El año 2024 está a punto de empezar y con él los miles de propósitos que cada año tenemos. Por ejemplo, si van a emprender una aventura agraria este es su artículo.
Enero es uno de los meses por excelencia del invierno y esta estación nos brinda maravillosos paisajes nevados, helados y cubiertos de niebla, tan bonitos como peligrosos para la supervivencia de los cultivos. Para prever todos estos riesgos, y además aprovechar las oportunidades de cada época, ahora arrancan calendarios, como el de siembra, que hacen de las experiencias pasadas una garantía de éxito.
Climatológicamente, enero es el mes más frío del año en España, con una temperatura media del país que ronda los 8,4 ºC, aunque hay diferencias entre distintas zonas del territorio. Suele ser un mes en el que abundan las calmas anticiclónicas y, consecuencia de ello, muchas veces aparecen la escarcha, el rocío blanco y la cencellada.
Enero se encuentra en una época del año donde, además, esos amaneceres fríos a veces vienen acompañados de maravillosas estampas nivosas. Sin embargo, esa nieve puede ser terrible para los cultivos, aunque sean propios de la época, porque corren el riesgo de morir congelados. Pese al frío, este mes es un período clave para las labores agrícolas y muchas actividades ganaderas. Buen ejemplo de ello son los dichos populares de enero, que sirven de vehículo para conocer qué se debe hacer y qué no durante el primer mes del año. Por ejemplo: «Poda en enero y cava en febrero, y conseguirás un racimo entero».
Esto parece que ocupa solo a zonas rurales, pero quien tiene suerte de tener un jardín, un balcón o una terraza puede apostar por un huerto urbano y cultivar los cultivos propios de enero. Estos tienen que ser fuertes, resistentes a las bajas temperaturas y a la humedad. Sobre todo, es necesario que los protejamos de las heladas si queremos que germinen y crezcan. Si hay riesgo de hielo, bastará con sembrar en un pequeño túnel cubierto con plástico para crear una estructura cubierta o poner mallas antiheladas.
En esta pequeña lista parecen dignas de mención las acelgas, las espinacas, la remolacha y los guisantes, que son muy resistentes al frío y los podemos cultivar tranquilamente en un semillero al aire libre. También son cultivos generosos el pimiento y el tomate, siempre que se siembren en regiones templadas de nuestro país. De lo contrario, es mejor esperar a febrero o comenzar por un semillero protegido.