Guillermo Ximenis

El mercado de los juegos de mesa ha logrado consolidar el impulso de ventas que se inició con la pandemia y crece en torno a un 7 % en 2023, por encima de la media del sector juguetero, tras haber generado un volumen de negocio de más de 140 millones el año pasado en España.

La facturación se disparó con la crisis del coronavirus, cuando millones de personas, confinadas en sus hogares, exploraron nuevas formas de entretenimiento. Aunque el crecimiento se ralentizó en 2022, este año se ha afianzado la base de compradores recién captados y el sector ha vuelto a ganar tracción.

Las cifras son alentadoras incluso antes de que concluya la campaña navideña -entre octubre y principios de enero, en los calendarios de la industria-, que en España representa cerca el 65 % de las ventas del ejercicio, un porcentaje sustancialmente más elevado que en países del entorno europeo, según los datos ofrecidos a EFE por Circana, consultora de referencia en el sector.

La editora y distribuidora Asmodee, responsable de títulos como «Exploding Kittens» y «Dixit», prevé facturar este año en España en torno a 25 millones de euros, frente a los más de 24 millones el año anterior, y su directora de Marketing, Rocío Martínez, constata que este es finalmente el año del regreso a la «normalidad» tras los vaivenes de la pandemia.

Desde Devir, otro de los referentes en la industria, explican que 2022 fue un ejercicio de «transición», en el que los canales de distribución se vieron sobrecargados tanto por el aumento de la demanda de los ejercicios anteriores como por los problemas globales en las cadenas de suministro.