El gobierno de coalición superó ayer su primera evaluación en la Junta General y salvó las grandes cifras del Presupuesto regional, al tumbar las enmiendas de totalidad de PP y Vox, que se quedaron solos en el rechazo a las que serán las cuentas más elevadas de la serie autonómica, con 6.348 millones de euros. Los 24 votos del PSOE, Convocatoria por Asturias (IU) y de los dos diputados del grupo mixto (Covadonga Tomé por Podemos y Adrián Pumares por Foro) convirtieron en estériles los dos intentos de la derecha asturiana para devolver las primeras cuentas del Ejecutivo bipartito al baúl de las prórrogas presupuestarias, que lleva sin abrirse en el Principado desde 2019. En la semana que queda para la aprobación definitiva del Presupuesto de 2024 aún podrán producirse alteraciones en el proyecto, principalmente para tratar de atraer al diputado de Foro Asturias al respaldo al dictamen, toda vez que Tomé ya ha expresado su apoyo.

El Pleno más importante del año político fue escenario de dos posiciones monolíticas y una postura intermedia y pragmática por parte del parlamentario forista Adrián Pumares. De un lado, PP y Vox cuestionaron las cuentas, incidiendo negativamente en su factura fiscal y criticando, en especial, la deficiente ejecución presupuestaria de otros años. Del otro lado, los partidos que sustentan al Gobierno (PSOE y Convocatoria por Asturias) defendieron el proyecto frente a las «políticas regresivas» del bloque de la derecha.

Guillermo Peláez, consejero de Hacienda, se estrenó como responsable de las cuentas tachando de «irresponsables» las enmiendas de totalidad de PP y Vox, que juzgó «cortadas por el mismo patrón, parecen hermanas». El nuevo responsable de las finanzas autonómicas para esta legislatura destacó que el aumento en 380 millones de las cuentas para 2024 supone «una oportunidad para nuestra tierra que no podemos dejar escapar» y afeó a los dos partido de la derecha que «su única alternativa es el bloqueo». En su papel de defensor del proyecto presupuestario, reivindicó el avance que supone en la «vía fiscal asturiana» con novedades como «la implantación del tipo cero al suelo rural en el impuesto de transmisiones patrimoniales» y la aplicación de «un tipo superreducido del 2% a los primeros 150.000 euros donados entre familiares directos», una medida con la que el Gobierno, subrayó Peláez, pretende «acercar la tributación entre las herencias y las donaciones para favorecer las transmisiones en vida de las clases medias y trabajadoras».

El aumento de la inversión hasta los 1.000 millones de euros, «la cifra más alta desde hace 15 años», y el destino de 4.107 millones a las políticas sociales de «nuestro Estado del Bienestar» fueron otros de los argumentos fuerza expuestos por Guillermo Peláez a lo largo de una intervención en la que agradeció el apoyo de la diputada de Podemos en el Grupo Mixto, Covadonga Tomé, «por su voluntad constructiva en la confección del Presupuesto», y la decisión del forista Adrián Pumares «por su negativa a votar a favor de las enmiendas de totalidad».

El presidente del PP asturiano, Álvaro Queipo, también tenía su «bautismo de fuego» en el debate sobre las cuentas autonómicas, en el que mantuvo que el Presupuesto «es el mismo de siempre del PSOE» y dejó patente la distancia y el rechazo expreso a las políticas del gobierno de Barbón, «el peor de la historia de Asturias, que va camino de superarse a sí mismo». Queipo defendió un modelo alternativo de presupuesto «que ayude a crear empleo y a los emprendedores», incorpore «nuevos incentivos a la natalidad» o «potencie la atracción de inversiones», en vez de «apostar por viejas recetas caducas, que solo sirven para profundizar más en los errores».

La portavoz de Vox, Carolina López, replicó a los mensajes de la izquierda sobre su pretendida alianza con el PP. «Aquí los únicos socios son los comunistas que ustedes tienen en su gobierno», rebatió una portavoz, que criticó al consejero de Hacienda su defensa de «una vía fiscal asturiana cuando la realidad es que se trata de un expolio fiscal».

Especialmente medido fue el discurso de Adrián Pumares, quien reconoció que, si bien no son los presupuestos que su partido defiende y resultan insuficientes sobre todo en fiscalidad, explicó que la intención de Foro es ser «fuerza moderadora» frente a los bloques. «Sobra ideología y faltan pragmatismo, ambición y voluntad de gestionar ágilmente en estas cuentas», dijo Pumares, que resaltó cuestiones positivas en materia de deducciones, política de Ciencia y Empleo o ayudas a autónomos, «fruto del diálogo». Pumares advirtió a los grupos del Gobierno bipartito que «no regalará el voto» que dependerá, recalcó, de las negociaciones de esta última semana.

Covadonga Tomé (Podemos), defendió su respaldo a las cuentas al afirmar que «responden a una formar de ver el mundo y trasladan una idea correcta». Ataviada con el pañuelo palestino (al igual que el portavoz de Convocatoria, Xabel Vegas), censuró que la derecha critique el aumento en salario social, en dependencia o Sanidad. «Las cuentas son mejorables y trataremos de seguir mejorándolas», anunció. Terminó su intervención en asturiano y concluyó con un ruego: «Un aplauso, por favor, que me siento muy sola». Lo recibió del PSOE y Convocatoria por Asturias.

Por parte del principal socio de los socialistas, Xabel Vegas, echó en cara al PP que su enmienda de totalidad «ya estaba decidida la noche electoral del 28 de mayo», porque los populares «no han tenido voluntad de aportar y no presentaron ni una sola propuesta». Y les acusó de «desprestigiar los servicios públicos» y de hacer «análisis apocalípticos» y les instó a «dejar de ser rehenes de los chicos de la motosierra», en clara alusión a Vox, porque «paradójicamente, cara al sol hace mucho frío».

La portavoz del PSOE, Dolores Carcedo, cerró las intervenciones ya que los grupos que plantearon las enmiendas de la totalidad no tuvieron ocasión de fijar posición parlamentaria, más allá de la exposición inicial y las réplicas con el consejero de Hacienda. «Por mucho que cambien los escenarios, el PP no lo hace», juzgó Carcedo a quien el argumentario de Vox «suena a Nodo». La que fuera responsable de las finanzas autonómicas en los gobiernos de Javier Fernández, los únicos en los que socialistas y populares alcanzaron algún acuerdo presupuestario, acabó con un recado al primer partido de la oposición: «Se han quedado solos», dijo Carcedo dirigiéndose al PP: «Han expresado los argumentos de siempre, para perder como siempre, pero quien gana es Asturias».