El Elche CF siempre ha tenido clara una cosa: su afición es de Primera. Y cada vez que puede, así lo demuestra. Esta tarde, pese a ser jornada festiva y fría, más de un millar de franjiverdes han estado en la grada del Martínez Valero para animar a los suyos durante la sesión abierta de entrenamiento, la primera que organiza el Elche esta temporada y que ha coincidido con la Navidad, reuniendo a más de un millar de personas.
Vuelta al trabajo
Los jugadores regresaron el martes de sus vacaciones y ya están en dinámica de partido. El próximo es el de Copa, ante el Girona el sábado 6 de enero a las seis de la tarde. Por ello, la plantilla ha tenido hoy sesión doble, la matinal en el Díez Iborra y la vespertina ante su afición en un acto abierto a todos los que aportaran productos no perecederos de alimentación, higiene personal o limpieza. También comida para animales.
Varios centenares de kilos de estos materiales recogía esta tarde el Elche por iniciativa de la Grada de Animación 1923 y a beneficio del Banco de Alimentos de la provincia y de las ONG Adopta Mola de Novelda y la Sociedad Protectora de Animales y Plantas Baix Vinalopó.
Los asistentes han atendido la llamada solidaria y también han apoyado con cánticos y ovaciones a los jugadores. Y sus ídolos en el campo han respondido como se merecen: regalos (pelotas, bufandas y banderas), firmando autógrafos a todos los que se lo pedían, haciéndose fotos, abrazando a los pequeños seguidores franjiverdes…
La sesión
Sebastián Beccacece preparaba una sesión de trabajo con ejercicios atractivos para los aficionados y la concentraba principalmente junto a la grada de Preferencia, que era donde estaban sentados. Así, los seguidores podían ver de cerca a los suyos. Comenzaron aplaudiendo sonoramente su llegada al terreno de juego, gesto que era devuelto por los propios futbolistas. Primero hubo una breve charla del míster y, tras algunos ejercicios físicos de calentamiento -uno de ellos un juego donde los abrazos entre jugadores eran frecuentes-, llegó uno de los momentos más esperados: una ronda de lanzamientos lejanos a los tres porteros del Elche (Miguel San Román, Edgar Badía y Jesús López). El público coreaba los goles, sobre todo los de Mourad, un jugador necesitado de ánimo para revertir su racha.
El partidillo
El entreno finalizó con un partidillo en dimensiones reducidas para trabajar las presiones y la evasión de las mismas. A continuación, los futbolistas se hicieron una foto en el centro del campo y con el fondo de su afición, y ya fue cuando se acercaron a la grada para atender de cerca a los franjiverdes, que habían coreado continuamente sus nombres, incluso el de Beccacece, al que pedían «¡Qué bote, qué bote Sebastián!».
La afición ilicitana no se olvidó del eterno rival, el Hércules, en sus cánticos y recibió con pancartas a la plantilla. En una se recordaba que ser del Elche es «Más que un sentimiento» y en otras se mandaban ánimos a jugadores concretos, casi siempre pidiendo sus camisetas a cambio. La jornada finalizó con el reparto de obsequios y de cariño a la hinchada, una acción muy agradecida por los seguidores, sobre todo, por los más pequeños.
Tres lesionados
El Elche, además del duro golpe recibido por la pérdida hasta final de temporada de Óscar Plano, cuenta actualmente con tres bajas por lesión. Este periódico ya adelantó dos de ellas el pasado miércoles, las de Josan Ferrández y Nico Castro. Ambos sufren molestias musculares que les han impedido estar en las dos últimas citas ligueras.
En el entreno festivo, crevillentino y argentino tampoco pudieron estar con el grupo, lo que hace pensar que es probable que no lleguen al primer partido del año. También lo va a tener difícil el juvenil Ali Houary, que en el entreno también estuvo separado del grupo. Los tres realizaron ejercicios físicos con el readaptador del Elche.