arriba y dimos los 14. Totalmente desproporcionado. Pero me regalé para el fútbol 14 minutos. Luego Poyet también me lo agradeció como seleccionador de Grecia. Fue un partido súper bonito, con muchas jugadas grises en las áreas, donde pité un penalti de 4 que intenta despejar y con tan mala suerte que primero le da en el hombro a Griezmann y luego le clava un taco en la oreja. Entonces yo pito el penal, que es el 1-0 del partido, y saco amarilla. Y entonces el VAR me dijo Toño, “consecuencias”. Y digo, «sí, sí, sí, claro que consecuencias, le están atendiendo, está sangrando». Y yo me acuerdo, de arrodillarme y preguntarle a Antoine si estaba bien. «Solo quiero que estés consciente», le dije. «Sí, sí, Mateu, claro, estoy bien. ¿Lo has expulsado?», me responde. Y digo, «es que a ti te expulsaron contra el Liverpool». Y digo: «¿Tú tenías intención de pegarle?». Dice: «No, yo voy al balón». Y digo: «Pues él también, porque no va a ir a tu cabeza y cometer un penal. De hecho, te ha pegado primero en el hombro» . Y digo: «Por eso le he sacado amarilla a Antoine». Dice, ah, vale, vale, perfecto. Esto es verídico. Entonces, el del VAR me dijo, bueno, Antonio, vamos a ver. Y digo, mira, mira, que ya no hay consecuencias. ¿Puedes ver esa jugada como un clip y decir que es roja porque Griezmann tenía una heridita aquí con dos puntos de sutura? Es posible. Pero para mí, futbolísticamente, no hay ningún central que quiera pegar una patada en la sien a un jugador y cometer el penal. ¿Qué quiere decir eso? Que es accidental. ¿Que podemos considerar que hubo juego brusco grave? Sí. ¿Que podemos considerar que hay temeridad? Sí. Yo he decidido temeridad. Si me hubiese ido a la pantalla y lo hubiese visto, open-minded, cambiamos la mente, y posiblemente hubiese cambiado… Gracias a Dios no me llamó el VAR. Pero en cambio, en Budapest me hubiese encantado que me hubiese llamado. El VAR está para que te ayude. Yo lo que sí que haría el día de mañana es que el VAR no piense tanto. Y que la decisión del campo sea la que prevalece y la importante. Y que cuando el VAR, que me está escuchando, vea que la situación chirría por imágenes o por sonidos, que a los cinco segundos ya me esté enviando a la pantalla. Y que yo no tenga que ir corriendo a la pantalla, porque no tengo que escaparme de nadie. Voy tranquilamente y él va preparando la pantalla. Y entonces el fútbol se ahorraría 2-3 minutos de la evaluación que yo hago para luego llamarte a ti. Y ya voy yo, que voy a ser el que tengo la última palabra, pero voy con la sensación de que el público entienda que no es una segunda oportunidad. No. Es una situación gris que puede tener un resultado, digamos, una incidencia importante en el resultado. Y que nadie se quede con la sensación de algo q ue es una herramienta increíble, que vale un pastón, que incluso da muchos puestos de trabajo, que no es utilizado. Porque los compañeros que nos ayudan, los que están detrás, tanto en Hontai como en MediaPro, para organizar un partido de fútbol, llegan a las 11 y el partido es a las 9, y salen de ahí a las 4 de la mañana. Pues vamos a preponderar ese trabajo, y si hay una jugada gris, vayamos al monitor. ¿Y el espectador en la pantalla gigante del estadio debe verla? Claro, una vez ya el árbitro ha discernido, pum, pantallazo y que lo vea el mundo. Y que vea con la toma que el árbitro decide. Que tú, como valencianista, pensarás, que tú, como levantinista, pensarás una cosa, pero a mí, que soy el de azul, me ha tocado decidir. Es más, se le da mucha más importancia al penal que a los goles anulados. Cuando los goles ya han subido el marcador. Eso sí que no es normal. O las rojas. No podemos expulsar a nadie de roja si la situación era de naranja. Si podemos eliminar las amarillas y las rojas en el fútbol base, hagámoslo.
Hablando del VAR. Hubo hace unos meses unas declaraciones de Estrada Fernández en las que decía que había un VAR paralelo, un segundo VAR, que es quien tomaba realmente las decisiones. ¿Qué nos puede decir Mateu sobre esto?
Yo a Xavi le quiero, le respeto, ha sido compañero, él me ha ayudado, yo le he ayudado. Y él en marzo de 2023… Se presentó para ser presidente de los árbitros catalanes. Me gustaría que, ahora que él es igual de afortunado que yo y está en los medios de comunicación, cada vez que hable piense como pensaba en marzo cuando se presentó para ser árbitro presidente de todos los árbitros y las árbitras catalanas…
¿Es usted uno de los grandes referentes de la historia?
Yo lo que sí que sé es que en este caso Jesús Gil Manzano está súper enfadado conmigo. Seguro. Porque al final el arbitraje moderno lo que ha hecho es ir a los Mundiales o a los Juegos Olímpicos a representar. Y a nosotros nos tocó vivir una cosa magnífica después de que Carlos Velasco Carballo estuviese en dos Eurocopas y un Mundial. Y luego nos tocó a nosotros. Nosotros hemos trabajado mucho con realidad virtual sobre todo a niveles de fueras de juego y posicionamiento en córneres. Es una herramienta que tenemos entre Robert, Pau y yo. La dejamos para que la utilice aquel que quiera.
También ha comentado ideas que tiene sobre cómo utilizar el VAR, ¿cómo va a dar salida a todas esas ideas? Su nombre está vinculado, por ejemplo, a una candidaturaa la RFEF
Eso no lo controlamos, ojalá. Yo lo que sí que puedo decir es que me ruborizó verlo, pero sobre todo me gustó ver que puede haber consenso y unión en el fútbol español. Pues ojalá, pero no sé si seré yo, pero lo del VAR, por ejemplo, sí que está basado en que ahora mismo creo que solo Gianluca Rocchi es el que está dirigiendo cuando ha vivido con el VAR, porque yo sí que creo, y si alguien se enfada, lo siento mucho, pido disculpas, que el VAR ha cambiado el arbitraje, de la misma forma que ha cambiado el fútbol.