Los Windsor han asistido este lunes, 25 de diciembre, a la tradicional misa de Navidad celebrada en la iglesia de St Mary Magdalene, cercana a su finca de Sandringham. Carlos III (75 años) ha conseguido reunir a casi toda su familia, sin embargo, este año ha habido dos grandes ausencias: la del príncipe Harry (39) y Meghan Markle (42).
La finca privada de Norfolk vuelve a acoger las típicas fiestas reales con casi toda la familia presente, tanto la de la reina Camila (76) como la del Rey. Por otro lado, los Duques de Sussex pasarán el día en Los Ángeles con sus hijos, el príncipe Archie (4) y Lilibet (2).
A pesar de que el hijo de Isabel II ya debutó como Rey en 2022, este año ha organizado su primera Navidad tras la coronación, que tuvo lugar el pasado mes de mayo. Así, los miembros de la Familia Real británica se han unido una vez más para celebrar esta época del año.
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Ha sido a partir de las 12:00 de la mañana -las 11:00 horas en Reino Unido- cuando el monarca -que lucía el mismo abrigo camel que el año pasado– y su esposa han liderado el paseo de la Familia Real británica hasta la iglesia, intentando reflejar una vez más la unidad de los Windsor, aunque, una vez más, sin Harry y Meghan.
Tras ellos se encontraban el príncipe Guillermo (41), Kate Middleton (41) y sus tres hijos, George (10), Charlotte (8) y Louis (5), quienes se han mostrado de lo más sonrientes. Ha sido Louis quien ha acaparado todas las miradas, ya que ha protagonizado una bonita estampa familiar. El pequeño iba andando mientras le agarraba la mano a su prima, Mia Tindall (8), nieta de la princesa Ana (73). Un gesto que ha enamorado a todos los allí presentes.
La segunda de los hijos de la reina Isabel II y de su marido, el príncipe Felipe, ha llegado acompañada de su marido, Timothy Laurence (68), y ambos lucían la misma bufanda a rayas gris y camel, un detalle que no ha pasado desapercibido.
Otros miembros de la Familia Real como, Zara (42), Mike Tindall (45), su hija Lena (5), Lady Louise Windsor (20) y los duques de Edimburgo, Sofía (58) y Eduardo (59), tampoco han querido perderse este momento tan especial para la Corona.
Quien también se ha llevado todas las miradas ha sido el príncipe Andrés de York (63), quien, rodeado del escándalo sexual de Jeffrey Epstein, cobrará mayor relevancia el año que viene con la publicación de cientos de archivos de un caso de difamación tras un fallo de un juez estadounidense.
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No obstante, ha sido su exmujer, Sarah Ferguson (64), quien ha eclipsado la ceremonia. Ella ha aparecido después de 30 años sin asistir a esta misa, caminando junto a su exmarido y sonriendo a la prensa. Cabe recordar que Ferguson fue operada en verano por un cáncer de mama. Sus hijas, la princesa Beatriz (35) y Eugenia (33), también se personaron en el lugar.
Después, Carlos III ha dado su discurso navideño, el cual se ha centrado en la compasión por los demás. «En un momento de conflicto cada vez más trágico en todo el mundo, rezo para que también podamos hacer todo lo que esté en nuestro poder para protegernos unos a otros. Las palabras de Jesús parecen más relevantes que nunca: ‘Haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti'», ha señalado.
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