La tradicional cena de Navidad del PP de Madrid ya no es lo que era. Los mensajes entre líneas y los dardos lanzados entre las diferentes familias del partido han caído este año en el olvido. Ha habido cestas de fruta y menciones a Pedro Sánchez entre vinos de Arganda (sur de Madrid) y agua en jarra, también de Madrid. Ataques al Gobierno, a Bildu, a la amnistía, al PSOE. Todos los ataques y mensajes se podían leer con transparencia, sin recados en clave interna como en ediciones pasadas y, de nuevo, con otras elecciones a la vista, para las que Alberto Núñez Feijóo ha pedido el apoyo de los «soldados» de Madrid.

La cena de paz que escenificaron en 2022 Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, en pleno arranque de la campaña electoral que se avecinaba y con un esfuerzo por que se viera sintonía entre ambos dirigentes, se ha convertido este año en un acto con muestras de afecto entre el presidente del partido y la dirigente madrieña. «Nos llena de orgullo y de alegría no solo quererte tanto sino tenerte en nuestra cena», ha dicho la presidenta ya al final de su intervención ronca y sin apenas voz.

«Le esperamos en las urnas» dijo en la diciembre de 2022 Ayuso en referencia a Sánchez. Un año después, con mayorías absolutas en la capital y la Comunidad de Madrid, Feijóo ha recordado que él ganó las elecciones generales de 2023. Pero sin apoyos para llegar a la Moncloa, el presidente del PP ha insistido en que 2024 vuelve a ser año electoral en «Galicia, Euskadi y en toda España en el primer semestre, en las europeas» y ha pedido al PP de Madrid que vuelva a ganar en las urnas. Por afinidad o necesidad, Feijóo ha hecho suyo el eslogan de campaña de Ayuso en este llamamiento: «Os convoco a volver a ganar con ganas».

Mil personas

Lejos quedan los mensajes que se cruzaban Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy en su lucha por confrontar sus modelos de PP, y la cena que Ayuso se vio obligada a anular por la dirección nacional con argumentos sanitarios en 2021, cuando la dirigente madrileña ya había arrancado la guerra con Pablo Casado por la presidencia del PP de Madrid. Alrededor de mil personas, militantes y simpatizantes, se han reunido este lunes por la noche en el Pabellón Satélite de la Casa de Campo a razón de 45 euros el menú. La inflación también ha llegado al PP, el año pasado el salchichón de bellota, la crema de roquefort con crudites y las carrilleras costaron 40 euros. 

Desde que las cámaras pillaron a Ayuso con aquel «hijodeputa» que ella misma tradujo por «me gusta la fruta» en la Asamblea de Madrid, el PP de la región ha intentado lanzar una campaña de apoyo en redes sociales con fotos de cestas de fruta enviadas a la Puerta del Sol o camisetas con la frase que han lucido, por ejemplo, Noelia Muñoz, diputada autonómica por Fuenlabrada y ahora en el Comité Ejecutivo del PP nacional. Hoy han vuelto a jugar con esta idea. Primero Ayuso ha informado al público que había «fruta de postre», con las consiguientes risas del público. Después, con Feijóo, Ayuso, Cuca Gamarra, José Luis Martínez Almeida y Alfonso Serrano en el escenario, han entregado una cesta de fruta a la afiliada de mayor edad (94 años), el más joven, el que más tiempo lleva afiliado al partido (desde 1983) y a la última incorporación.

Mirada puesta en las europeas

Almeida ha apuntado delante de los militantes que el partido tiene como tarea este 2024 «acompañar al ganador de las elcciones generales (Alberto Núñez Feijóo) para conseguir que España se vueva a senitr en esos valores que guiaron en la Transición». «No va a ser fácil pero vamos a estar a tu lado», ha concluido.

Ayuso, tras apuntar que Sánchez y sus socios «necesitan el agravio y la ruptura de España», le ha preparado el terreno a Feijóo. «También les vamos a arrasar allí», ha dicho en referencia a las convocatorias electorales del próximo año. «Defendemos causas fuera de nuestras fronteras, en contra de dictaduras que casualmente la mayoría son de izquierds. Donde es necesario, ahí estamos los de Madrid». Así ha puesto a su «ejército» a disposición de Feijóo.

El presidente del PP ha recordado que «no sería posible» ganar elecciones como ha ocurrido en Madrid «sin contar con tantos soldados» y a todos ellos les ha vuelto a pedir su ayuda para las elecciones. «Sánchez ha perdido la palabra, pero los españoles no perderemos la voz», ha concluido la voz el mismo día que Ayuso hacía un esfuerzo por que sus cuerdas vocales resonaran en el pabellón a pesar de su afonía.