Aunque llevamos pocos días del gobierno de Javier Milei, el presidente argentino ya ha establecido las bases de su política diplomática, dirigida por la economista Diana Mondino. La ministra argentina de Exteriores es una experta economista y empresaria, que a través de diferentes columnas en el periódico La Nación ha expuesto en los últimos años sus puntos de vista sobre las relaciones económicas de Argentina y cómo tendría que actuar para ser de nuevo relevante, sin encerrarse más sobre sí mismo.
A pesar de que en campaña Milei dijo que no tendría relación con gobiernos izquierdistas o socialistas, el pragmatismo también se ha impuesto en la cartera de Exteriores. Tras jurar el cargo, la ministra Mondino se reunió con representantes de Brasil, China, EEUU, Mercosur y la Unión Europea. También hay interés en que Javier Milei asista al Foro de Davos, y allí se presente como actor internacional. El expresidente Alberto Fernández asistió en 2021, pero igual que el también expresidente Mauricio Macri, Milei se estrenará en el exterior en el Foro Económico Mundial.
El principal interés de la ministra Mondino es que Argentina mantenga relaciones comerciales con las principales potencias del mundo y se convierta en un lugar atractivo donde invertir
Argentina, bajo la administración kirchnerista, se situó el lado contrario en muchos aspectos. Fue uno de los principales aliados de Putin e Irán en Latinoamérica, como también aliado de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Ahora, con Milei, el objetivo es dar un giro de 180 grados a esta posición, y de allí las reuniones que se han tenido hasta ahora. La OCDE, la Unión Europea, Estados Unidos e Israel son los principales objetivos diplomáticos, y continuar comerciando con China y Brasil, como socios comerciales estratégicos.
El principal interés de la ministra Mondino es que Argentina vuelva a ser relevante diplomáticamente, que mantenga relaciones económicas comerciales con las primeras potencias del mundo y al mismo tiempo se convierta en un lugar donde sea atractivo invertir.
Hay una idea marco. Argentina como democracia liberal se tiene que relacionar con las demás democracias liberales. No es nada descabellado que algunas de las primeras medidas anunciadas por el ministro de Economía se refieran a cuestiones de importación y exportación, pues es imprescindible para la nueva administración captar inversiones extranjeras para mantener sectores estratégicos, y renovarlos.
El hecho de mantener a Daniel Scioli, una de las figuras más representativas del peronismo como embajador en Brasil, demuestra la agenda pragmática. Como embajador consiguió que hubiera buena sintonía cuando en Brasil gobernaba Jair Bolsonaro y en Argentina Alberto Fernández, y ahora que gobierna Lula da Silva en Brasil y Milei en Argentina, se espera que ayude a limar asperezas ideológicas.
Tal como se informaba el viernes, Mondino se ha puesto manos a la obra y ha cesado de funciones de los representantes argentinos en la ONU, Francia, la Santa Sede, Rusia, Reino Unido, Etiopía y la India. Tendremos que estar atentos también a quien nombra, si es que lo hace, en el caso de España, pues uno de los rumores parecía que iban a nombrar a Juan Schiaretti, ex gobernador de Córdoba, pero parece que solo eran eso, rumores. Las relaciones entre Argentina y España se espera que se profundicen bajo la administración Milei, y que hay especial interés en recuperar a España, Francia, Italia y el Reino Unido como aliados. Más allá de las reuniones formales, en la ascensión presidencial pudimos ver a Santiago Peña, presidente de Paraguay, como una personalidad especialmente cercana al presidente argentino.
La normalización de relaciones diplomáticas entre Argentina e Israel será una de las cuestiones que se tendrá que seguir. Más allá de la voluntad de conversión de Milei al judaísmo, que podríamos decir que será el cliché para muchos, la administración kirchnerista se convirtió, como se ha dicho anteriormente, en uno de los principales aliados de Irán en la palestra internacional. Y este giro copernicano, dada la importancia de la comunidad judía en Argentina, tendrá sus efectos directos. Recordemos que fue en Buenos Aires donde hubo el atentado de la AMIA, donde murieron 85 personas y más de 300 fueron heridas, siendo uno de los ataques más grandes contra la comunidad judía fuera de Israel.
En conclusión, podríamos decir que hay un Mondinazo, en jerga política, y que la intención de cambiar el rumbo diplomático de Argentina va más allá, y en pocos días se ha convertido en hechos tangibles. Habrá que seguir los nuevos nombramientos, ya que hay 25 embajadores por designación política, especialmente quién ocupa la silla de la India, tras la cumbre de Delhi del G20, en Naciones Unidas y la Santa Sede, ya que el Papa Francisco es argentino.
Guillem Pursals es doctorando en Derecho, máster en Seguridad, especialista en conflictos, seguridad pública y Teoría del Estado.