Un violento terremoto sacudió la Península Itálica el 5 de febrero del año 62 d.C. Con su epicentro en el monte Vesubio, las ciudades más afectadas fueron Pompeya, Herculano y Estabia. Diecisiete años después, serían borradas del mapa por las cenizas del mismo volcán que, después de acabar con sus habitantes, preservó sus casas durante siglos hasta que empezaron a ser excavada en el siglo XVIII por orden del rey de Nápoles y futuro rey de España Carlos III.

Pompeya desde entonces no deja de arrojar nuevos hallazgos sobre el mundo romano. Una de estas joyas arqueológicas fue robada hace más de 50 años y se dio por desaparecida hasta hoy. La pieza en cuestión se trata de un curioso relieve de mármol encontrado en el larario (altar) familiar de un importante banquero que vivió en el centro de Pompeya hace más de dos mil años y que decidió representar en él las consecuencias del terremoto del año 62.

El relieve de Lucio Cecilio Jucundo fue comprado por el cabeza de la familia belga Temmerman en la década de 1970 mientras disfrutaban de unas vacaciones en Italia. En ese contexto y según declaraciones del hijo, un misterioso hombre les ofreció el relieve como souvenir sin que estos sospechasen que era auténtico y de que la compra era ilegal.


Casa de Lucio Cecilio Jucundo en Pompeya, lugar en el que fue robada la pieza

Wikimedia Commons

Después de pagar una generosa cantidad de dinero y una vez de vuelta a su casa de Herzele, en la provincia belga de Timburgo, con el relieve, decidieron usarlo como elemento decorativo. Y allí permaneció décadas empotrado en la pared de las escaleras que conducen al sótano.

Medio siglo después de estas vacaciones, Geert Temmerman, hijo del propietario, redescubrió esta joya arqueológica cuando su padre de 85 años comenzó a plantearse vender la vivienda.

Cuando se notificó el robo, la otra parte del relieve se trasladó a Roma para su protección.


Cuando se notificó el robo, la otra parte del relieve se trasladó a Roma para su protección.

Pompeii in pictures

Sorprendido por el relieve se puso en contacto con el Museo Galo-Romano de Tengeren buscando confirmar si aquella pieza de mármol era falsa y si tenía algún valor. Según informa el propio Geert en un vídeo publicado por EuroNews, los empleados del museo «comenzaron a mirarlo con linternas y al confirmar su autenticidad casi se caen al suelo«. Poco después avisaron a la dirección del yacimiento pompeyano.

«Esa pieza corresponde a una similar, que también representa edificios que colapsaron durante ese terremoto», declaró en VRT NWS el director del Museo Galo-Romano Bart Demarsin.

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En la pieza ahora recuperada aparecen representados el depósito que almacenó el agua del acueducto (castellum aquae) y la puerta del Vesubio, según ha explicado en su cuenta de X (antiguo Twitter) el arqueólogo y divulgador sobre el mundo romano Néstor F. Marqués. Estos edificios se complementan con la otra parte del relieve que, después del robo, fue reubicada y protegida de futuros expolios. En él se puede apreciar el Arco del Triunfo de Tiberio que daba acceso al foro y el templo de Júpiter Óptimo Máximo.

Todos estos edificios aparecen inclinados queriendo representar el terremoto del año 62. En cuanto al templo, una de las construcciones más dañadas por el movimiento sísmico, se aprecia cómo sus columnas y estatuas ecuestres se tambalean y amenazan con caerse.

Mientras el friso espera regresar a Italia y reunirse con su compañero, la policía llegó al hogar de los Temmerman. «La policía nos dijo que podríamos obtener una indemnización; después de todo, la pieza estuvo colgada aquí durante 50 años sin que le pasara nada. Podría muy fácilmente haber sido vendido o roto».