La Ruleta de la Suerte es uno de los programas más longevos en la parrilla de Atresmedia. Además el concurso siempre con un tono desenfadado y divertido para la audiencia suele dejar imágenes graciosas y que a veces se convierten en virales.
Esta vez ha sido durante el panel de la letra oculta. Una conversación entre Laura Moure y Jorge Fernández en la que la azafata del espacio ha dado su opinión sobre algo en concreto que hacemos todo el mundo.
Todo ha comenzado cuando uno de los participantes ha dado como respuesta al panel: “¿Te gusta probarte ropa o te da pereza?”. En esto, Jorge Fernández ha aprovechado para preguntarle a la concrusante si le gustaba o no. «A mí me gusta probarme ropa. Soy chica, mujer… Sí, de todo tipo«, explicaba Make, la participante.
Entre medias de la conversación, Laura Moure ha sido la que ha saltado para decir: «Yo no lo soporto. Yo tengo un problema con eso». A lo que ha añadido que ir de compras es algo superior a ella: «No, pero aparte, eso aparte. Ir de tiendas, que a todo el mundo le gusta, y probármelo… Yo ya veré y ya lo devolveré algún día«.
¿Cuánto cobra el público de la Ruleta de la Suerte?
Podríamos decir que asistir a ‘La Ruleta de la Suerte’ conlleva un sueldo de unos 20 euros por jornada. Hablamos de un rodaje, no de un programa en sí. Es decir, normalmente graban dos programas de una hora por jornada y entre una cosa y otra tardan 4 horas en total, por lo que hablamos de un sueldo de 5 euros por hora. Mucho o poco, cada uno verá. Lo podemos comparar con una persona de limpieza en el hogar o con un profesor particular, que ganan aproximadamente el doble. También es cierto que estos dos ejemplos, aunque parezca mentira, suponen profesiones que ganan más dinero que la media por hora que la mayoría de camareros, periodistas, personal sanitario o autónomos.
Viendo el sueldo pagado por la cadena, muchos de los asistentes rechazan este tipo de trabajo. Pero, ¿Qué tipo de personas acuden a estos programas? Generalmente actores. En muchos casos, los casting para participar en el público se gestionan con agencias de actores y modelos, que colocan allí a alguno de sus rostros como si de un escaparate se tratase, a la espera de que algún director de casting les eche el ojo durante la emisión.