A falta de una sesión para cerrar el año, el Ibex 35 puede darse por satisfecho: termina el año en los 10.087 puntos con una revalorización del 21,20%. Es el mejor resultado anual desde 2009, cuando el índice bursátil se anotó un alza del 29,84%. Rovi, Inditex y los bancos, capitaneados por BBVA, han sido los artífices del alza que ha registrado el Ibex en un año marcado por las elecciones generales y municipales, con su consecuente formación de Gobierno, la escalada de los tipos de interés y la apertura de un nuevo conflicto en la franja de Gaza. Así, el selectivo español se coloca en segunda posición del podio europeo, solo por detrás del italiano FTSE MIB, que ha subido un 25,90%.
El Ibex 35 ha conseguido romper varios récords, especialmente a dos meses de finalizar el año. A finales de noviembre superó la barrera psicológica del 10.000 tres años después del descalabro sufrido por el inicio del confinamiento en plena pandemia del covid. Un par de semanas antes, era Inditex quien superaba su cota máxima en Bolsa datada de junio de 2017 y ya es la segunda firma con más peso en el índice con una capitalización de 124.050 millones de euros. Después de saberse su traslado de sede a Países Bajos, una decisión bien acogida por los inversores, Ferrovial alcanzó nuevos máximos históricos en las mismas fechas tras anunciar la venta de su participación del aeropuerto londinense de Heathrow, valorada en 2.700 millones de euros.
Pero también hubo espacio para las caídas. El colapso de Silicon Valley Bank, del Signature Bank y de Credit Suisse provocaron semanas de descensos diarios de los bancos europeos en Bolsa, incluidos los seis que pertenecen a este índice, que en ocasiones rozaban el 10%. En tres semanas, la banca española perdió un 14,7% de la capitalización bursátil conjunta que tenía al cierre de mercado del 9 de marzo, fecha de la quiebra de las dos primeras entidades bancarias estadounidenses, unos 87.000 millones de euros.
Pese a los sustos del primer semestre, el Ibex 35 consiguió remontar y superar a la mayor parte de sus homólogos europeos. El alemán DAX 40 cerró el año con una revalorización anual del 18,73%, mientras que su vecino francés, el CAC 40, creció un 14,54%, y el Euro Stoxx 50 un 17,27%. Debido a las turbulencias políticas del último año, el británico FTSE 100 acaba el 2023 con una rentabilidad del 2,91%. Ha sido el primer año de legislatura de Reino Unido con Rishi Sunak al mando tras la salida abrupta de Liz Truss en octubre de 2022 tras haber permanecido en el cargo apenas 45 días. El ránking europeo está encabezado por Italia, con una revalorización de su principal selectivo, el FTSE MIB, del 25,90%. El país alpino solo aguantó el aliento durante dos jornadas de agosto, cuando el sector bancario italiano perdió 9.000 millones como consecuencia de un nuevo impuesto del 40% sobre los beneficios extraordinarios de la banca que finalmente fue suavizado.
Si comparamos el Ibex 35 con las Bolsas estadounidenses, solo supera al Dow Jones, que se ha revalorizado un 13,48% al cierre de este artículo. El Nasdaq sorprende con un 54,60% impulsado por el auge de la inteligencia artificial con Nvidia a la cabeza (240,30%) y Meta (199,93%), mientras que el S&P 500 se revalorizó un 24,40% en el último año.
Inditex y los bancos, los mayores impulsos
El buen comportamiento del Ibex 35 se explica por el alza de los valores bancarios, que conforman la cuarta parte del selectivo. De ellos, BBVA es la cuarta empresa que más se ha revalorizado por detrás de Rovi, Inditex y ACS con un 55,83% de subida y ha impulsado al resto del sector al alza. «A principios de año subieron por el alza de los tipos de interés, pero les ha perjudicado este último mes por las expectativas de bajadas de los bancos centrales», explica Javier Cabrera, analista de XTB.
Tanto la Reserva Federal estadounidense como el Banco Central Europeo decidieron en los últimos meses mantener las tasas en una horquilla de entre el 5,25% y el 5,5% para el primer caso y en el 4,5% en el segundo. En sus últimas ruedas de prensa posteriores a las reuniones sobre política monetaria, ambos presidentes de los bancos centrales abrieron la puerta a bajar los tipos de interés en el 2024, algo que ha espoleado el optimismo de los inversores y, a su vez, ha desinflado el interés por los valores bancarios.
A estas previsiones se une una certeza de última hora: el Gobierno mantendrá el impuesto extraordinario a la banca que grava el 4,8% de los ingresos típicos de 2022 y 2023. «Es una medida controvertida que resta atractivo al sector y la remuneración para los accionistas», subraya Rafael Alonso, analista de Bankinter, puesto que «reduce la capacidad de generar capital en un momento macro incierto.
La firma presidida por Marta Ortega también ha influido en la buena marcha del Ibex 35 con una revalorización del 64,53%. Inditex consiguió un nuevo récord al ganar 4.102 millones en los primeros nueve meses del año pese a una desaceleración del 6,7% de sus ventas entre agosto y octubre y de cerrar sus 84 tiendas en Israel por el conflicto. «Los buenos resultados vienen de realizar inversiones, del plan de los últimos años que está dando sus frutos y de la nueva cúpula directiva, que traslada un mensaje de crecimiento a los inversores», puntualiza Cabrera.
¿Un 2024 mejor?
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Después de un buen año, los analistas se muestran cautelosos a la hora de predecir cómo será el 2024. Ahora que el Ibex 35 ha alcanzado los 10.000 puntos, se debería pensar en llegar a la zona de resistencia de los 10.250 puntos. «La debilidad y agotamiento de sectores como el bancario serán claves a la hora de acentuar un movimiento un otro», afirma Javier Molina, analista senior de mercados de eToro.
Eso sí, hay margen para el optimismo. «Esperamos un año mucho más tranquilo», resume Cabrera, aunque no se repetirán las subidas que se han visto en los últimos 12 meses. Para los analistas de Bankinter, «el retroceso de las presiones inflacionistas, el comienzo de un ciclo con recortes en tipos, la mejora gradual de los resultados empresariales y un contexto geopolítico más benigno ofrecen un escenario favorable para bonos y Bolsas en 2024» y añaden que, al mismo tiempo, no significa que no se den etapas de estancamiento o de reajuste de expectativas si se producen repuntes de inflación o un debilitamiento económico mayor al esperado.