El Ayuntamiento de Huesca aprobó los primeros presupuestos desde que Lorena Orduna es la regidora de la capital oscense. Con el necesario apoyo de Vox desde fuera del Gobierno, la popular pudo anunciar por fin las cuentas que gestionarán los servicios de Huesca en 2024. En total, el presupuesto asciente hasta los 60,9 millones de euros, algo más de un 3% de crecimiento respecto al año anterior, lo que convierten a estos registros en el récord en la historia de la capital altoaragonesa.
El documento presupuestario, cifrado en 60,9 millones de euros, contó con los votos a favor del equipo del gobierno del PP y de los concejales de Vox, los votos en contra del grupo socialista y la abstención del edil adscrito al grupo mixto, Antonio Laborda, quien dejó las filas de la ultraderecha hace unas semanas y protagonizó un rifirrafe con sus antiguos compañeros de formación política. El tono de la discusión presupuestaria se elevó también por las acusaciones entre izquierda y derecha por sus pactos, tanto a nivel local como en el ámbito nacional.
Tras una intervención inicial del presidente de la comisión de Hacienda, Ricardo Oliván, para ofrecer una pincelada del contenido de los presupuestos, el portavoz socialista en esta área, José María Romance, reiteró su propuesta de apoyo al documento si eran aceptadas sus enmiendas para mantener el Festival Periferias, reducir la partida a la cooperación al desarrollo y habilitar otra para las mujeres víctimas de la violencia machista.
Romance calificó los presupuestos de «buenos», pero responsabilizó al tiempo al equipo de gobierno de «comprar el discurso de la ultraderecha» en relación a las medidas exigidas por Vox, que se centraron precisamente en la eliminación del mencionado festival cultural y en la reducción en un 94% de los fondos dedicados a la cooperación y el desarrollo.
«Si hay alguien que puede dar lecciones de pactos oscuros y de ceder son ustedes, y si no miren a Pamplona o Lérida», le contestó el responsable de la comisión de Hacienda del consistorio, que aseguró que son «conscientes» de los acuerdos suscritos a nivel autonómico con sus «socios prioritarios» de Vox.
Según explicó, «no todo lo que hay en el presupuesto nos gusta y creemos que hay cosas que faltan, pero todos tenemos que ceder».
Añadió, por otra parte, que la única finalidad de la propuesta socialista era «enredar» la situación política y provocar un enfrentamiento con Vox, y subrayó que si a lo largo del próximo ejercicio «hay que modificar las partidas», lo harán.
Uno de los momentos más tensos se produjo durante la intervención del portavoz de Vox, José Luis Rubió, que cargó contra el exconcejal de su partido pasado al grupo mixto, Antonio Laborda, a quien le reprochó que actúe de forma «ridícula y servil» con el PP en su propio beneficio, momento en el que fue llamado al orden por la alcaldesa, Lorena Orduna.
Periferias volvió a protagonizar el último tramo del pleno, en una pregunta formulada por el PSOE sobre si se había evaluado el impacto negativo derivado de la supresión del festival.
Además, representantes de organizaciones solidarias de la ciudad intervinieron al final de la sesión para reprochar al equipo de gobierno la reducción de la partida destinada a la cooperación al desarrollo, y advertir que la solidaridad «es una gobernanza mundial y no debe de convertirse en moneda de cambio».