¿A qué le suena un Athletic Club-Las Palmas, que se han enfrentado 84 veces a lo largo de la historia?
Me lleva a unos recuerdos inolvidables para mí, a veces como rival y a veces como gran interesado, cuando mi hijo Eder estuvo de segundo entrenador de Quique Setién. Ahí me di cuenta de que en ambos clubes hay un sentimiento de pertenencia vital para los dos. Tienen mucho arraigo y sentimientos comunes.
¿Va –hoy– a San Mamés?
Haré el partido desde casa –comentarlo para Onda Cero–, así no iré al campo.
De los muchos recuerdos que tendrá de aquel 1 de mayo de 1983, cuando su Athletic gana la Liga por primera vez en su historia en el Estadio Insular después de remontar y cuando dependía de una derrota del Real Madrid, ¿cuál es que el que tiene más latente?
Hasta el momento en que Eder fue a entrenar a la UD Las Palmas yo ese partido lo veía desde el lado del Athletic como un momento extraordinario, excepcional, maravilloso, fantástico; después, cuando empecé a conocer el club y su afición, hubo una parte como que me dolió por la consecuencia de ese triunfo nuestro, porque desgraciadamente supuso que la UD Las Palmas descendiera. Desde entonces, en mi cabeza hay una pelea entre sentimientos de satisfacción y de pena.
Pero imagino que primará el primero…
Obviamente, aquel partido fue muy especial porque nosotros no dependíamos de nosotros. Al Madrid le servía el empate y yo creo que hasta ese momento no había perdido nada dependiendo de sí mismo –luego vendrían las dos Ligas de Tenerife–. En Las Palmas había muy pocos medios de comunicación. La mayoría estaban en Valencia porque todos esperaban que el Madrid iba a ser campeón y querían estar en la celebración del campeón. Hubo muy pocas emisoras que lo dieron a nivel nacional.
Empiezan con un gol de De Andrés en propia puerta…
[se ríe] Me río porque él siempre ha dicho y defendido que ese gol nos vino muy bien porque habíamos salido un poco dormidos. Luego metí dos goles –el empate y el tercero–, ganamos 1-5, ganamos la Liga y fue uno de los partidos más importantes de mi vida.
¿Reconoce al Athletic de entonces con el de ahora, y lo mismo con la UD?
Son circunstancias distintas. Históricamente la UD Las Palmas de esos geniales futbolistas Germán, Guedes y compañía siempre me gustó porque jugaban un fútbol diferente, les gustaba la pelota y en aquella época había pocos equipos que jugaran así. En ese sentido, sigue manteniendo esa esencia de darle importancia al balón, al juego. El Athletic es un equipo que tiene una filosofía que no es ni mejor ni peor, es simplemente diferente a todos los demás. Eso genera una unión muy grande entre el equipo y la afición y eso se demuestra en los momentos difíciles. Eso se ha mantenido en los 125 años de historia.
Precisamente usted y otras leyendas fueron homenajeados el sábado pasado tras el baño del Athletic al Atlético (2-0). ¿Cómo lo vivió?
No hay palabras para describirlo. Es un placer y una felicidad tan grande… ¿Quién me iba a decir a mí que con 66 años, cerca de 67, iba a ponerme otra vez la camiseta del Athletic, iba a saltar a San Mamés, iba a dar unos toques a una pelota en un partido? Eso no se puede contar, solamente se puede vivir.
Hace poco entrevistaba a Germán Dévora y decía, entre otras cosas, que a él este fútbol no le gusta mucho. ¿Coincide con el Maestro?
Germán y yo tenemos una idea y un concepto del fútbol parecida. Hay mucho engaño. Todo eso está haciendo mucho daño al fútbol. En cualquier partido la trampa está. A mí tampoco me gusta nada. Es más, no es que no me guste, me da mucha rabia y tristeza.
¿Es mejor esta UD Las Palmas que la de Quique Setién y su hijo? Mójese.
Son diferentes las circunstancias entre unos y otros. A mí me gusta mucho la UD Las Palmas de hoy. Creo, además, que es un equipo que está creciendo y tiene capacidad para competir y poder ganar a cualquiera a través de un juego muy atractivo, y eso a mí me produce una gran satisfacción.
¿Qué le dice que la UD sólo lleve 15 goles y que Valles sea seguramente el más destacado?
A veces todo eso depende del momento puntual de un jugador. Tener un portero que te gana puntos es fundamental ya sea para librarte del descenso o para optar a ser campeón de Liga. Es una pieza clave en el equipo. Por otro lado están los goleadores, y el gol hoy en día está muy caro, toda la vida ha estado muy caro. En la época mía el pichichi se quedaba con 19, 20 o 21 goles y ahora es imposible. Hasta que no llegó Hugo Sánchez, que llegó a 30, siempre era así. La UD Las Palmas tiene que aprovechar el momento de su portero y que los que tienen que hacer goles los vayan aportando para que el equilibrio sea mayor.
No me negará que la UD de Roque, Viera, Tana y Vicente era más fantasiosa…
La verdad que era una delicia verles jugar. Era un equipo que jugaba fantásticamente bien y que estaba muy bien compensado, pero yo creo que sería una equivocación hacer una comparación entre un equipo y otro. La afición disfrutó muchísimo entonces porque yo lo viví y ahora creo que también. Además, día a día muestra mejores sensaciones.
Jonathan Viera se despidió ayer. Aunque no conoce lo que pasó, ¿cree que se podía haber gestionado mejor para que un referente como él no saliera por la puerta de atrás?
Lo que te puedo decir es que Jonathan Viera es un futbolista descomunal. Es una maravilla verle moverse por el campo, con personalidad, soltura y dominio de la situación. Yo quiero un Jonathan Viera siempre en mi equipo. Más allá de eso, poco puede decir. Me ha hecho disfrutar una barbaridad cuando estaba más interesado porque mi hijo pertenecía a ese club y ahora como aficionado.
¿Qué le dice Eder? ¿Le gustaría entrenar a la UD algún día?
Por supuesto que sí. Han sido muchas las veces hemos hablado de la UD Las Palmas antes y después de estar. De hecho, tiene grandísimos amigos allí. Con Jonathan Viera sigue teniendo contacto y sé que han hablado no hace mucho. Siempre que habla de la UD se le ponen brillantes los ojos. Encajaría perfectamente en la idea que tiene de fútbol.
Se enfrentan dos equipos con estilos muy distintos. ¿Es la UD un rival ideal para el Athletic por su manera de jugar?
El Athletic hace muy incómodo el juego al rival sea el equipo que sea, ya sea uno como la UD Las Palmas que le gusta sacar la pelota desde atrás o uno que juegue más directo. Te obliga a un ritmo muy alto de partido, con una intensidad enorme. No hay medias tintas, pérdidas de tiempo, parones ni nada. Al presionar tan alto se desprotege un poco en el aspecto defensivo y por ahí es donde tiene la nota más baja dentro de una buena nota. Si la UD es valiente, va a tener espacio para poder sorprender al Athletic a la espalda de la defensa, pero tiene que hacerlo muy bien porque si pierde la pelota cerca de su portería el Athletic es letal; está en un momento increíble de físico y de acierto de cara a la portería rival. Iñaki ha crecido muchísimo en el cara a cara con el portero y en la toma de decisiones, y Nico es de los jugadores más espectaculares, sorprendentes y desequilibrantes que hay en el mundo del fútbol. No estoy descubriendo nada. La UD Las Palmas tiene argumentos para hacer daño al Athletic y viceversa, con lo cual, estamos ante un partido que puede ser maravilloso.