El Sevilla cortó su racha de malos resultados y se reencontró con la victoria en el estreno en su banquillo de Quique Sánchez Flores, al superar este martes en el Nuevo Los Cármenes por 0-3 al Granada, que eleva a quince las jornadas que lleva sin ganar y sigue en zona de descenso.
El Sevilla tiró de eficiencia en el primer tiempo para adelantarse en el marcador con un gol de Adrián Pedrosa y otro del argentino Lucas Ocampos, mientras que en la segunda parte firmó la sentencia Sergio Ramos ante un pobre Granada.
El partido comenzó con dominio del Sevilla sin ocasiones de gol más allá de un par de saques de esquina, mientras que el Granada mejoró con la entrada en juego de Gonzalo Villar, que firmó una buena jugada individual en el minuto 18 que acabó con un mal remate.
Cuando mejor estaban los locales llegaron, en nueve minutos, dos goles de un eficiente Sevilla.
El balón en un centro chut de Pedrosa rebotó en el local Ricard Sánchez y se envenenó para acabar en la portería rojiblanca en el minuto 23.
El Granada mostró nula capacidad de reacción y el Sevilla demostró su acierto al marcar el 0-2 en el minuto 33, en su segunda ocasión de gol, con un tremendo derechazo desde fuera del área de Ocampos al que no pudo reaccionar con acierto el meta portugués André Ferreira.
La mínima reacción local llegó antes del descanso con un cabezazo del argentino Lucas Boyé a las manos del meta serbio Marko Dmitrovic y con una jugada individual de Antonio Puertas que no culminó por poco, aunque el Sevilla rozó el 0-3 con un chutazo al palo de Pedrosa, indetectable todo el partido para la zaga local.
La sentencia del choque llegó al poco de iniciarse el segundo tiempo con un sensacional cabezazo de Sergio Ramos para poner el 0-3 en el marcador y provocar, pese a quedar toda la segunda parte por delante, la bronca en un Nuevo Los Cármenes que abandonaron muchos aficionados.
Aunque el partido estaba sentenciado y en ningún momento dio el Granada la sensación de poder meterse en él, pudo reducir diferencias Antonio Puertas con una clarísima ocasión que sacó bien abajo Dmitrovic.
De ahí al final sólo destacó el error del colegiado Busquet Ferrer, que expulsó con roja directa al sevillista Manu Bueno y rectificó su decisión para dejar la tarjeta roja en amarilla tras consultar el monitor a instancias del árbitro de la Sala VOR.