El acuerdo más esperado para Oviedo en muchos años no fue una inocentada. La capital asturiana dio ayer, en un Pleno extraordinario histórico, un paso de gigante hacia uno de los proyectos de ciudad más anhelados de la última década: derribar los muros de la fábrica de armas de La Vega y devolver esos terrenos a la ciudad. Lo hizo en una sesión de 75 minutos en la que, salvo mínimas excepciones, reinó el buen tono y se tejió una alianza casi unánime. PSOE e IU-Convocatoria reforzaron la mayoría absoluta del PP para dar su bendición a un plan consensuado con el ministerio de Defensa y el Principado para «dar vida las 24 horas del día» a un nuevo barrio de 150.000 metros cuadrados, donde la industria del conocimiento, zonas verdes, usos públicos, equipamientos culturales y bloques de vivienda confluirán. «Es excepcional», celebró el alcalde Canteli al acabar la esperada votación, en la que tan solo Vox optó por la abstención, alegando «falta de claridad». El convenio también recibió luz verde, en este caso definitiva, por el Consejo de Gobierno del Principado.

Lo que el concejal de Planeamiento, Nacho Cuesta, calificó como «primer paso para echar abajo los muros de La Vega» entra ahora en una nueva fase. El Ayuntamiento abrirá un periodo de información pública de un mes. Una vez culminado, se evaluarán las alegaciones y un nuevo Pleno evaluará su aprobación definitiva. El acto más simbólico llegará en dos o tres meses. «Esperamos poder firmar el acuerdo a finales de febrero o más bien en marzo», calculó el Alcalde.

Canteli presentó en su haber el amplio respaldo obtenido como resultado de las negociaciones con la ministra Margarita Robles y el presidente regional, Adrián Barbón, ambos socialistas, donde destacó la predisposición a lograr acuerdos. «No soy ningún dictador, hubo que negociar mucho y llegamos a un fin bueno para Oviedo», apuntó en relación a unos contactos iniciados en 2019, poco después de llegar a la Alcaldía, cuando invitó a Barbón a incorporarse a unas negociaciones que el gobierno anterior planteó bilateralmente con Defensa. Y el Principado recogió el guante.

El regidor tomó la palabra al principio del Pleno para reclamar una vez más el apoyo «unánime» de la Corporación a lo que considera «un acuerdo histórico». Redundó en su postura de que «la abstención no vale» y defendió las bondades de un acuerdo «magnífico» que, como aseguró al final de la reunión municipal, permitirá generar actividad económica. «Ya tenemos Oviedo lleno de gente y ahora queremos avanzar en el plano laboral, bajando el paro», sostuvo.

Su llamamiento, considera, pudo tener algo que ver en el cambio de postura del grupo socialista, el cual cambió la abstención de la comisión previa al Pleno por el «apoyo crítico» anunciado por su portavoz, Carlos Fernández Llaneza, al filo de la primera hora de una sesión de 90 minutos.

Esta decisión se tradujo en un mayor entusiasmo de Canteli al abandonar el salón de plenos, donde vislumbró un futuro muy esperanzador para la fábrica. «Tiene que ser un pulmón para el empleo», se propuso el regidor.

Canteli defiende el vial del interior de la fábrica como solución para proteger Santullano




El segundo teniente de alcalde y concejal de Planeamiento Urbanístico, Nacho Cuesta, presentó la aprobación inicial del convenio como «el primer paso para echar abajo los muros» de la antigua factoría e integrarla «en la trama urbana y emocional de Oviedo». El edil hizo un repaso de la evolución de las negociaciones asegurando que a mediados de 2019 las conversaciones del antiguo equipo de gobierno con Defensa estaban «paradas y al borde de la ruptura». Pero el equipo de gobierno liderado por Canteli logró revertir esa situación «incluyendo al Principado en la ecuación». A su juicio, esa complicidad con el Ejecutivo regional otorgó una mayor capacidad de interlocución con Madrid, así como un empujón al proyecto al contemplar la creación de un polo de la industria de la innovación promovido directamente por el gobierno autonómico.

Cuesta destacó entre las bondades del convenio la previsión de ganar 25.000 metros cuadrados de zonas verdes en la entrada de Oviedo, además de contribuir a la «conservación patrimonial» del complejo fabril y poder alejar el tráfico rodado de la iglesia prerrománica de Santullano a través de una nueva calle que atravesará el interior de la factoría cerrada en 2012. Además, subrayó el proyecto de polo sanitario liderado por el Principado con vistas a recuperar «o incluso superar» la actividad económica perdida por el cierre de la fábrica de armas.

Desde la oposición, tanto el portavoz socialista, Carlos Fernández Llaneza, como el de IU-Convocatoria por Oviedo, Gaspar Llamazares, coinciden en apuntar al «giro social» dado al proyecto y el margen para «seguir mejorándolo» como claves para dar su voto favorable al resultado de las negociaciones del equipo de gobierno de Alfredo Canteli.

Llamazares abrió el turno de intervenciones recordando la predisposición mostrada por la coalición de izquierdas para llegar a acuerdos «incluso antes de tener representación municipal». El edil defendió su postura en la necesidad de «bajar la tensión» frente al clima de polarización y de conseguir, «con ciertas cesiones», mejoras palpables respecto a las primeras versiones del acuerdo entre Ayuntamiento, Principado y Defensa. «Estamos ante una oportunidad histórica, de las que no estamos sobrados, que requiere de compromisos de la misma altura», declaró el concejal.

A juicio de IU, los cambios para bien han sido palpables, especialmente a la hora de dar prioridad a que las viviendas construidas en los terrenos de la fábrica sean 100% de promoción pública. «El acuerdo supone un cambio de naturaleza de una operación económica, que planteaba riesgos de especulación por una propuesta de gran contenido social», defendió, subrayando el papel jugado en las conversaciones por su grupo municipal y la Consejería de Ordenación del Territorio dirigida por el coordinador general de IU-Asturias, Ovidio Zapico.

Tras Llamazares, Sonsoles Peralta (Vox) centró su discurso en criticar «la falta de transparencia y claridad» del acuerdo, al que se refirió como «una declaración de intenciones» frente a la falta de «hechos». La portavoz de Vox mostró su convencimiento de que la firma «es más que necesaria», aunque descartó votar favorablemente por la falta de concreción sobre lo que costarán al Ayuntamiento cargas asumidas en materia de derribos, urbanización o catas arqueológicas. «Este convenio no es el deseado ni vela por los ovetenses», aseguró la concejala.

El socialista Llaneza comenzó reivindicando su larga trayectoria en la búsqueda de un proyecto ilusionante para recuperar los terrenos de La Vega. El portavoz del PSOE se remitió a artículos suyos publicados en 2018 para demostrar su particular «lucha» por convertir el complejo fabril «en un eje central y de vanguardia» de la capital del Principado. Atribuyó sus reticencias iniciales a dar el visto bueno al convenio a la necesidad de reclamar «transparencia, seriedad y ambición para el proyecto» y celebró «las mejoras palpables» conseguidas respecto al protocolo firmado en julio de 2022 por Canteli, Barbón y Robles.

Mario Arias y Nacho Cuesta hablan antes del inicio de la sesión. Miki López


Llaneza enumeró como principales logros la «desaparición» de la torre de 75 alturas planeada inicialmente, así como el indulto a diez de los doce chalés del complejo. De todos modos, consideró que «el cambio de paradigma» llegó cuando el Gobierno de Pedro Sánchez anunció un plan para construir viviendas de promoción pública en los terrenos de La Vega. «Defendimos que todo cambiaba entonces y el tiempo nos ha dado la razón». explicó en su intervención.

El candidato del PSOE a la Alcaldía en las últimas municipales definió su postura en el pleno de ayer como «un apoyo crítico» que, a su modo de entender, todavía «debe enriquecerse». A este respecto, el socialista adelantó que el PSOE aprovechará el periodo de información pública para hacer alegaciones. Renunciar al vial que desviará el tráfico de Santullano al interior del recinto fabril y reducir el número de viviendas a construir «hasta las 300 o 400» serán algunos de sus caballos de batalla.

Los socialistas anuncian que alegarán para pedir que no se construyan más de 400 pisos


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Estas últimas peticiones, especialmente la de eliminar la calle por el interior de la fábrica, no convencieron a Canteli. «Esa calle tan criticada está acordada desde el principio. Conectará La Tenderina y protege Santullano, pero parece que nadie lo ve», manifestó el primer edil al final del Pleno, instando a la oposición a tener en consideración otros logros, como la consecución del 80% de los terrenos de la fábrica «a coste cero».

El turno de réplica permitió a Nacho Cuesta repartir agradecimientos y reafirmar las bondades de la propuesta. «Agradezco pública y formalmente la actitud mostrada por IU incluso antes de formar parte de esta corporación», señaló, añadiendo que «no era sencillo hacerlo con una parte importante de su potencial electorado en contra». Aun así, Cuesta aprovechó para sacar pecho y atribuir los méritos del convenio a la labor del ejecutivo municipal. «Entiendo que otras formaciones quieran sacar rédito político, aunque a los avances en el convenio se produjeron y son correspondiente al consenso de este gobierno con Defensa y el Principado», apeló.

Afirmó Cuesta que en el gobierno ovetense siempre estuvo presente la intención de abordar el reto de La Vega atendiendo a «otros puntos de vista», con los que afirma contar también de cara a otros grandes proyectos y desafíos de la ciudad para los próximos años.

El segundo teniente de alcalde fue más crítico con Vox. Acusó a Peralta de pedir claridad al mismo tiempo que «plantea cuestiones deslavazadas y sin un hilo argumental». Afea Cuesta a la formación de Abascal que por un lado pida diligencia para actuar en La Vega y por otro aliente como alternativa al convenio «una reclamación judicial» de los derechos municipales sobre los terrenos.

El edil, que ejerció de portavoz del gobierno durante todo el pleno, respondió a la intervención de Llaneza agradeciendo su «cambio de talante» respecto al grupo socialista del mandato anterior, aunque al mismo tiempo lo acusó de «seguir un planteamiento de fondo similar» al de sus antecesores. A pesar del voto favorable del PSOE, el edil del gobierno ve intentos en determinados sectores del socialismo ovetense de poner palos en las ruedas. «Me apena que en un día que debía ser de enorme satisfacción cuestionen la trasparencia y participación en un acuerdo alcanzado con dos administraciones socialistas», reflexionó, recordando a Llaneza que la delegada de Gobierno y secretaria general de la AMSO, Delia Losa, «proclamó su orgullo» por la culminación del convenio esta misma semana.

Cuesta agradece a IU la «actitud mostrada incluso antes de estar en la Corporación»


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Ya en el segundo de turno de intervenciones, a Llamazares no le dolieron prendas en reconocer su alegría por la llegada a buen puerto del pacto urbanístico para volver a llenar de vida La Vega. «Estamos contentos y exultantes por alcanzar un acuerdo político y social tan amplio», sostuvo, valorando positivamente las mejoras realizadas desde que la votación del texto fue aplazada en septiembre. «No ha sido tiempo perdido, sino ganado. Ha dado mucha fuerza al convenio para afrontar ahora las catas arqueológicas y el futuro plan especial», añadió en relación a las negociaciones previstas a partir de la aprobación definitiva del convenio, programada para dentro de dos o tres meses.

Seguidamente, Peralta reafirmó su postura, y Llaneza replicó a Cuesta, acusándole de que no le había escuchado en su primera intervención. «Vamos a votar que sí porque Oviedo lo merece», anunció. El concejal socialista se sacudió las acusaciones de haber cambiado su postura para aprobar al final el acuerdo, atribuyendo un cambio de postura al gobierno. «Estamos donde hemos estado siempre. Son ustedes los que han cambiado», proclamó, repartiendo méritos entre las movimientos vecinales y colegios profesionales cuya movilización, según Llaneza, obligó al ejecutivo a reconducir un proyecto en el que apreció la falta de «un proceso de participación» ciudadana.

Tras los dimes y diretes, llegó el momento de la votación. A los 14 votos favorables de Canteli y los trece ediles populares se sumaron las siete manos alzadas del grupo socialista y los tres apoyos adelantados hace ya unos días por los tres ediles de IU. En total, 24 votos a favor a los que siguieron cero votos en contra y las tres abstenciones de Vox, para cerrar un pleno calificado por muchos de los asistentes como «histórico» para Oviedo.

Antes de levantar la sesión, Canteli volvió a tomar la palabra, en esta ocasión para reconocer méritos a la corporación. «Queda aprobado el convenio. Quiero agradeceros de verdad las intervenciones y el respeto. Espero que sigamos en esta línea», manifestó el Alcalde justo antes de desear un feliz año a todos los concejales y asistentes. Los grupos no tardarán a volver a verse las caras, pues el martes está convocado el primer pleno ordinario de 2024, un nuevo ejercicio en el que el Ayuntamiento prevé, además de aprobar de forma definitiva el plan de La Vega, poner los cimientos para que los proyectos industriales, culturales y residenciales se hagan pronto realidad. «Será fabuloso para Oviedo», vaticina Canteli en uno de sus días «más felices» desde que tomó el bastón de mando.