Los niños de San Ildefonso ya han repartido suerte. Con el trabajo hecho, los bombos de la Lotería de Navidad permanecerán guardados a buen recaudo hasta finales de 2024. Eso sí, a los afortunados les costará olvidarse de un día que ha estado cargado de emociones. Aunque ya hace unos minutos desde que las bolas han dejado de caer, seguro que más de uno cuenta con algún boleto premiado y aún no se ha enterado. Para cerciorarse, la mejor manera es comprobar los décimos en este enlace.
Una vez están las cartas sobre la mesa y cuando ya se conozca si se contará con algún pellizco extra antes de Nochebuena, llega el momento de tener claro cómo se cobran los premios. En este caso no hay una regla universal, y es que el método depende de la cuantía. Hay algunos premios que se pueden cobrar en las propias adminsitraciones de lotería en las que se compran los boletos. Otros, los de mayor importe, requieren otro cauce.
Empezando por los importantes, si el premio es superior a los 2.500 euros se debe acudir a las entidades financieras concertadas para que se realice el depósito del montante en una cuenta bancaria. Hablando de décimos, esto afectaría a todos los premios especiales: el Gordo (20.000 euros por cada uno jugado), el segundo (6.250), el tercero (2.500), los cuartos (1.000) y los quintos (300).
Capítulo aparte merecen los que no sobrepasan este límite, que se pueden cobrar en las administraciones. Además de la pedrea (100 euros por décimo), esto incluye las aproximaciones, las centenas y las terminaciones. Seguro que los loteros tendrán mucho trabajo el viernes por la tarde y el sábado por la mañana. Según las normas, el plazo para requerir el abono se extiende durante tres meses desde el día siguiente de la celebración del sorteo.
En el caso de las participaciones que venden clubes, peñas o asociaciones, se debe acudir al vendedor, que es el depositario de los décimos del Sorteo Extraordinario de Navidad. Este será el encargado de cobrarlos y repartir la cantidad entre todos los que cuenten con alguna papeleta.