El palacio de San Telmo de Sevilla ha sido testigo de la subida de salario del Gobierno de Moreno Bonilla, que será aprobada por los dirigentes y 269 altos cargos de la Junta. En concreto, el presidente autonómico cobrará un 22% más, hasta los 87.333 euros anuales. En este sentido, el escritor, periodista y poeta Benjamín Prado ha reflexionado sobre las elevadas retribuciones de algunos políticos de derechas que aumentan sus propios salarios mientras renuncian a los aumentos del Salario Mínimo Interprofesional.

Para ser más exactos, Moreno Bonilla pasará de cobrar los actuales 71.667 euros/año a 87.333 euros a partir de 2024, un incremento del 22%, según ha adelantado ABC Sevilla. Con este aumento, el dirigente autonómico pasa a superar la media nacional de dirigentes autonómicos y pasa de la penúltima posición a la sexta. Los 87.333 euros que comenzará a percibir le sitúan todavía por debajo del sueldo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (90.010) y aún lejos de los tres líderes autonómicos mejor pagados: Isabel Díaz Ayuso (103.090), Íñigo Urkullu (113.278) y Pere Aragonès (136.177).

Sobre estos elevados sueldos se ha pronunciado Benjamín Prado, dejando una sonora reflexión en su perfil de X (antes Twitter). «Algunos de ellos se oponen a subir el salario mínimo. Juanma Moreno cobra 71.667,36 € anuales -sus consejeros y viceconsejeros 66.858 y 62.740 y muchos de sus altos cargos una ayuda para el alquiler-. Aragonés, Urkullu y Ayuso cobran 136.177, 113.278 y 103.090, respectivamente», ha expuesto, señalando el que todavía era el anterior salario de Moreno Bonilla y que ahora es todavía más elevado, y recordando la oposición de estos políticos a aumentar la retribución salarial mínima de los trabajadores españoles.

 

Ayuso y sus pegas al aumento del SMI

De los mencionados dirigentes, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha sido históricamente una de las más críticas con las subidas del Salario Mínimo Interprofesional.

En enero de 2022, cuando el SMI ascendió hasta los 1.000 euros mensuales repartidos en 14 pagas, la dirigente madrileña sostuvio que «cuantas más imposiciones se ponen a la empresa, menos se contrata», atreviéndose a calificar de «imposición» el pago de un salario digno que permitiese a los trabajadores tener un poder adquisitivo acorde a la inflación y al coste de la vida. Así respondió la dirigente a los periodistas después de un acto en la sede de CEIM, cuando fue preguntada por una de las numerosas convocatorias de Yolanda Díaz a las meses de diálogo social para subir el salario mínimo, retribución que en la actualidad asciende hasta los 1.080 euros mensuales y que no ha supuesto el colapso económico ni el apocalipsis laboral como algunos auguraban.

«Yo creo que con el dinero de los demás, con el de los empresarios, es fácil hacer propuestas. Este Gobierno tiene por sistema irrumpir en las decisiones de lo consejos de administración y en las economías de las personas que verdaderamente crean empleo en este país, que son los empresarios», opinó Isabel Díaz Ayuso, cargando una vez más contra el Gobierno.

Para Ayuso, el Ejecutivo no tiene presente que estas medidas «normalmente no ayudan a crear empleo y que, directamente, atentan contra la posibilidad de los jóvenes y de las economías más vulnerables de hacerlo». «Cuanto más rígido es el sistema, cuántas más imposiciones se ponen a la empresa, menos se contrata», añadió, pasando por alto que el aumento del salario mínimo no tiene como objetivo crear nuevos puestos de trabajo, sino ofrecer condiciones más dignas y adaptadas a la realidad económica del país.