Un nuevo estudio ha revelado que las aves marinas, como los albatros errantes, podrían estar utilizando el sonido de baja frecuencia, conocido como voces del mar, para navegar a través de los océanos y encontrar comida de manera eficiente.

Una nueva investigación sugiere que el sentido del oído de algunas aves marinas juega un papel crucial en sus largas travesías, que pueden superar los 10.000 kilómetros en un solo viaje de búsqueda de alimento.

Las aves marinas son conocidas por sus impresionantes distancias de viaje, con ejemplos notables como el charrán ártico, que migra desde el Ártico hasta la Antártida y viceversa anualmente.

Los albatros errantes (Diomedea exulans), en particular, que han sido el objeto de la nueva investigación, pueden volar distancias equivalentes a diez veces el viaje de ida y vuelta a la Luna a lo largo de su vida.

Uso del Infrasonido

El infrasonido es un tipo de sonido de muy baja frecuencia que puede viajar miles de kilómetros. Si bien normalmente es inaudible para los humanos, algunos animales pueden oírlos perfectamente.

Un infrasonido especial se produce cuando las olas chocan entre sí o contra las costas. Esa frecuencia se conoce como microbarom o voz del mar e indica la presencia de vientos fuertes: los albatros dependen del viento para volar de manera eficiente.

Las áreas de alta actividad de olas pueden estar asociadas también con surgencias, un proceso oceanográfico que consiste en el desplazamiento ascendente de masas de agua fría y a niveles profundos hacia la superficie del océano: provoca que los peces salgan a la superficie.

Los microbarums podrían proporcionar asimismo información sobre dónde están estas áreas e informar a las aves sobre buenas zonas de alimentación, aseguran los investigadores en su artículo.

Además de ayudar a localizar condiciones favorables para la alimentación, el infrasonido generado por el choque de las olas contra las costas podría informar a las aves marinas sobre la ubicación de características estáticas como las líneas costeras. Esto sería especialmente útil para las aves que utilizan la costa para seleccionar sus rutas de vuelo y regresar a sus colonias de cría.

Confirmación experimental

La nueva investigación ofrece la primera evidencia empírica de que las aves marinas pueden responder al infrasonido para alimentarse, mapear sus recorridos y ahorrarse horas de vuelo en sus migraciones.

La evidencia se ha obtenido a través de una red de sensores instalados por la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO), instalado en su día para detectar pruebas nucleares.

Sin embargo, las enormes cantidades de datos que acumulan estos sensores tienen otras aplicaciones para los científicos: en este caso, sirvieron para combinarlos con datos de seguimiento GPS de 89 albatros errantes y constatar si hay una relación entre los indicadores de los microbarums con los movimientos de las aves marinas.

Esta comparación permitió comprobar cómo estos albatros parecían tomar decisiones sobre dónde ir a tenor de lo que indicaban los microbarums eligieron la dirección que indicaba el infrasonido más fuerte.

Esto sugiere que las aves podrían utilizar infrasonidos también para encontrar comida o minimizar la energía que utilizan en sus viajes. Sin embargo, este estudio no puede concluir con seguridad por qué las zonas más ruidosas son mejores para las aves.

Nuevas perspectivas

Este hallazgo abre nuevas perspectivas sobre cómo las aves marinas pueden percibir y utilizar señales acústicas en sus largas migraciones y búsquedas de alimento.

Aunque se necesita más investigación para comprender completamente cómo el infrasonido afecta el comportamiento de navegación de estas aves, los resultados actuales sugieren que el sentido del oído es más importante en la vida de las aves marinas de lo que se pensaba hasta ahora.

Referencia

Albatrosses orient toward infrasound while foraging. Lesley H. Thorne. PNAS, October 9, 2023, 120 (42) e2314980120. DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.231498012