El exministro de Infraestructuras luso Pedro Nuno Santos sucederá a António Costa como secretario general del Partido Socialista (PS) de Portugal tras vencer en las elecciones internas con el 62% de los votos de los militantes, según los resultados preliminares.
Santos será el nuevo líder socialista al imponerse a sus dos rivales, el ministro de Administración Interna, José Luís Carneiro (36% de los votos), y Daniel Adrião (1%), anunció este sábado el secretario nacional de organización, Pedro do Carmo, en la sede del partido en Lisboa.
Minutos antes de anunciarse los resultados, Costa ya había enviado un mensaje de texto a los militantes en el que felicitó a su sucesor. «En este momento de pasar el testigo, felicito a nuestro camarada Pedro Nuno Santos, a quien deseo las mayores felicidades personales y políticas», escribió el primer ministro en funciones y hasta ahora secretario general del partido en un mensaje a los militantes al que tuvo acceso EFE.
Santos, de 46 años, será el candidato socialista a primer ministro en los comicios legislativos del próximo 10 de marzo, después de que Costa dimitió como jefe del Gobierno tras saberse investigado en un caso de supuestas irregularidades en negocios del litio y del hidrógeno.
El secretario general electo es desde hace años el rostro visible del ala más a la izquierda del partido y era considerado desde hace tiempo como uno de los ‘posibles delfines’ de Costa. Bajo sus órdenes fue secretario de Estado de Asuntos Parlamentarios y ministro de Infraestructuras, pero dimitió de este último cargo hace un año por el pago de una indemnización irregular por parte de la aerolínea estatal TAP a una administradora. Además, lideró las negociaciones con los partidos de la izquierda que en 2015 culminaron con un acuerdo parlamentario bautizado como ‘geringonça’, que le permitió a Costa llegar al Gobierno. Durante su campaña para las primarias socialistas, ha defendido una propuesta basada en promesas como reforzar el Estado social, recuperar la antigüedad congelada de los funcionarios, mejorar los salarios y ofrecer más vivienda asequible. Santos será recibido este domingo por Costa en la sede del partido.
Cerca de 60.000 militantes socialistas estaban llamados a votar en las elecciones internas que el PS realizó este viernes y sábado. De cara a los comicios de marzo, el nuevo líder arrancará su campaña de forma oficial en el Congreso que la formación política celebrará entre el 5 y el 7 de enero.
António Costa es líder del PS desde 2014, y un año después se convirtió en primer ministro, cargo que ha desempeñado de forma ininterrumpida desde entonces durante tres legislaturas. El PS gobierna actualmente con mayoría absoluta en Portugal.
Mayoría amplia
Santos prometió no dejar atrás a nadie y pidió una mayoría amplia en las elecciones legislativas para garantizar la estabilidad del país, sin querer dar pistas sobre posibles pactos para poder gobernar. «Queremos construir un Portugal donde todos tengan lugar, donde nadie sea invisible ni quede para después», dijo en un largo discurso ya en la madrugada del domingo en la sede del partido en Lisboa.
Santos, que sucederá a Costa al frente del PS, destacó todo el trabajo realizado por el actual primer ministro en funciones durante ocho años de Gobierno y manifestó su intención de continuarlo, porque todavía queda «mucho por hacer». Para ello, quiere una «gran mayoría» socialista en las elecciones legislativas del 10 de marzo para garantizar «estabilidad» en Portugal, y no quiso anticipar posibles pactos futuros con otras fuerzas políticas si fuesen necesarios para gobernar. «Vamos a trabajar para tener un gran resultado y después según la configuración parlamentaria trataremos de encontrar una solución para gobernar», señaló.
«Hoy no hablé de ninguna ‘geringonça», insistió ante las preguntas de los periodistas, a quienes aseguró que contará con su predecesor en la campaña electoral y que aprovechará su «inteligencia», «experiencia» y «sagacidad».
El nuevo líder socialista centró su discurso en la idea central de su candidatura, «Portugal entero», y dejó promesas para los jóvenes, los mayores y las mujeres, entre otros. También se dirigió a las empresas, a las que el Estado no debe «sustituir», sino ser su «socio», y se mostró partidario de una sanidad pública, universal y con tendencia a ser gratuita: «Queremos salvar el Sistema Nacional de Salud (SNS)», dijo.
La apuesta por el Estado social tendrá que conciliarse con las «cuentas públicas correctas» y la disminución de los niveles de deuda, aunque matizó que no quiere «recortar salarios, pensiones ni gasto en nombre de la caída de la deuda pública». Santos defendió igualmente que Portugal quiere ser central en la Unión Europea (UE), sin dejar de ser «críticos», porque el bloque debe «servir a los ciudadanos».