Noche de emociones en Mestalla la del sábado. Desde el recibimiento, pasando por la protesta, llegando al homenaje a Silva para acabar con la vuelta de Ferran y Cancelo a Mestalla. Un regreso al santuario que acabó con una afición que silba a Meriton y Ferran Torres; y aplaude a Silva, a su equipo e incluso a Joao Cancelo. Pero vayamos por partes, que la cosa tiene miga.

El homenaje a Silva fue controvertido por mil motivos. El primero de todos ellos por coincidir con la protesta organizada por Libertad VCF. Una poblada manifestación, tras un espectacular recibimiento al equipo, que estuvo a la altura de la situación financiera y deportiva tan grave del club. Ante la coincidencia de eventos, surgió la gran duda ¿El Valencia CF organizó esto para tapar la protesta? Pues sí y no.

Por un lado sí, porque le vino muy bien para frenar el aluvión de cánticos y sacar la foto al mundo de que esa reunión era por el homenaje al Mago de Arguineguín. Y no porque, según preguntas, te dicen que llevaban mucho tiempo intentando hacerlo y la fecha escogida era la del duelo contra el FC Barcelona. ¿Lo idearon antes de que se gestara la manifestación como dicen? ¿O por el contrario se enteraron de que se estaba cociendo una protesta antes de que esta se hiciera pública para mover así ficha? No tengo respuesta -y ojalá la tuviera- para esas cuestiones. 

Como tampoco la tengo para conocer por qué Silva sí y otros muchos como Marchena -que te volvió a salvar el culo el año pasado- no tienen su lona. A mí lo de las lonas nunca me ha gustado. Cada uno tiene su criterio y creo que hay algunos que sobran y otros que faltan -no diré quiénes para no enojar a nadie-. Pero, o los pones a todos o no pones a ninguno. Y colocarlos a todos es imposible. Sea como fuere, me alegra mucho ver sonreír a Silva, acompañado de su bonita familia y volviendo a pisar el césped de Mestalla.

Pero no Silva, sino silba, -de silbar-fue lo que hizo la afición cuando apareció en escena Ferran Torres. Mirad, a mí me han contado mil versiones sobre lo que pasó y dejó de pasar, pero es difícil que la cosa se encauce con el de Foios. Me sabe mal, porque no es mal chico, pero cometió errores a posteriori que Mestalla no perdona y dudo que perdone algún día -al menos a corto y medio plazo-. 

Hablando de silbar, otra cosa que no entendí fue la pitada a Yaremchuk. Solo me queda pensar que fue porque se marchó andando del terreno de juego porque, por lo demás, para mí hizo el partido más completo desde que está en el Valencia CF. De hecho, creo que hizo un partido bueno. O quizás coincidiera con alguno de los calentamientos de Ferran. En todo caso, me parece que estuvo bien, mejor de lo que esperábamos.

Aunque para bueno el golazo de Guillamón. ¡Cuánto me alegro! Ojalá que recuperemos su mejor versión pero, sobre todo, él sienta que se encuentra bien, motivado y con ganas de seguir progresando. 

Como también la vuelta de Jesús Vázquez. Este chico estuvo a punto no solo de dejar el fútbol, sino de tener una complicación de salud muy grave a causa de su problema neuromotor. Y miradlo, ahí está supliendo a Gayà solo unos meses después. Con mayor o menor acierto, pero cumpliendo. 

Porque otra cosa no, pero a coraje y ganas a este equipo es difícil ganarle. Silba la afición contra los que mandan. Silva en Mestalla recibe su homenaje. Y cumple, como puede, un voluntarioso equipo cogido con alfileres.