El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha preacordado con las patronales y los sindicatos revalorizar automáticamente cada año el Indicador Renta de Suficiencia Catalunya (IRSC), según confirman fuentes conocedoras de las conversaciones a El Periódico de Cataluña, del grupo Prensa Ibérica. Esta es la refernecia para revisar subsidios como la Renda Garantida de Ciutadania (RGC), que hasta ahora dependía de la discrecionalidad de cada Ejecutivo. Aragonès se da de margen el primer trimestre del 2024 para consensuar el mecanismos sobre en base a qué indicadores se revalorizará esta renta mínima.
La revalorización automática del IRSC dará tranquilidad a los beneficiarios y una garantía de que sus ingresos irán subiendo, con mayor o menor intensidad. Y es que durante la última década este indicador estuvo congelado y no fue hasta el año pasado que, tras un acuerdo similar con patronales y sindicatos, el Govern de Aragonès se avino a revalorizarlo. Para el año que viene las partes han pactado incrementarlo un 4%, según ha adelantado la ‘agencia EFE’ y ha podido confirmar este medio. La cuantía del IRSC alcanzará así los 639,2 euros mensuales o 8.949 euros anuales.
Este es uno de los pactos alcanzados en una reunión preparatoria de cara al cónclave previsto para este viernes en el que el president tratará de armar un consenso de mínimos de cara a los presupuestos del 2024. Los equipos de Govern y agentes sociales han cerrado para las once de la mañana de este viernes los detalles del cónclave, con el que el Ejecutivo catalán busca armarse de legitimidad de cara a proseguir las negociaciones con los partidos políticos, reeditando el guion del año pasado, cuando finalmente logró el apoyo del PSC y los ‘comuns‘ a sus cuentas.
Patronales y sindicatos acudirán a Palau a escuchar lo que les propone Aragonès, en un encuentro al máximo nivel de representación. No obstante, escuchar no significa necesariamente avalar sus propuestas y cada agente social tiene sus propias líneas rojas. Foment del Treball, por su parte, no avalará los presupuestos de ERC si estos no incluyen la ampliación del aeropuerto de El Prat, la construcción del complejo turístico de Hard Rock y la firma del convenio para desencallar el cuarto cinturón de la B-40. Este último punto es el que está más encarrilado, si bien todavía sin firmar, y los dos restantes quedan pendientes del acuerdo presupuestario del año pasado.
Los sindicatos han ido reafirmando en público y en privado durante las últimas semanas sus reivindicaciones. El incremento del Indicador Renta de Suficiencia Catalunya (IRSC) es una de las cartas que persiguen, lo que permitiría revalorizar la Renda Garantida de Ciutadania (RGC). Ya el año pasado fue una baza que lograron, con un incremento de los subsidios asociados a un nivel cercano al de la inflación, es decir, del 8%. Pimec, por su parte, pelearán por medidas de simplificación administrativa y en favor del universo de las pequeñas y medianas empresas.
El Govern ya abrió la negociación de los presupuestos con los agentes sociales el pasado 18 de octubre, en una primera toma de contacto que tuvo posteriormente un seguimiento desordenado. Y es que, en paralelo, los pactos para la investidura de Pedro Sánchez monopolizaron la actividad negociadora y los encuentros con los agentes sociales pasaron a un segundo plano. Ahora, con el inquilino de Moncloa ya asentado, ERC busca reabrir su propio melón presupuestario y reactiva las conversaciones con los agentes sociales.
El objetivo es lograr una foto conjunta, como la del año pasado, para presionar a los potenciales socios en el Parlament y así obtener los apoyos necesarios para aprobar las cuentas durante el primer trimestre del 2024. La consellera de Economia, Natalia Mas, ya ha iniciado los trámites para empezar a alumbrar las cuentas y los agentes sociales ya le han dado un primer vistazo a los trazos mayores del proyecto, cuando este ingresó en el Consell de Treball, Econòmic i Social de Catalunya (CTESC), como es perceptivo por ley.