Los socialistas Tomás Rodríguez y María José Blasco, números 6 y 7 del PSOE en las listas del Ayuntamiento de Pamplona, han renunciado a sus actas de concejales a sólo 24 horas de la moción de censura que dará la Alcaldía a EH Bildu.

El PSN tiene un concejal menos en el Consistorio después de que Elma Saiz fuera nombrada ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y su puesto iba a ser asumido por el siguiente en la lista: Tomás Rodríguez. Sin embargo, ha renunciado a su acta «tras los constantes señalamientos y ataques por parte de UPN y de la propia alcaldesa, Cristina Ibarrola», según informan los socialistas navarros. 

Rodríguez ocupó el sexto puesto en la lista electoral presentada por el PSN a las elecciones municipales, en las que consiguieron cinco concejales en Pamplona, y tras su renuncia correspondería a María José Blasco (séptima en la lista) el puesto, aunque finalmente será para el octavo de la lista, Miguel Matellanes, un joven de apenas 23 años que es estudiante de Derecho y Ciencias Políticas y exasesor parlamentario en el Parlamento Europeo.

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El argumento del PSN para justificar esta segunda renuncia se limita a que el trabajo de concejala es incompatible con su actual empleo. Ninguno de los dos, ni Tomás Rodríguez ni María José Blasco, ha explicado personalmente las razones de su renuncia. 

De esta forma, los socialistas tendrán un concejal menos, cuatro, en el pleno que se celebrará este jueves en el Ayuntamiento de Pamplona para votar la moción de censura contra la alcaldesa de UPN, Cristina Ibarrola, que cederá la vara de mando a Joseba Asiron (EH Bildu) gracias al pacto alcanzado por la formación abertzale y el PSN.

A pesar de ello, el éxito de la moción de censura está garantizado porque los cuatro grupos que la respaldan –EH Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin- suman 15 concejales (de 27), uno más de los necesarios para que salga adelante. 

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El PSN denuncia «presiones»

El secretario de Organización del PSN-PSOE, Ramón Alzórriz, ha denunciado las «continuas presiones ejercidas por UPN propias de otros tiempos y totalmente cuestionables democráticamente» para justificar estas renuncias. 

En rueda de prensa este martes incidió en el señalamiento realizado por la propia alcaldesa Ibarrola así a como a los «continuos ataques desde las diferentes redes sociales y medios afines en los que se ha señalado a través de fotografías a los concejales PSN-PSOE». 

«Los señalamientos, que es lo que van a promover ahora las derechas, vestido de un discurso moral y patriótico, son discursos muy peligrosos, de otros tiempos que nunca deberían volver”, explica Alzórriz. Con todo ello, entiende que UPN «debe dejar el camino destructivo, asumir las reglas del juego y no marcar al que piensa diferente».

Esparza responde

Ante las acusaciones, Javier Esparza, presidente de UPN, ha pedido al PSN que «deje el victimismo y empiece a asumir que la decisión de aliarse con EH Bildu para regalar el Ayuntamiento de Pamplona a Asiron repugna incluso a sus propios cargos públicos y a muchos de sus votantes». 

Esparza ha considerado como «el colmo del cinismo» las declaraciones de Ramón Alzorriz y ha afirmado que «el PSN de nuevo pretende comparar a UPN con la antigua Herri Batasuna, lo que todavía le hace perder más credibilidad en la sociedad navarra, que conocen perfectamente cómo se comportaban unos y cómo nos comportamos otros».