Viene reivindicándose Aragón de un tiempo a este parte como el gran nodo logístico del sur de Europa, y aunque no tiene incovenientes para presumir de ello, no es menos cierto que aún más que mercancías lo que mueve la comunidad es talento. Los ases de la logística se forman a orillas del Ebro, más concretamente en las instalaciones del Zaragoza Logistics Center (ZLC), que cumplió esta semana 20 años impartiendo dos reputados másteres a los más de 4.700 alumnos de 90 nacionalidades que han pasado por sus aulas. Dos de ellos son Víctor Domínguez y María Pérez, dos zaragozanos de tomo y lomo que ahora trabajan para Toyota y la multinacional de farmacéutica animal Elanco.
No hace tanto tantos años, los dos jóvenes recorrían a diario ese largo paseo hasta la escuela de Ingeniería y Arquitectura de Zaragoza, donde cursaban el grado universitario de ingeniería industrial. Y los dos coinciden en su historia: no sabían muy bien a qué dedicarse en el inmenso abanico del sector, así que una profesora les recomendó los másteres de ZLC y allí encontraron una puerta abierta con proyección internacional.
“Lo mejor que me llevé fue la visión integral de la cadena de suministro, desde el proveedor a la distribución y sobre todo la visión y el lenguaje del cliente, algo que es indispensable”, explica Domínguez, hoy director comercial de Toyota Material Handling, la división del gigante japonés dedicada a la provisión de maquinaria de transporte, como carretillas elevadoras.
Domínguez cursó el máster en dirección de Supply Chain (MDSC), que combina la gestión de la cadena de suministro con habilidades de dirección, como finanzas, estrategia, liderazgo, negociación, entorno económico o toma de decisiones. De allí salió con una recomendación que le valió un contrato en el grupo Carreras, donde trabajó durante ocho años y llegó a la gerencia del almacén logístico de Barcelona. Con lo aprendido en la compañía zaragozana y su especialización en la gestión de equipos (ahora está finalizando un MBA en Madrid especializado en estrategias de valor añadido) llegó a la filial logística de Toyota, donde ostenta la dirección comercial en España, que nutre de maquinaria al 30% del mercado, entre ello gigantes como Mercadona, DIA o el propio Carreras. Aún es más, porque Domínguez, que trabaja desde Zaragoza a pesar de su multitud de viajes, ha regresado al ZLC para dar clases de gestión eficiente de los recursos (lean management), una asignatura que imparte desde hace cinco años.
Similar, aunque todavía más internacional, es la carrera profesional de María Pérez, que empezó trabajando en el ZLC apenas con 24 años, nada más acabar la carrera, en asuntos relacionados con la investigación del transporte. Fue en 2007 cuando se matriculó en el ZLog, el máster especializado en ingeniería logística y gestión de la cadena de suministro afiliado al MIT (Instituto Tecnológico de Masachussets). “Creo que yo fui una de las pioneras en compaginar trabajo y estudio. Me ayudaron mucho en poder conciliar y fue una experiencia muy buena. Que el máster sea en inglés, con diversidad de gentes y de culturas, países y experiencias profesionales me abrió muchísimo la mente para buscar oportunidades internacionales”, explica Pérez.
“Acabé y me vinieron a reclutar. Entré en una consultoría especializada en software de supply chain que se llamaba i2 Technologies y ahora es Blue Yonder. Pude trabajar un año en Egipto, un año y medio Turquía y unos meses en Suecia, todas ellas experiencias enriquecedoras que me abrieron mucho la mente”, relata Pérez. Después llegó Basilea tras su fichaje por Panalpina, la central internacional del proveedor de servicios logísticos, donde trabajó dos años la farmacéutica especializada en salud animal Elanco la convirtió en su responsable de excelencia operacional.
“Trabajaba en un puesto global en la que gestionaba implementaciones logísticas en todo el mundo. Tenía un equipo en EMEA (Europa, Oriente Próximo y África) y otro en América. Me tocaba viajar mucho, sobre todo a Indianápolis, donde está la central, pero llegó la pandemia y empezamos a trabajar en remoto”, cuenta Pérez. Fue entonces cuando se abrió la oportunidad de regresar a su tierra, cosa que hizo junto a su hija nacida en Suiza, desde donde trabaja ahora.