Los 27 piden «una investigación transparente» y se comprometen a seguir apoyando los esfuerzos democráticos en el país
La Unión Europea ha mostrado este viernes su preocupación por la «difícil» situación en Guinea-Bissau y ha condenado «enérgicamente todas las formas de violencia y todos los intentos de alterar el orden constitucional» desde la noche del 30 de noviembre haciendo un llamamiento al diálogo.
«Instamos a todas las partes interesadas relevantes a contribuir, a través de un diálogo inclusivo, a poner fin a la crisis política con pleno respeto del estado de derecho y del proceso democrático», se lee en una declaración del Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, publicada en la web del Servicio Diplomático de la Unión (SEAE).
En esta línea, los 27 han respaldado el llamamiento de los Jefes de Estado y de Gobierno de la CEDEAO «para que se respete plenamente la Constitución nacional y se realice una investigación transparente de los distintos hechos, de conformidad con la ley».
A este respecto, el SEAE ha subrayado el «importante paso» que supusieron las elecciones del pasado 4 de junio hacia «la consolidación de su democracia y estabilidad» de Guinea-Bissau. Unos comicios que desde la UE han destacado por ser «tranquilos, pacíficos y muy participativos». «El país debe continuar por este camino», ha alentado el Alto Representante.
«La UE se solidariza plenamente con el pueblo de Guinea-Bissau y todas sus instituciones democráticas, y reitera su compromiso de seguir apoyando los esfuerzos para consolidar la democracia y la estabilidad y trabajar con todas las partes interesadas pertinentes», concluye a nota.
El pasado viernes 1 de diciembre, el ministro de Finanzas, Suleimane Seidi, y el secretario del Tesoro, António Monteiro, fueron detenidos en el marco de un proceso relacionado con pagos a empresarios. Estos arrestos provocaron tensiones en Bisáu, la capital.
Un grupo de miembros de la Guardia Nacional llegó a liberar por unos instantes a Seidi y Monteiro, provocando un enfrentamiento entre estos y agentes de las Fuerzas Especiales de la Guardia Presidencial en las calles de Bisáu.
Una semana después, el presidente de Guinea Bissau, Umaro Sisocco Embaló, acusó finalmente a su gran rival político, Domingo Simões Pereira, de estar detrás del intento de golpe de Estado denunciado por el mandatario la semana anterior y que le llevó a ordenar la disolución a la fuerza del Parlamento del país liderado hasta entonces, precisamente, por el jefe de la oposición.