Asaltado por el Girona en LaLiga y zarandeado en Champions League por el colista del grupo, el Barcelona que celebró el triunfo frente al Atlético de Madrid hace un par de semanas, convincente especialmente por la formas en conseguirlo, se ha desmoronado en cuestión de siete días. El estado de alarma se ha encendido en Can Barça, con una trama de crisis institucional por la fractura entre Laporta y Deco con Xavi Hernández por la primera lista de convocados para viajar a Bélgica, con un vestuario roto desde el pinchazo en el ‘Clásico’, reclamando Gündogan de forma aireada en los micrófonos de la televisión un poco más de orgullo y de amor propio en los pinchazos, y con unas dudas en torno a Xavi Hernández por tratar de apaciguar los ánimos reclamando que el Barça de las palancas es un equipo que, dos años después desde su llegada al banquillo, sigue en reconstrucción.