Predecir los efectos del cambio climático, diseñar nuevos fármacos o desarrollar sistemas de inteligencia artificial (IA) vanguardistas. Un supercomputador es un ordenador capaz de realizar operaciones como estas, mucho más complejas que las que pueden asumir dispositivos comunes. Esa es la misión del Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), que este jueves ha puesto en marcha el flamante MareNostrum 5, su versión más avanzada.
«Es un prodigio tecnológico», ha celebrado Pedro Sánchez. «Permitirá convertir Catalunya y Barcelona en la capítal científica de Europa, y eso es bueno para España». El presidente del Gobierno español ha visitado las instalaciones del BSC acompañado del ‘president’ de la Generalitat, Pere Aragonès, a quién ha emplazado a encontrar soluciones a los problemas compartidos. También han participado en la visita la ministra española de Ciencia e Innovación, Diana Morant, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y el ‘conseller’ catalán de Recerca i Universitats, Joaquim Nadal.
En junio de 2019, el BSC presentó su proyecto para garantizar la autonomía estratégica de la Unión Europea (UE) en materia tecnológica. El MareNostrum 5 debía estrenarse a finales de 2020, pero la irrupción de la pandemia del covid lo retrasó todo. Tres años después, la procesadora exaescala más potente de España ha empezado a andar.
Potencia tecnológica
El MareNostrum 5 es la última generación de la saga de superordenadores impulsados en la capital catalana desde el 2004. Si su versión anterior, el MareNostrum 4, podía realizar 14.000 billones de operaciones por segundo, su nuevo dispositivo dispara su capacidad máxima hasta los 314.000 billones de cálculos por segundo. La máquina del BSC calcula en una hora lo que a un ordenador portátil de gama media-alta le llevaría hasta 46 años. «Tiene un poderío científico y de transferencia de tecnología que lo hace único en Europa», ha explicado Mateo Valero, director e impulsor del BSC-CNS.
El proyecto tendrá un coste total de 202 millones de euros, que incluyen tanto la compra e instalación del MareNostrum 5 como los próximos cinco años de funcionamiento. España lidera el consorcio que, junto a Portugal y Turquía, aportará un 50% de la inversión. La otra mitad estará financiada con fondos europeos de la UE. Eso convierte a MareNostrum 5 en la mayor inversión europea en España en una infraestructura científica.
Impulso científico
Ese salto tecnológico convierte a esta supercomputadora en una de las más potentes del mundo, una herramienta crucial de investigación para «buscar respuestas a las grandes preguntas de la ciencia«.
El MareNostrum 5 ayudará a crear ‘gemelos digitales‘ de la Tierra y del cuerpo humano, réplicas virtuales para simular hipotéticos escenarios de futuro con toda su complejidad. Eso posibilitará anticiparse a los desafíos del calentamiento global y comprender mejor nuestra biología y genética para hacer avanzar la medicina y encontrar soluciones a enfermedades como el cáncer o el alzheimer, «quizás el reto más grande que tenemos a nivel mundial», según Valero.
Este método, que requiere de una potencia cada vez mayor, ya se ha empezado a aplicar en Barcelona para mejorar la toma de decisiones urbanísticas.
El BSC también contempla que su creación servirá para agilizar el diseño y fabricación de semiconductores europeos, una prioridad estratégica de Bruselas. «Europa no puede perder esa oportunidad porque quizás es la única para lograr la soberanía tecnológica», ha advertido Valero. «Estamos en el inicio de una revolución», ha añadido Roberto Viola, director general de la Dirección General de Comunicación, Redes, Contenidos y Tecnología de la Comisión Europea, quien ha celebrado reducir distancias con Estados Unidos y China en el campo de la supercomputación.
El MareNostrum 5 también ayudará a avanzar en la generación de nuevas energías como la fusión nuclear y a optimizar la aerodinámica de la aviación. El salto en la potencia de cálculo de este superordenador permitirá procesar y almacenar cientos de miles de millones de datos, abriendo así la puerta al desarrollo de redes neuronales más complejas que las que se han popularizado con la irrupción de ChatGPT.
Infraestructura única
El MareNostrum 5 está partido en dos sistemas diferenciados: uno dedicado a la computación clásica y otro que busca «ampliar las fronteras del conocimiento» de la IA, cada vez más en extendida. La primera partición es la más grande del mundo basada en la arquitectura computacional x86, mientras que la segunda es la tercera más potente de Europa y la octava del mundo.
En los próximos meses, además, el MareNostrum 5 integrará dos ordenadores cuánticos, los primeros en funcionamiento en el sur del viejo continente. Estos se ubicarán en la Torre Girona, una capilla neoclásica del siglo XIX que ha sido el hogar del MareNostrum 4.
Esta arquitectura bicéfala, «ideal» según Valero, convierte al BSC en el único centro de supercomputación del continente que se sitúa por partida doble en las listas de los 20 más potentes del planeta. Las hasta ocho columnas de servidores que forman este nuevo superordenador ocupan una superficie de hasta 800m2, equivalente a tres pistas de tenis.
El BSC es un consorcio público nacido de la colaboración institucional entre el Gobierno de España, la Generalitat de Catalunya y la Universitat Politècnica de Catalunya. Más de 1.000 personas trabajan en este centro de tecnología avanzada y en el desarrollo de un superordenador llamado a suponer un gran salto para la investigación científica.