En varias de las múltiples presentaciones de perspectivas de mercados para 2024 a las que hemos acudido, los expertos explicaban, a preguntas de Bolsamanía, que, aunque el próximo año estará plagado de acontecimientos geopolíticos con potencial de convertirse en ‘cisnes negros’, las bolsas no se verán impactadas por ellos porque lo que preocupa es la evolución de la economía y lo que vayan haciendo los bancos centrales y eso, en cierta medida, parece controlado.
Para 2024, la generalidad prevé, a saber: tipos más bajos, menor inflación, ralentización económica sin recesión y unas bolsas que seguirán haciéndolo bien. Esto, a grandes rasgos, se basa en los mismos factores que han dominado los mercados este año: la evolución de los precios, las políticas monetarias de los bancos centrales para frenarlos y el aguante de la economía frente a la dureza de estos.
Sin embargo, por mucho que se empeñen, por mucho que nadie lo mencione casi o que insistan en que la geopolítica es ‘ruido’ con un impacto transitorio y limitado en los mercados, hay tantísimos eventos el próximo año y tan, tan relevantes, que resulta demasiado osado aventurar que su impacto apenas se notará en las bolsas.
Recuerdo que, en diciembre de 2021, yo misma escribía un artículo con un titular similar a este: ‘Ucrania, el principal riesgo político para 2022 que los inversores prefieren ignorar’. El mundo salía de la pandemia de Covid-19 y parecía impensable que, después de lo vivido, y de forma voluntaria, alguien quisiera iniciar una guerra. Pero ocurrió. Y, desde luego, tuvo un impacto económico claro en forma de crisis energética, lo que disparó la inflación.
Ahora, la agenda ya viene avisando de que 2024 será un año tremendo, en el que acudirá a las urnas nada menos que el 50% de la población mundial, y en el que pueden pasar muchas cosas inesperadas que no se pueden obviar, y más en un mundo en el que parece tan ‘fácil’ declarar una guerra, especialmente después de lo que hemos visto en Israel este mismo año.
TAIWÁN INAUGURA 2024
«El evento clave del próximo año serán las elecciones en Taiwán del 13 de enero». Así lo creen los expertos de Danske Bank y, con permiso de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de noviembre, desde luego lo es. De hecho, lo que ocurra puede marcar el año, dado que las elecciones taiwanesas están a la vuelta de la esquina.
El resultado será crucial para determinar si las relaciones tensas entre China y Taiwán continúan durante otros cinco años o si las cosas podrían calmarse. La actual presidenta, Tsai Ing-wen, del Partido Progresista Democrático (DPP), ha gobernado durante dos mandatos y no es elegible para la elección, siendo William Lai el principal candidato del DPP, claramente inclinado hacia la independencia.
«Vemos un riesgo muy bajo de que China invada Taiwán ya que no tiene una posición militar que le permita hacerlo»
El principal contendiente es Hou You-Ih del Kuomintang (KMT). El KMT tradicionalmente ha adoptado una postura de menor confrontación hacia Beijing, aunque no ha respaldado la reunificación.
Las tensiones en el estrecho de Taiwán comenzaron a intensificarse cuando el DPP tomó el poder del KMT en 2016, coincidiendo con la elección de Donald Trump en Estados Unidos ese mismo año.
Durante mucho tiempo, Lai, del DPP, ha liderado las encuestas por un amplio margen de alrededor del 20%, pero en las últimas, el KMT ha ganado terreno y ha reducido la brecha a 5 puntos porcentuales. Hay un tercer partido en la contienda, el Partido Popular de Taiwán (TPP), pero su candidato, Ko Wen-je, ha perdido terreno recientemente en los sondeos.
«Todavía parece probable que tengamos otros cuatro años de DPP en el poder y un alto nivel continuo de tensiones en el estrecho de Taiwán. Sin embargo, si el equilibrio cambia y el KMT toma la delantera, es posible que veamos un cambio de dinámica», escriben los analistas de Danske Bank.
Los candidatos presidenciales participarán en un único debate el 30 de diciembre, dos semanas antes de los comicios.
«¿Existe el riesgo de que China invada Taiwán? Vemos el riesgo como muy bajo, ya que China no tiene una posición militar que le permita hacerlo con una alta probabilidad de éxito y porque vendría con un enorme coste económico también», afirma Danske.
ELECCIONES EN EEUU, CLAVES PARA LA RELACIÓN CON CHINA
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que se celebrarán el 5 de noviembre, serán naturalmente claves para las relaciones entre Estados Unidos y China. «Tras la reciente mejora en las relaciones entre ambos, y el énfasis de Biden en el diálogo con China, es probable que los republicanos critiquen a Biden por ser ‘débil frente a China'», opina Danske Bank.
Donald Trump ha acusado a Joe Biden de ser pro-China en varias ocasiones. No hay más que recordar lo tensas que eran las relaciones entre las dos principales potencias económicas mundiales durante el mandato de Trump.
«Si Trump gana, podríamos ver fácilmente el retorno de la guerra comercial entre Estados Unidos y China»
«¿Qué pasará si gana Trump? Siempre es difícil especular sobre lo que hará. Pero sabemos de su primer mandato, que fue duro con China en cuanto al comercio, con asesores y altos funcionarios como su último Secretario de Estado, Mike Pompeo, quien en marzo de 2022 sugirió que era hora de declarar la independencia de Taiwán (cuando ya no era Secretario de Estado)», recuerda Danske Bank.
Peter Navarro y Robert Lighthizer fueron muy beligerantes con China, pero principalmente en cuestiones comerciales, un tema que parece estar más cerca del corazón de Trump. «Si Trump regresa a la Casa Blanca, podríamos ver fácilmente el retorno de la guerra comercial entre Estados Unidos y China«, aventuran desde el banco danés.
¿Y qué pasa con Taiwán si gana Donald Trump? En verano, este criticó a Taiwán cuando dijo que «se llevó todo nuestro negocio de chips». Se abstuvo de aclarar si Estados Unidos defenderá a Taiwán. «Con Trump, todo se trata de acuerdos, y parece que usaría la defensa de Taiwán por parte de Estados Unidos como moneda de cambio (sin doble sentido) para obtener más inversiones de Taiwán en la producción de chips en Estados Unidos», afirman estos analistas.
Con todo, el escenario base de Danske sigue siendo que Estados Unidos y China «continuarán siendo férreos rivales en el futuro previsible» y tendrán una relación montañosa que oscilará entre períodos más estables, como es el caso actual, y momentos de alta tensión, como la visita de Pelosi a Taiwán y el globo chino sobre Estados Unidos.
Además de todo esto, Danske Bank dice que una victoria de Trump sería una «mala noticia para Ucrania y para la OTAN». Trump ha rechazado la invitación de Zelensky a Kiev. El Congreso de Estados Unidos ya disiente sobre un mayor apoyo a Ucrania y, con la creciente deuda pública y déficits crónicos, es probable que se den prioridad a los problemas internos en lugar de a un conflicto en Europa.
ELECCIONES AL PARLAMENTO EUROPEO
Las elecciones al Parlamento Europeo, del 6 al 9 de junio de 2024, podrían tener implicaciones tanto para las relaciones entre la Unión Europea (UE) y China como para las relaciones entre la UE y Estados Unidos, así como para el apoyo a Ucrania en lo que respecta a la aprobación de acuerdos comerciales y paquetes de ayuda. Sin embargo, el órgano decisorio final en la política exterior de la UE es el Consejo Europeo, que comprende los jefes de estado y de gobierno de los países de la UE.
Más de 4.000 millones de personas acudirán a las urnas en 2024 en más de 70 elecciones
«Esta característica minimiza la importancia de las elecciones al Parlamento Europeo el próximo año. Quizás lo más relevante es que las elecciones son un indicador del sentimiento nacional sobre la UE«, afirman desde Danske.
En las recientes elecciones y encuestas nacionales, se ha visto un aumento en la popularidad de los partidos populistas de derecha, y parece probable que grupos similares ganen fuerza en las elecciones al Parlamento Europeo de 2024. Sin embargo, desde el banco danés creen que es «extremadamente improbable» que estos grupos de derecha obtengan más de 353 miembros del Parlamento, requeridos para una mayoría absoluta en la toma de decisiones.
En cuanto a las relaciones entre la UE y China, el enfoque sigue estando en las nuevas tensiones comerciales. «No prevemos una gran guerra comercial como la guerra comercial entre Estados Unidos y China bajo Trump, pero podríamos ver batallas comerciales a pequeña escala en áreas seleccionadas en los próximos años».
OTRAS ELECCIONES INTERESANTES
Además de las elecciones en Estados Unidos, Taiwán y para el Parlamento Europeo, tenemos otras elecciones interesantes el próximo año. De hecho, más de 4.000 millones de personas acudirán a las urnas en 2024 en más de 70 elecciones. Indonesia, una potencia emergente y candidata a unirse al recientemente ampliado BRICS+, celebrará elecciones generales en febrero, e India, el país más poblado del mundo, celebrará elecciones generales entre abril y mayo.
«A pesar (o quizás gracias) de su represión a los medios de comunicación, activistas y minorías, el primer ministro indio Modi sigue siendo muy popular y su partido está en primera posición. Su victoria probablemente significaría que el retroceso de la democracia india continúe«.
En Europa, tanto Rusia como Ucrania tienen programadas elecciones en marzo de 2024. En Ucrania, parece probable que las elecciones se pospongan, ya que sería difícil realizar una votación segura en muchas regiones. Por lo tanto, es probable que Zelenski permanezca en el poder incluso después de marzo.
Los rusos también acudirán a las urnas a mediados de marzo. «Aunque hay poco entusiasmo sobre el ganador, el elemento de interés es si veremos alguna protesta pública en torno a las elecciones«. La última ola importante de protestas en Rusia fue en enero de 2021 cuando el líder opositor, Alexei Navalnyi, fue detenido.
Igualmente se prevén elecciones en Reino Unido, que se adelantarían, ya que la legislatura acaba en enero de 2025.
Finalmente, en 2024, el enfoque seguirá estando en Oriente Medio. El tráfico comercial en el Mar Rojo ha sido interrumpido por ataques llevados a cabo por los rebeldes hutíes de Yemen, y muchas embarcaciones están tomando una ruta más larga alrededor de África. Por ahora, Danske Bank no ve esto como un riesgo importante para las cadenas de suministro globales, pero la situación merece ser monitoreada. «Al mismo tiempo, visualizar el futuro de Gaza plantea más preguntas que respuestas. ¿Quién la reconstruirá? ¿Quién la gobernará? ¿Y cuál es el camino hacia la reconciliación entre árabes e israelíes que viven unos al lado de otros?»