La época más familiar del año ya está aquí y, para muchas personas, no es tan agradable como la pintan. Afrontar la Navidad cuando hay conflictos personales, o cuando no se tiene una familia no funcional, puede ser duro cuando solo se ven mensajes de unión y felicidad.

En estas fechas, las expectativas de armonía, felicidad y amor pueden hacer daño. Las luces, los villancicos, los anuncios de turrones o el propio sorteo de la Loteria de Navidad pueden chocar con situaciones como el duelo, el tener que convivir con familiares tóxicoso la soledad.

Silvia Congost, psicóloga especialista en autoestima y relaciones, explica algunos pasos para afrontar la Navidad, sean cuales sean las circunstancias. El primero de ellos es desdramatizarla: se debe pensar que es una época más, en la que no tenemos que dejarnos llevar por la obligación de ser felices.

Asegura que no pasa nada si no se cena en familia o si se cena solo. Es un día más. Lo importante son los 365 días del año. Y si esa celebración nos conecta con tristeza porque nuestra infancia no fue bonita o porque nos recuerda que nuestros padres ya no están, es mejor centrarse en el ahora “y en que ellos, de alguna manera siguen estando con nosotros, en otro plano, de otra manera”.“Aprendamos a abrazar lo que tenemos y sigue presente en nuestra vida”, aconseja.

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