Una nueva investigación ha calculado que un mensaje cuántico enviado por una supuesta civilización alienígena podría atravesar la Vía Láctea y llegar incluso más lejos sin ser perturbado. Tendríamos la capacidad de detectarlo y abrirlo, aunque no sabemos si podríamos interpretarlo.

Una nueva investigación desarrollada en la Universidad de Edimburgo ha descubierto que, si existiera, una civilización inteligente que habitara en un planeta lejano podría comunicarse con nosotros a través de las tecnologías cuánticas.

Ha comprobado que los fotones podrían transmitirse a través de grandes distancias interestelares sin perder su naturaleza cuántica, según revelan en un artículo publicado en la revista Physical Review D.

Ha establecido que la región de rayos X del espectro cósmico es ideal para establecer un canal de comunicación cuántica, aunque las bandas ópticas y de microondas del universo también podrían permitir el envío de mensajes cuánticos a distancias interestelares.

Los dos autores de esta investigación, Arjun Berera y Jaime Calderón-Figueroa, consideran en consecuencia que los fotones de rayos X podrían no solo atravesar la Vía Láctea, sino llegar incluso mucho más lejos viajando cientos de miles de años luz o incluso más lejos a través del universo.

Mensajes cuánticos

Un año luz es una medida de longitud establecida por la distancia que la luz recorre en un año terrestre. Un año luz equivale aproximadamente a 9 billones de kilómetros.

La capacidad de esta tecnología cuántica para enviar mensajes interestelares significa que una forma más de reconocer la posible existencia de otras civilizaciones y el supuesto interés en comunicarse con nosotros, sería buscar mensajes cuánticos que a lo mejor cruzan el universo buscando un destinatario inteligente.

En su artículo, ambos autores exponen lo que podría esperarse de una señal cuántica emitida por una civilización extraterrestre, así como los desafíos que podrían representar para el receptor, si pretende identificar e interpretar tales señales.

Consideran que una señal clara sería buscar en el universo procesos de teletransportación cuántica, una tecnología que permite transmitir instantáneamente las propiedades de una partícula a otra partícula que esté distante de la primera.

Teletransportación y entrelazamiento cuánticos

De teletransportación cuántica la ciencia ya conoce lo suficiente como para identificar su presencia en el universo. Desde que en 1993 se estableciera por primera vez que el estado cuántico de una partícula elemental podía en teoría ser teletransportada, diferentes desarrollos han experimentado con la teleportación de fotones.

Se ha comprobado que funciona a distancias cada vez mayores, e incluso en el espacio y bajo el agua, culminando este proceso con la teleportación cuántica de forma segura dentro de un diamante, ocurrida en 2019.

La teleportación cuántica es posible gracias al entrelazamiento cuántico, una propiedad única de las partículas elementales:  cuando dos partículas se entrelazan y se funden durante un tiempo, mantienen un vínculo incomprensible, incluso si están muy distantes entre sí.

Cualquier actuación en una de ellas se reflejará al instante en su pareja, sin necesidad de cable alguno: la información se teletransporta espontáneamente. Esta cualidad puede utilizarse para enviar mensajes con una rapidez y seguridad inéditas.

El entrelazamiento es la base de tecnologías en fase de desarrollo, tales como la computación cuántica, la criptografía cuántica, o la teleportación cuántica. La nueva investigación sugiere que podría aplicarse también para la búsqueda de señales de inteligencia alienígena atravesando el universo.

Canal adecuado

Sin embargo, el entrelazamiento cuántico es extremadamente frágil y podría perderse recorriendo distancias interestelares. Cualquier interacción que realice en su trayecto, puede provocar la pérdida de la condición cuántica (decoherencia) que sustentaría el mensaje ET. En consecuencia, nos quedaríamos sin recibir el supuesto mensaje de otra civilización.

Lo que aporta la nueva investigación, mediante sofisticados cálculos, es que, empleando el canal adecuado, hipotéticamente es posible que un mensaje ET, basado en entrelazamiento y teletransportación cuántica, conserve su integridad cruzando toda la Vía Láctea, que tiene un diámetro de 2.000 años luz, e incluso que llegue íntegro todavía más lejos.

Su conclusión: que estemos más atentos porque puede que alguien, en alguna otra parte del universo, tal vez quiera comunicarse con nosotros usando una tecnología cuántica que ya conocemos y que podríamos reconocer, aunque no sabemos si seríamos capaces de interpretar adecuadamente el mensaje que nos envían. A esta eventualidad no responden Berera y Calderón.

Referencia

Viability of quantum communication across interstellar distances. Arjun Berera and Jaime Calderón-Figueroa. Phys. Rev. D 105, 123033; 28 June 2022. DOI:https://doi.org/10.1103/PhysRevD.105.123033