Es muy posible que muchos de los cordobeses que viven a la espalda de las dependencias de Sadeco en la avenida de Medina Azahara (antiguo cuartel de Artillería) desconozcan la historia balompédica que tiene la zona. Precisamente ahí, en lo que hoy son los edificios Entrenaranjos, Acueducto, América, el solar del hotel Mezquita Center (en construcción) y la parte final del bulevar Hernán Ruiz, se inauguró hace cien años el Stadium América, el primero que tuvimos en nuestra ciudad. 

Propiedad del industrial don Jerónimo Padilla Cobo, se levantó en «terrenos que fueron de la huerta de Cercadilla», en la parte trasera de los cuarteles de la Victoria. Con unas medidas de 107 x 62 m y un aforo inicial de cinco mil espectadores, abrió sus puertas el lunes 28 de mayo de 1923 durante la Feria de Nuestra Señora de la Salud, en un partido que enfrentó al Córdoba Sporting Club con el Athletic FC de Granada. Ese mismo día, por la mañana, se celebró la bendición por el rector de la parroquia de San Nicolás de la Villa, don Paulino Seco de Herrera.

Un acontecimiento social

El recinto se encontraba lleno a rebosar desde mucho antes de la hora de inicio fijada, las seis de la tarde, y fueron varios los miles de personas que se quedaron sin entrada. Actuó como árbitro don Santiago Jimena, vicepresidente del Sporting. Por el equipo cordobés, con indumentaria rojinegra, jugaron Madrigal; Bravo, Aguilar; González, Marcos, Corrales; Abad, Prados, Ricardo Roales, Luis Roales y Peidro. Los granadinos, con camiseta rojiblanca, alinearon a Eloy; Calero, Ortiz; Benítez, Soria, Salamanca; Borja, Bueno, Alcantud, Juristo y Romero. El saque de honor correspondió al señor alcalde, don Patricio López y González de Canales, que bajó al terreno de juego acompañado del presidente del club cordobés, don Luis Ruiz de Castañeda.

Don Ramón Cabello, encargado del marcador del Stadium América. La Voz, 21-10-1924. Biblioteca Provincial.


Los espectadores presenciaron numerosas jugadas vistosas, aunque el marcador no se movió en la primera parte. Sí lo hizo tras el descanso, cuando el jugador local Ricardo Roales lograba batir a Eloy. Así lo contaba la crónica de La Voz: «Peidro tira un buen centro, que recoge Roales (R.) y chuta. El larguero actúa de guardameta, pero Roales, que no está conforme con que no sea tanto, hace una magnífica entrada y, rematando de cabeza, hace el tanto de honor. La animación en el público es indescriptible, escuchándose una enorme ovación que se repite en varias ocasiones». A falta de quince minutos para la conclusión, en un nuevo avance cordobés, el árbitro decretó penalti y el equipo visitante, disconforme con la decisión, abandonó el terreno de juego.

No hemos logrado saber quién marcó esa pena máxima consiguiendo el 2-0 final, ni si esta se lanzó antes o después de retirarse del campo el Athletic. Es evidente que los jugadores granadinos no tuvieron muy buen perder, y su desaire con los espectadores que llenaban el Stadium fue duramente censurado por la prensa. Tras esta incidencia el capitán local, Mariano Aguilar, recibía con solemnidad la copa de plata en disputa en presencia de los señores Padilla y Ruiz de Castañeda.

Nace una rivalidad

Durante la siguiente temporada (23-24) asistiremos a la naciente rivalidad del Sporting con el Club Deportivo Egabrense, a la que una después (24-25) se sumará la mantenida con la Sociedad Deportiva Electromecánica FC. Precisamente un partido entre los dos equipos de la capital en diciembre de 1924, que abría el Campeonato de Andalucía en el grupo C, fue el primero de carácter oficial que se veía en el Stadium. Se impuso el Sporting, que ya había recibido el título de «Real», con un solitario gol de su delantero centro Flores. La pugna Sporting-Electromecánica alcanzaría su punto más álgido en enero de 1926 tras un encuentro «amistoso» que motivó que el gobernador civil, señor Cabello Lapiedra, prohibiera en lo sucesivo los enfrentamientos entre unos y otros «en vista de los recientes escándalos, suscitados por la rivalidad de los jugadores». Una de las portadas del diario gráfico La Voz de esos años nos permite conocer a otro señor Cabello, de nombre Ramón, que era la persona encargada del marcador del recinto.

La plantilla del RCD Córdoba se despedía del Estadio América el viernes 29-06-1945. Archivo de Ricardo, Fundación Cajasur.


Sevilla FC y Real Betis Balompié se jugarían en nuestro estadio el Campeonato de Andalucía de Primera Categoría al ser escogido como terreno neutral por la Federación Regional Sur en las siguientes campañas, 26-27 y 27-28, tras haber llegado ambos al final de la competición con idéntico número de puntos. Los sevillistas se impusieron con claridad (3-0) en la primera (20-02-1927) y los béticos lo hicieron en la segunda (3-1), obteniendo ese día (29-01-1928) su primer título regional.

Presentación del Córdoba Racing Club

El domingo 27 de octubre de 1929 se celebraría el partido de presentación del Córdoba Racing Club, fundado un mes antes, que representa el origen de la camiseta y del calificativo «blanquiverde» que nos identifica hoy. El medio ala local Pepillo López logró en la segunda parte el gol de la victoria (1-0) frente al once amateur del Real Betis Balompié. Más adelante, durante la temporada 30-31, el Stadium América sería testigo de la visita, en encuentro amistoso, del RCD Español de Barcelona, capitaneado por el mítico Ricardo Zamora.

Ese día, viernes 15 de agosto de 1930, fue el de la gesta del interior racinguista Morenito, al conseguir batir en dos ocasiones al guardameta de la selección española (3-6 fue el resultado final). El primero de ellos pudo ser inmortalizado por Domingo García Santos, redactor gráfico de La Voz, en una espectacular fotografía que fue portada del diario. Y una campaña después, la 31-32, los aficionados pudieron presenciar el estreno del Campeonato Nacional de Liga en Córdoba. Fue el domingo 27 de diciembre de 1931 y el Racing, encuadrado en el subgrupo A del IV grupo de la Tercera División, se impuso al FC Malagueño con goles de Romerito y Martín (2-0). La histórica alineación fue la formada por Albarracín; Monge, Jiménez; Aniceto, Caballero, Solé; Mariano, Romerito, Carreño, Lozanito y Martín. Por parte malagueña lo hicieron Martín; Castillo, Gamero; Cueto, Casado, Vides; Piña, Caballero, Chales, Luna e Izaguirre. Arbitró el señor Medina, colegiado sevillano. Unos meses más tarde, el domingo 17 de abril de 1932, dos equipos de la capital del Turia, España FC y Valencia FC, disputaron el primer partido femenino visto en nuestra ciudad. Con una gran entrada en las gradas, la victoria sonrió al primero por dos goles a uno.

Tras el paréntesis de la guerra civil, la directiva del Racing FC (nueva denominación del club blanquiverde tras su reorganización de agosto de 1934) tuvo que preparar el debut del equipo en el inminente Campeonato Regional y en la Liga de Segunda División (39-40), categoría alcanzada por primera vez en febrero de 1936 en el campo madrileño de El Parral ante otro Racing, el de Badajoz. Durante el verano de 1940 el recinto sería sometido a importantes reformas que afectaron al cerramiento, graderío, vestuarios, botiquín y terreno de juego, y paulatinamente deja de ser nombrado con el vocablo latino «Stadium».

Fotografía de Santos que recoge el momento del primer gol que Morenito marcó a Ricardo Zamora. La Voz, 16-08-1930. Biblioteca Provincial.


En enero de 1941, por imperativo legal, los clubs con nombre de origen extranjero debieron sustituirlo por otro genuinamente español. Y tras una encuesta promovida desde las páginas del diario Azul, el Racing FC pasó a llamarse Club Deportivo Córdoba. El domingo 26 de ese mes estrenó el nuevo nombre recibiendo al CD Malacitano, que venció a los anfitriones (0-2) en el primer encuentro retransmitido por radio desde nuestro estadio. Unos meses más tarde, durante la Feria de Mayo, se produjo la primera visita del Real Madrid para medirse, los días 29 y 30 de mayo de 1941, con el CD Córdoba. En el primero lograban imponerse los blancos (2-3) mientras los locales, un día después, obtenían una victoria memorable (4-3). Si antes hemos mencionado el calificativo «blanquiverde» de tiempos del Córdoba Racing Club, en mayo de 1942 encontramos por primera vez el de «cordobesista» para referirse a nuestro club. Uno y otro constituyen el santo y seña de nuestro querido Córdoba CF.

Un nuevo anhelo

Durante la temporada 42-43 comienza a manifestarse en la prensa el anhelo de los deportistas cordobeses por tener un nuevo estadio, pues el de la avenida de América se había quedado pequeño. Este sería sometido a profundas reformas en la siguiente, 43-44, en la que viviría uno de los momentos más importantes de su historia al recibir, en eliminatoria de la Copa del Generalísimo, al Atlético Aviación, vigente subcampeón de Liga. La ida se jugó en nuestra capital el domingo 30 de abril de 1944, alineando el CD Córdoba (militante entonces en Tercera División) a Palma; Cayuso, Tinte; Ayala, Moreno, Morales; Vega, Yeto, Acedo, Sillero y Pepín. Los rojiblancos lo hicieron con Ederra; Riera, Cobo; Gabilondo, Germán, Machín; Martín, Amestoy, Taltavull, Campos y Vázquez. El encargado de dirigir la contienda fue el catalán señor Cruella, auxiliado en las bandas por los colegiados cordobeses Tassani y Sellés. Se llegó al final del tiempo reglamentario con victoria forastera (2-3) y los dos equipos fueron premiados con una gran ovación por los miles de aficionados que abarrotaban las gradas. En la vuelta, jugada en el Metropolitano una semana después, los pupilos de Ricardo Zamora se impusieron con toda claridad (7-2), clasificándose para la siguiente ronda del torneo.

El Estadio América viviría sus últimos minutos de gloria a finales de la temporada 44-45 durante el homenaje a los héroes del ascenso a Segunda División, obtenido en Chamartín ante el Constancia de Inca. Este último partido se jugó el viernes 29 de junio de 1945, festividad de San Pedro y San Pablo, ante la SD Ceuta. La victoria se quedó en casa gracias a un gol de Sillero, materializado en la primera parte (1-0). El arbitraje había correspondido al señor Tassani. La vida del primer recinto deportivo de nuestra ciudad tocaba a su fin, veintidós años después de su inauguración. A partir de entonces quedaba incorporado al cuartel de Artillería como campo de deportes del mismo, pero sus días de gloria habían terminado. Su sustituto, el Estadio del Arcángel, sería una realidad unos meses más tarde.

(*) Abonado del Córdoba CF. Artículo dedicado con cariño a la afición cordobesista.