El segundo premio de la Lotería de Navidad cayó en Cudillero, pero pasó de largo por el municipio. La tradicional venta de décimos durante los meses de verano entre los turistas ha hecho que los 1,2 millones de euros repartidos en diez décimos con el número 58303 no hayan estado en manos de los vecinos. Por eso, pese al paso de la suerte por la Administración Número 1 de la localidad, la vida siguió con normalidad en la villa pixueta, donde los vecinos lamentaban no ser los agraciados del sorteo mientras las furgonetas descargaban mercancía en los negocios hosteleros y se montaba una carpa para las actividades navideñas delante del Ayuntamiento.
«Tenía tres décimos comprados ahí, pero nada, no hubo nada de suerte», dijo Jesús Abad, quien comentó que estuvo a punto de tener el número premiado en sus manos. «Ver lo vi, pero pensé, ‘ya lo cogeré para la próxima’. Luego mi novia también lo vio, pero cogió otro porque dice que la terminación en tres no le gustaba. Cogió el seis y no tenemos nada», comentó abatido el joven. Eso sí, se lo tomó con humor y buen ánimo mientras disfrutaba de una comida con amigos: «Ahora tendré que ahogar las penas en alcohol», añadió Abad mientras brindaba con vino por los turistas agraciados.
En los primeros momentos, hubo esperanza en Cudillero. Cuando el 58303 salió del bombo y se supo que diez décimos habían sido vendidos en el concejo, todos los vecinos empezaron a comprobar sus boletos con la esperanza de ver crecer las cuentas del banco. «A ver si va a ser el de la Iglesia», le decía una mujer a otra vecina frente al Consistorio. «Se fue la hoja entera para fuera, por aquí que se sepa no le tocó a nadie», le explicaba un joven a un amigo bajo unos soportales de la plaza San Pedro.
No fueron pocos los que tuvieron dudas en los primeros instantes. El segundo premio de la Lotería de Navidad puso nerviosos a muchos como Adela López, quien por unos minutos creyó que tendría unos miles de euros en el banco. «Cuando escuché Cudillero fibrilé porque, entre otros, había comprado un décimo en la cafetería de la gasolinera de Novellana con toda la ilusión porque estaba convencida de que era el lugar más estratégico de Asturias y que iba a tocar. Entonces, cuando salta me pongo a buscar y que no lo encontraba, por lo que me puse nerviosísima. Al final, cuando lo encontré, no era el número del segundo premio, así que tendré que esperar para cambiar el coche», lamentó la joven, quien confía en que la suerte lotera pasará de nuevo por el concejo. «Es como comer y rascar, solo hay que empezar».
La falta de premiados en Cudillero se notó también en la celebración delante de la Administración Número 1, donde tan solo el hijo de la propietaria y la empleada fueron los que brindaron por la buena suerte repartida entre los turistas con sidra achampanada. De hecho, como el premio salió con la mañana ya muy avanzada, tampoco pasaban vecinos por la acera con los que celebrar en los primeros momentos. «Nos alegramos de que haya tocado aquí, pero es una pena que nadie tenga un décimo, para el año que viene ya sabemos que hay que comprar en verano como los turistas», indicó Ana Boga.
La ilusión de los pixuetos pasa ahora por el próximo sorteo de El Niño y, tras la buena racha conseguida con el segundo premio de la Lotería de Navidad, no faltarán vecinos en la cola de la Administración Número 1 de Cudillero. Por si acaso.