Las 23 jugadoras de la Selección femenina de futbol de España dijeron basta el pasado agosto. Las 23 campeonas del mundo, junto a otras deportistas, rechazaron acudir a la llamada de la seleccionadora, Montse Tomé. Habían tomado la decisión tras el caso Rubiales y los escasos cambios que se realizaron en la Federación. A mediados de septiembre no les quedó más remedio que regresar. La Ley del Deporte les obligaba, bajo pena de multa y suspensión federativa. Este martes, ERC ha planteado en el Congreso eliminar esa obligación, pero el PSOE lo ha impedido.

Desde la tribuna del Congreso, la diputada de ERC Montserrat Bassa ha criticado que a las jugadoras de la Selección femenina se les obligara a volver a «un espacio que no es un entorno seguro» y ha anunciado una comisión de investigación al respecto. «¿Por qué ha de ser obligatorio ir a jugar con la Selección española si uno no quiere? (…) ¿Por qué se le tiene que obligar si está estresada y quiere cuidar de su salud mental? (…) ¿Por qué no puede objetar por motivos ideológicos?», ha continuado, antes de señalar que «da igual» el motivo. «Lo importante es que hay que tener derecho a decidir si hacerlo o no«, ha sentenciado.

La proposición de ley presentada por los republicanos catalanes modificaba cuatro artículos de la Ley del Deportes. El primero, el 22, para establecer que los deportistas integrados en una federación estatal tendrán el derecho a «acudir o renunciar a las convocatorias de las selecciones a su libre elección». Esto se verá reforzado con un cambio para eliminar de la lista de deberes el presentarse a las citas de la selección. Por último, suprimía como falta grave el no acudir a las convocatorias cuando un deportista sea llamado.

El rechazo socialista

Sin embargo, el PSOE se ha opuesto a su tramitación. La diputada socialista Sonia Guerra ha criticado que se intente mezclar el caso Rubiales con la obligatoriedad de participar en la Selección. Según ha dicho, las jugadores «no se plantaron porque no quisieran ser convocadas», sino porque «entendieron que negarse a ser convocadas era su arma para luchar contra las injusticias«. Así, ha apuntado que «se negoció, se dialogó y se pactó» con ellas.

«La mayoría de los deportistas trabajan sin descanso con el único objetivo de ser seleccionados, porque para ellos es un premio, un honor, un reconocimiento a sus trayectorias», ha apuntado a renglón seguido. Guerra ha dicho que la obligación de acudir a las convocatorias «salvaguarda» los intereses de los deportistas frente al de los clubs que prefieren que sus deportistas no participen en estas competiciones para que no se lesionen o se cansen. «No podemos dejar que la participación en las selecciones nacionales sea decidida por las mismas personas que tratan de sacar el máximo rédito económico de la carrera deportiva de nuestros deportistas», ha sentenciado.

La iniciativa solo ha contado con el respaldo de Junts, EH BilduPNV BNG. Las formaciones independentistas han criticado que se obligue a los jugadores a competir en equipos a los que pueden no querer representar.