El Gobierno ha puesto en marcha los trámites para nombrar al periodista y exsecretario de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, presidente de la Agencia EFE. La decisión de Pedro Sánchez de situar al frente de la primera agencia de noticias en castellano del mundo a quien formó parte de su núcleo más cercano ha provocado las críticas de PP y Vox, que acusan al líder del PSOE de colonizar las instituciones. Sin embargo, los socios del Ejecutivo de coalición han evitado criticar la polémica elección de Oliver.
Este martes, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, elevó la propuesta de nombramiento de Oliver al Consejo de Ministros que, después, el Gobierno deberá comunicar al Congreso. Los cuatro principales socios que necesita el Ejecutivo para sacar adelante su agenda legislativa -ERC, Junts, EH Bildu y PNV- se han mantenido en silencio y, por el momento, no han denunciado la elección de Oliver. Tampoco lo han hecho los diputados de Podemos, normalmente más críticos con este tipo de gestos.
Ataques duros
Los reproches han llegado solo desde PP y Vox. Fuentes populares denunciaron el nombramiento de «comisarios políticos al frente de los medios de comunicación públicos» porque «su credibilidad quedaría comprometida». El PP recuerda que Oliver fue en las listas del PSOE a las elecciones de 2019 en la Comunidad de Madrid y que entre 2018 y 2021 ocupó la secretaría de Estado de Comunicación. En este sentido, han registrado una proposición no de ley reclamando que el presidente de EFE no pueda haber ostentado en los últimos cinco años un puesto en un Gobierno, ya sea nacional o autonómico, ni un cargo orgánico en un partido.
El líder de Vox, Santiago Abascal, fue mucho más contundente. «Lo mismo coloca al presidente del Tribunal Constitucional que al director de la agencia EFE», denunció en la red social X antes de acusar a Sánchez de «autócrata«. También denunció que el presidente del Gobierno «pretende perpetuarse en el poder a costa del Estado de Derecho y de la unidad nacional».
Las críticas e ambas formaciones y sus alusiones a la pérdida de prestigio y de neutralidad que supondrá la elección de Oliver para EFE no sentaron bien en la agencia de noticias. El Consejo de Redacción de EFE emitió un comunicado recordando que «han hecho, hacen y harán su trabajo con imparcialidad y rigor» y que la redacción está «preocupada y molesta por las dudas que sobre su trabajo se ha arrojado». En este sentido, remarcaron que su labor seguirá siendo «rigurosa, veraz y profesional, como lo ha sido siempre, bajo cualquier dirección».
Comparecer en el Congreso
El nombramiento oficial de Oliver todavía se retrasará unos días. Una vez la propuesta ha sido elevada al Consejo de Ministros, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) tendrá que nombrarle consejero de la Agencia EFE. Después deberá acudir a la Comisión Constitucional del Congreso para comparecer. Será aquí donde el PP y Vox pondrán confrontar directamente con Oliver y el resto de grupos deberá romper el silencio que mantienen por el momento.
Tras pasar este trámite, Oliver ya podrá ser nombrado presidente de EFE y sustituir a Gabriela Cañas, que lleva al frente de la Agencia desde mayo de 2020. El exsecretario de Estado de Comunicación será el tercero en ser elegido para este puesto por el Gobierno de Pedro Sánchez. Tras la moción de censura que echó a Mariano Rajoy, el Ejecutivo eligió al periodista Fernando Garea, que estuvo en el puesto desde julio de 2019 a febrero de 2020. Irónicamente, fue informado de su cese por Oliver, entonces en la secretaría de Estado de Comunicación.