El matrimonio entre PP y Vox se ha materializado en varias comunidades autónomas en los últimos tres meses y este mismo martes en el Congreso sus líderes, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, escenificaron la consolidación de su alianza frente a la coalición de partidos de izquierda y los nacionalistas que, en palabras del líder gallego, van camino de acometer una «anomalía democrática». Pero el lazo que une a ambos partidos se partió en Madrid tras la mayoría absoluta del PP y ni Isabel Díaz Ayuso ni Rocío Monasterio han arrancado el curso político madrileño con gestos que hagan pensar que la sintonía entre ellas se vaya a restablecer.
El grupo de Rocío Monasterio en la Asamblea de Madrid terminó la legislatura paralizando varios proyectos del Gobierno autonómico y comienza este nuevo periodo de sesiones advirtiendo de que no cambiará de posición en algunos de ellos. La tensión entre las dos líderes fue in crescendo en los últimos meses antes de las elecciones del 28 de mayo por sus desencuentros políticos y la posición de ambas apunta que la tirantez entre ambos grupos continuará estos próximos meses.
La portavoz de Vox acudirá a la ronda de contactos con Ayuso de cada inicio de curso, convocada para el 11 de septiembre, con ánimo de «escuchar» sus propuestas, señalando que este encuentro suele ser siempre «amable», pero a partir de ahí cada una tiene su guerra. Ayuso arrinconar a Vox en la región para seguir sumando a sus votantes a sus filas, y Monasterio iniciar una legislatura en la que pueda demostrar que sigue siendo un partido útil para los madrileños y también para su propio partido. A pesar de los movimientos internos de este verano en la cúpula de Vox, que se saldaron con la marcha de Iván Espinosa de los Monteros, y la debilidad en la que se encuentra Monasterio en su partido frente a otros líderes regionales que han cogido peso tras las elecciones autonómicas, la portavoz ultra asegura que sigue «comprometida» con su partido y que permanece en su posición porque cuenta con el «respaldo de la dirección».
«No es necesario el acuerdo»
Si Monasterio adelantó que seguirá insistiendo en algunas de sus iniciativas y no modificará postura en aquellas que le confrontaron con Ayuso, en el PP de Madrid tampoco hacen ningún esfuerzo por visibilizar que debe haber un entendimiento entre ambos partidos en consonancia con lo que ocurre a nivel nacional u otras comunidades autónomas. La mayoría absoluta que le dieron las urnas permite al PP ignorar las peticiones que llegan de Vox, y si ya en la pasada legislatura navegaron para sortear algunas de sus iniciativas, sin negarse a ellas pero diluyendo su contenido cuando no convenía a sus intereses, a partir de ahora lo harán sin reparos. Vox será tratado por el PP de la misma forma que PSOE y Más Madrid. Que no les hacen falta lo dejó claro el portavoz del PP en la Asamblea, Carlos Díaz Pache, tras la primera reunión de la junta de portavoces en este nuevo periodo de sesiones: «Vamos a buscar el apoyo de todos los grupos, sabemos que cuanto más consenso tengan las iniciativas mayor legitimidad, pero no hay que olvidar que tenemos mayoría absoluta y no es necesario ese acuerdo«.
Este mismo martes, Ayuso dejaba claro en Twitter su malestar por que desde Vox se haya cuestionado el mensaje de alerta de Protección Civil de la Comunidad de Madrid por la Dana de este pasado domingo. Vox apuntó que no era necesario un envío masivo de mensajes sino que solo deberían recibirlo quienes lo solicitaran. La presidenta madrileña aprovechó para censurar a Vox y cuestionarlo en dos campos donde el partido de Abascal incide permanentemente, los extranjeros y menores: «En la zona podría haber estado una familia de otra comunidad o unos turistas que no dominan el español. En muchos países esta alerta es de gran ayuda ante la desaparición de menores, por ejemplo».
Próximos hitos
El primer gran hito en la Asamblea de Madrid para comprobar la relación entre ambos partidos será el proyecto de presupuestos. Ayuso necesita renovarlo para 2024 después de haber tenido que prorrogar los de este año precisamente porque Vox rechazó apoyarlos en el último ejercicio. Pero Monasterio ya ha mostrado distancia: «Sin ver el borrador de los presupuestos es difícil adelantar un acuerdo». En lo que ha sido tajante y ha advertido que no dará su brazo a torcer será en la ley de incentivos fiscales para capitales extranjeros. Este era uno de los proyectos estrella de Ayuso para terminar la legislatura, lo anunció en un foro con inversores internacionales convencida de que con él podría poner un broche final a su legislatura que le permitía contraponer suspolíticass económicas a las de Pedro Sánchez. Pero se encontró con el portazo de Vox, cuya abstención necesitaba.
«Respecto a la ley de castigo fiscal a los madrileños«, apuntó este martes Monasterio, «mantenemos nuestra posición». La dirigente de Vox sabe que el proyecto saldrá adelante sin sus votos, así que evita tener que desdecirse y sigue proclamando que esta iniciativa «discrimina» a los madrileños. Por delante quedan también la anunciada modificación de la ley trans de la Comunidad de Madrid, que Monasterio intentó derogar la pasada legislatura y que está por ver si apoyará si finalmente el PP solo modifica algunos puntos, o las bajadas de impuestos que ambos apoyan. El PP lleva en su programa electoral una rebaja del 0,5 % en todos los tramos del IRPF a lo largo de la legislatura; Vox propone que se apruebe ya y con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2023.
En lo que sí parece que va a poner el foco Monasterio a partir del próximo 14 de septiembre, fecha en la que se celebra el primer pleno de control al gobierno en la Asamblea, es en que los asuntos que lleve al hemiciclo estén centrados en Madrid. La presidenta del gobierno regional cuestionó en varias ocasiones a la portavoz de Vox por llevar a Pleno iniciativas o preguntas sobre asuntos que quedaban fuera de las competencias del ejecutivo autonómico. Tras la reunión de la junta de portavoces, Monasterio apuntó hasta en tres ocasiones que las cuestiones concretas de las que hablaba son competencia de la Comunidad de Madrid.